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INDICE
Nació en Santiago el 19 de mayo de 1896. Fue el segundo hijo, de un total de siete, del matrimonio conformado por Arturo Alessandri Palma -quien fue dos veces Presidente de la República- y Rosa Esther Rodríguez. Realizó sus estudios en el Instituto Nacional y durante toda su escolaridad fue un alumno brillante.
Ingresó a la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, destacándose una vez más como un excelente alumno. Recibió el premio Eliodoro Gormaz, que otorgaba el Consejo de Instrucción Pública, por sus altas calificaciones. Egresó en 1919 como ingeniero civil. Fue luego profesor de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile.
En 1924 y de nuevo al año siguiente debió partir al exilio a Europa, acompañando a sus padres.
En las elecciones generales de parlamentarios de 1926, Jorge Alessandri se presentó como candidato independiente y resultó elegido diputado por Santiago. Integró la comisión de Vías y Obras Públicas, siendo autor del proyecto de ley sobre pavimentación para Santiago, que estableció también un límite al radio urbano de la capital.
Ingresa a la empresa privada
Se retiró de la vida pública y en 1932 fue nombrado presidente de la Caja de Crédito Hipotecario, cargo que desempeñó hasta 1938. Dejó esa responsabilidad para dirigir la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones.
Comenzó a surgir la reputación sobre su gran capacidad como administrador y eficiente director de empresas.
Posteriormente, entre los años 1944 y 1947 se desempeñó como presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio.
Ministro de Hacienda
El 2 de agosto de 1947, bajo la administración de González Videla y como una forma de bajar la tensión social y política, el gobierno nombró un Ministerio de Administración, con representantes de las Fuerzas Armadas y también independientes.
Jorge Alessandri fue designado ministro de Hacienda, en su calidad de independiente y por su amplia fama como ingeniero conocedor de los problemas del mundo de las finanzas.
Con el nuevo gabinete, el gobierno pidió facultades extraordinarias al Congreso, quedando así posibilitado para reorganizar los servicios e instituciones fiscales y semifiscales.
El nuevo ministro de Hacienda exhibió un «sombrío cuadro de las finanzas públicas» y solicitó un aporte especial para atender los servicios públicos hasta fines de ese año. Por otra parte, no aceptaba el reajuste periódico de sueldos y salarios, ni admitía descongelar aquellos artículos de primera necesidad.
Las medidas de Alessandri encontraron un entusiasta apoyo de los distintos sectores políticos, ya que permitían detener el proceso inflacionario.
Agitación social, cae el gabinete
Alessandri tuvo éxito en su tarea de poner en orden las finanzas del Estado y controlar la inflación, lo que se logró a través de una política restrictiva y de estabilización de sueldos y salarios (1950), que fue produciendo una creciente agitación social, alarmando profundamente a los distintos gremios.
A fines de enero, los servicios de utilidad pública se declararon en huelga. El movimiento se transformó en paro indefinido y finalmente el ministro de Economía, Alberto Baltra, se hizo cargo de las observaciones formuladas contra el gobierno. La efervescencia social creció y el 3 de febrero el gabinete cayó.
Dirigente empresarial y político
Alessandri regresó a sus labores como empresario. Ese mismo año (1950) fue nuevamente elegido presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, tribuna para su pensamiento político y económico.
A fines de 1956, el Partido Liberal le propuso postular a senador por Santiago, donde este partido no había logrado elegir un representante en la Cámara Alta desde hacía mucho tiempo. Después de un período de reflexión, Alessandri aceptó la candidatura.
Fue así como dejó de nuevo sus actividades empresariales y entró una vez más a la arena política. En marzo de 1957 resultó electo senador por Santiago con una alta votación. En estos comicios se repuso gran parte de la fuerza electoral perdida en 1952 por los partidos tradicionales.
Candidato independiente
Alessandri constituía una figura muy emblemática. Después de un largo proceso en los diferentes partidos y coaliciones, el Partido Conservador lo proclamó candidato a la presidencia de la República. Frei Montalva había solicitado al Partido Liberal su apoyo, pero finalmente la mayoría liberal entregó su respaldo al candidato independiente; es decir, Alessandri.
Contó también con el apoyo de otras colectividades que formaron la combinación política llamada Alianza de Partidos y Fuerzas Populares, la que posteriormente se disolvió.
La campaña y el triunfo
Durante la campaña electoral, se debió realizar una elección complementaria para elegir reemplazante de un diputado fallecido. En este verdadero referéndum de las presidenciales, venció el candidato del alessandrismo, Enrique Edwards. Se desencadenó entonces una serie de temores y el gobierno propició la derogación de la Ley de Defensa de la Democracia, incorporándose un número importantes de electores comunistas, contrarios al alessandrismo. Asimismo, se aprobó la cédula única de votación.
Los resultados de las elecciones presidenciales favorecieron al senador Alessandri, quien logró el 32,2 por ciento de los votos, seguido por el candidato de la izquierda, Salvador Allende, con el 28,5 por ciento. Más atrás quedaron el democratacristiano Eduardo Frei, con un 20,5 por ciento; el candidato del radicalismo, Luis Bossay, con un 15,4 por ciento, y finalmente el independiente populista Antonio Zamorano, con un 3,3 por ciento. Alessandri fue ratificado por el Congreso Nacional.
 
En La Moneda, sus primeras tareas
Al iniciar su administración (1958), Alessandri contaba con el apoyo parlamentario de los liberales, conservadores y radicales; es decir, tenía un cómodo respaldo. Sin embargo, manteniendo la línea de independencia sustentada durante su campaña electoral, formó su primer gabinete con técnicos e independientes de derecha.
Durante el primer año, se consagró principalmente a frenar la inflación y procurar una racionalización de la administración pública. Logró lo primero a través de la estabilización del presupuesto y de una política económica liberal, con mantención de un tipo de cambio fijo y mayor libertad a las importaciones.
Además, llevó adelante una amplia labor de expansión económica, centrada en la construcción de viviendas y un plan de obras públicas, constituyendo un fuerte incentivo al desarrollo económico.
Sin embargo, las medidas económicas del gobierno, en especial la estabilización de sueldos y salarios, fueron creando un progresivo malestar, ya que el costo social fue el aumento de la cesantía. A mediados de 1960, se inició una ola de huelgas y disturbios de obreros y empleados que se oponían al reajuste oficial de sueldos, del 10 por ciento.
El terremoto de 1960
Un duro golpe para los planes de expansión que se había fijado el gobierno fue el terremoto de mayo de 1960. Con un saldo de 342 muertos y pérdidas por más de 550 millones de dólares en las provincias ubicadas entre Concepción y Puerto Montt, este desastre forzó al gobierno a afrontar la reconstrucción de la zona como primera prioridad.
Las elecciones parlamentarias de 1961
En marzo de 1961 se realizaron las elecciones parlamentarias, y el gobierno perdió el tercio indispensable de apoyo. Los partidos Liberal y Conservador vieron reducida su representación parlamentaria, saliendo fortalecidos la Democracia Cristiana y el Partido Radical.
Después de estas elecciones, el Presidente Alessandri decidió constituir su primer gabinete político, incorporando a tres ministros radicales. Con una base de apoyo más amplia, impulsó una serie de medidas de reformas sociales, pero estas no lograron frenar la agitación social. La política económica rápidamente comenzó a mostrar un visible empeoramiento.
La Alianza para el Progreso
La Conferencia de Punta del Este significó el nacimiento de la Alianza para el Progreso, impulsada por el Presidente de Estados Unidos, John Kennedy. Estaba destinada a promover cambios estructurales que permitieran incentivar el desarrollo económico en América Latina, para lo cual exigía ciertas reformas económicas y sociales a cambio de apoyo financiero.
En Chile esto se manifestó en 1962, a través de las reformas Tributaria y Agraria. Para implementar esta última, se creó la Corporación de la Reforma Agraria, iniciativa que encontró poco apoyo político por parte de liberales y conservadores, y que en el centro y la izquierda fue criticada como insuficiente.
Política exterior
Alessandri debió enfrentar conflictos con dos países vecinos: Argentina, por la zona de Palena, y Bolivia, por las aguas del río Lauca.
En otro orden de cosas, el gobierno formuló una política para la reducción de armamento en América Latina, y propuso declarar al continente americano zona desnuclearizada. Estableció relaciones diplomáticas con los nuevos estados independientes de África y Asia, y, en cumplimiento de un acuerdo de la Organización de Estados Americanos (OEA), en 1964 rompió relaciones diplomáticas con Cuba.
En el ámbito económico, Chile adhirió al Tratado de Montevideo y pasó a integrar en 1960 la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alalc).
Llega la televisión a Chile y termina su gobierno
Uno de los hechos destacados del período de Jorge Alessandri fue la puesta en operaciones, por primera vez, de la televisión, con motivo de la trasmisión del Mundial de Fútbol de 1962. Los primeros años de la década del sesenta los chilenos comenzaron a convivir con la tecnología televisiva.
Alessandri entregó el poder a su sucesor en la presidencia de la República, el democratacristiano Eduardo Frei Montalva. Regresó a sus actividades habituales, y a la presidencia de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones.
Sus últimas actividades políticas
En 1970, Jorge Alessandri postuló nuevamente a la presidencia de la República, esta vez con resultados desfavorables. Logró la segunda mayoría, con una votación más alta que cuando había logrado la presidencia. Sin embargo, había menos dispersión de votos. Triunfó uno de sus más persistentes adversarios: el socialista Salvador Allende.
En 1976, bajo el gobierno militar, fue designado presidente del recién creado Consejo de Estado, dedicado a la redacción de una nueva Constitución Política. Renunció al Consejo en septiembre de 1980, después de haber sido plebiscitada la nueva Constitución.
Se retiró a la vida privada, manteniendo hasta su muerte el cargo de presidente de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones. Falleció el 31 de agosto de 1986.