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INDICE

Nació en el pueblo de Orduña, de la capitanía de Guipúzcoa, provincia de Álava, en 1792, y murió en Santiago en 1852. Hacia 1815 se casó con la joven madrileña Ana María de Baltar, con quien tuvo dos hijos. No soprepasaba los 10 años cuando ingresó a estudiar al Seminario de Nobles de Vergara, destacando en Ciencias Exactas. Asumió como ayudante de Física y Matemáticas, y antes de los veinte años era profesor suplente en los cursos de esta última especialidad. Se trasladó a Alcalá de Henares para instruirse en la Academia de Ingenieros Militares. Cuando Napoleón invadió España en 1808, se enlistó en el Ejército, en el que obtuvo el grado de capitán. Se retiró de este en 1814, luego de lo cual se trasladó a la ciudad de Toledo donde volvió a su vida académica. Las persecusiones políticas lo obligaron a emigrar a París, donde fue discípulo de Gay-Lussac, profesor de Ciencias Naturales.

Posteriormente, se dirigió a Londres junto a otros exiliados españoles. Llegó a Chile en 1826, para trabajar en el Instituto Nacional, del cual sería vicerrector. Además de la docencia, desarrolló en el país una vasta obra como ingeniero. En 1843 el gobierno creó el Cuerpo de Ingenieros Civiles, ofreciéndole a Gorbea el puesto de primer director. Ese mismo año participó en la fundación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

Su viaje a Chile

En Londres, Gorbea se entrevistó con el ministro plenipotenciario de Chile Mariano Egaña, quien lo contrató como profesor en el recién creado Instituto Nacional en Santiago, con un sueldo de 500 pesos anuales. Llegó a Valparaíso el 12 de mayo de 1826 e imediatamente se trasladó a la capital, iniciando una vida de enseñanza que se prolongaría por 26 años. Sus primeros años en Chile no fueron fáciles. A ello contribuyó el fuerte resentimiento que aún existía en contra de los españoles y el poco interés que prestaban los estudiantes a las Ciencias Experimentales, agravado por la falta de textos especializados. Nació en la Fuente de Quecedo, Burgos, España, en 1697. Murió en Santiago en octubre de 1773. Fue hijo de Pedro Manuel García Zorrilla y de francisca Antonia Alonso de Huidobro.

En 1735, se radicó definitivamente en América. Dos años después (1737), se casó en Santiago con Francisca Javiera Briand de Morandé Caxigal del Solar, matrimonio que le permitió entrar en contacto con la aristocracia del Reino. Fue el fundador de la Casa de Moneda y también redactó las Nuevas Ordenanzas de minas para el Reino de Chile, que rigieron entre 1754 y 1785, de gran importancia para el desarrollo de la minería en Chile. Entre sus hijos estuvieron José Ignacio (1747) y Vicente Egidio (1751). Como muchos otros miembros de la aristocracia chilena, García Huidobro se dedicó al comercio y a la agricultura, reuniendo una considerable fortuna y transformándose en un influyente personaje.

Una antigua idea

Encontrándose en Madrid en 1741, Francisco García Huidobro entró en contacto con Tomás de Azúa, quien había pensado en la gran utilidad que para el Reino tendría el establecimiento de una Casa de Moneda, pues el numerario que existía en él se empleaba como medio de pago de las importaciones, produciéndose entonces una escasez de circulante. Eso había sido tratado en varias oportunidades, pero siempre había encontrado el mismo obstáculo: los costos que implicaba. Azúa propuso que estos corriesen por cuenta de algún capitalista que actuara como concesionario, librándose así al Fisco de los gastos correspondientes.

Acepta la concesión

García Huidobro estudió la propuesta y la aceptó, al igual que el Rey, quien el 1º de octubre de 1743, autorizó el establecimiento. Condicionó a que el concesionario corriera con los gastos de maquinaria, herramientas, operarios e infraestructura, concediéndole a cambio- a él y a sus herederos- el cargo de tesorero del establecimiento y las ganancias obtenidas de la acuñación. Desde España, García Huidobro despachó las maquinarias y tras varias dificultades, la Casa de Moneda se instaló finalmente en Santiago, en la esquina de Huérfanos y Morandé. La primera moneda allí acuñada salió a circulación en 1749.

En 1770, el Rey Carlos III decidió que el establecimiento pasara a manos estatales, lo que se hizo efectivo en 1772. El beneficio que García Huidobro había obtenido durante su administración, se calculó en 31.527 pesos anuales. Por esta obra, se le concedió el título de Marqués de Casa Real.


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