Skip to main content
INDICE

Nació el 19 de diciembre de 1886 en el pueblo de Salamanca, ubicado en la provincia de Coquimbo. Su madre, Juana Gaviño, era profesora. Su padre dejó a la familia cuando Elías era muy pequeño. Posteriormente, él ingresó a estudiar en la Escuela Normal de La Serena.

Debido a las difíciles condiciones económicas de esos años, y de su familia, Elías trabajó desde muy niño para ayudar financieramente a su madre. Su primer trabajo fue en una parroquia de La Serena, como monaguillo, con lo cual, además, continuó sus estudios en la Escuela Parroquial.

Alrededor de 1897 se marchó al Norte, donde trabajó en la Oficina Salitrera Providencia. Allí laboraba un tío, quien lo empleó en su pulpería. Insatisfecho con esta labor, se trasladó a la Oficina La Perla, donde se desempeñó como machacador de salitre.

Tenía doce años cuando decidió volver a la casa de su madre, en La Serena, llevando consigo un par de pesos. Poco tiempo después, sin embargo, decidió reemprender el viaje, trasladándose con ella al Norte.

Se acerca a la lucha obrera

Una vez más en las salitreras, Lafertte trabajó en todas las labores posibles: picó el caliche, fue buscador en las calicheras, atendió las pulperías, fue cateador, operario y herramentero. En 1905, se trasladó al Ferrocarril Salitrero, como tornero.

En este mundo minero, comenzó a conocer de cerca los problemas de la vida proletaria. Sin mayor preparación política, recibió gran influencia ideológica de Gerónimo Zambrano, con quien tuvo su primer acercamiento a la lucha proletaria, a la cual posteriormente dedicó su vida.

En 1907, trabajando en San Lorenzo, Elías convivió con el desarrollo del movimiento mutualista, sin pertenecer a él. Sin intervenir directamente, vivió los trágicos acontecimientos de la matanza en la Escuela Santa María en Iquique (1907). Este hecho gatilló su incorporación al mundo político del proletariado chileno.

Conoce a Recabarren y se compromete políticamente

En 1911, mientras trabajaba en la Oficina Ramírez como carrocero, Lafertte conoció a Luis Emilio Recabarren -quien posteriormente fundaría el Partido Comunista chileno- quien lo influyó en su compromiso político.

Organizó y estimuló la formación de pequeños núcleos obreros. A partir de esta oportunidad Recabarren y Lafertte se hicieron amigos.

En 1912, junto a otros dirigentes que abandonaron el Partido Demócrata -como Recabarren y Víctor Cruz- fundó el Partido Obrero Socialista, que se considera el antecesor del Partido Comunista.

Así comenzó una nueva etapa para Lafertte, quien se encargó de movilizar y organizar a la clase obrera, creando cooperativas y gremios.

Su militancia activa

Lafertte abandonó el trabajo salitrero para involucrarse en profundidad en la difusión del los ideales proletarios, que en esos años eran una mezcla entre socialismo y anarquismo. Entre otros, trabajó en el Diario de la Revolución.

Cuando ya se había involucrado en la movilización social de la época, y como futuro protagonista de ella, Lafertte comenzó a conocer de cerca las primeras detenciones carcelarias: tras la huelga en Antofagasta en 1914, fue encarcelado.

Difusor de sus ideales

Durante los años comprendidos entre 1915 y 1920, Elías trabajó en la difusión de los ideales de su partido. En 1915 este obtuvo sus primeros triunfos electorales, con dos regidores para Pisagua.

En 1916, asumió un cargo de secretario del alcalde en esa misma ciudad. En 1917, trabajó en La Vanguardia, diario de Valparaíso, reemplazando a Recabarren.

En 1923 fue elegido miembro de la Junta Ejecutiva de la Federación Obrera de Chile (FOCH), en un Congreso en Chillán.

Los destierros

En 1927, bajo la dictadura de Carlos Ibáñez, Lafertte fue desterrado a la Isla Más Afuera. En 1928 regresó al continente.

Ese mismo año continuaban el descontento popular y las movilizaciones sociales, en las que él participó; fue desterrado a la Isla de Pascua hasta 1930. Volvió a ser desterrado, pero esta vez hacia el sur del país, a Calbuco, Chiloé.

Terminada la dictadura militar, Lafertte retomó un cargo en la FOCH, como secretario general.

Dos veces candidato a la presidencia

En 1931 Lafertte era un importante dirigente sindical, y fue invitado por la URSS a un Congreso Internacional Sindical. Ese mismo año, en las elecciones presidenciales, posteriores a la caída de Ibáñez, se presentaron cuatro candidatos: Juan Esteban Montero, Arturo Alessandri, Manuel Hidalgo, apoyado por socialistas, y Elías Lafertte, abanderado de los comunistas.

En esta ocasión el candidato comunista logró el 0,88% de la votación.

En 1932, Lafertte fue proclamado nuevamente candidato presidencial por su partido, y subió su votación respecto de la vez anterior a un 1,2%, teniendo mayor apoyo en zonas urbanas. El Partido Comunista venía saliendo de un período de ilegalidad durante el gobierno de Ibáñez.

Incansable luchador

En los años siguientes, Lafertte fue nuevamente detenido y desterrado a la Isla Mocha; también fue detenido en Uruguay, repatriado a Chile y deportado. En 1937, tras un viaje a México, fue elegido senador por Tarapacá y Antofagasta por el período 1937-1945, y por el período 1945 a 1953.

Falleció en 1961.