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Nuestro planeta está conformado por una serie de ecosistemas interrelacionados y dependientes unos de otros. Cuando algo cambia en uno de ellos, todo el resto es afectado. Por eso es primordial respetar y contribuir, comprendiendo qué es el medioambiente y cómo protegerlo.

Sin considerar su tamaño o aspecto, cada especie es importante, así como también es vital que los ambientes donde se desarrollan ‘aire, agua y tierra’ estén libres de elementos nocivos para la vida.

Alrededor de 71% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua. El resto corresponde a los continentes e islas.

Respecto a las características de la superficie terrestre, podemos decir que: alrededor de treinta por ciento de ella corresponde a zonas áridas o semiáridas; 11% se encuentra permanentemente bajo el hielo; un 10% es tundra (terreno plano, pantanoso, cubierto de musgos y líquenes, sin árboles y muy fría).

En tanto, solo 11%, alrededor de 1500 millones de hectáreas, no presenta graves obstáculos para el cultivo, aunque prácticamente todo está explotado; y en la mayor parte de la superficie restante, el suelo es demasiado delgado, demasiado pobre o demasiado húmedo para ser de alguna utilidad para el hombre.

En cada uno de estos paisajes vive una serie de organismos. Cada especie, ya sea vegetal (flora), animal (fauna), hongo (hongos), bacterias (moneras), virus, etc., está agrupada en una población, la que convive e interactúa con otras poblaciones, integrando una comunidad.

Los hongos surgen naturalmente en los bosques. Foto: Pixabay
Los hongos surgen naturalmente en los bosques. Foto: Pixabay

Así, por ejemplo, una planta se alimenta gracias a la luz solar, por medio de un proceso llamado fotosíntesis que le permite transformar en almidón los nutrientes y el agua que absorbe de la tierra a través de sus raíces; un conejo se alimenta de esa planta y a su vez es comido por un zorro; cuando este muere, es alimento de las aves carroñeras.

El resto será consumido por los descomponedores (bacterias y otros organismos microscópicos), que devuelven los elementos básicos a la tierra, alimentando a una nueva planta.

El estudio de esta serie de interrelaciones, que por cierto son mucho más complejas que en el ejemplo, es motivo de estudio de la ecología. Esta ciencia surgió alrededor de 1870, cuando el biólogo y naturalista alemán Ernst Haeckel utilizó el término “Ecología” para referirse al estudio de las relaciones entre los organismos y su entorno.

Haeckel concluyó que los seres vivos forman una unidad junto a su entorno, ya que para entender sus funciones y características es preciso conocer su modo de vida, entender cómo se adaptan a lo que los rodea, cómo se organizan con los organismos de su misma especie y las interrelaciones con poblaciones de otras especies.

Entonces, la ecología es la “ciencia encargada del estudio de los organismos en su medioambiente y el conjunto de relaciones mutuas que establecen”. El término viene de las palabras griegas oikos, que significa casa, y logos, que quiere decir estudio. Por lo tanto, etimológicamente se refiere al estudio del lugar donde viven los organismos.

05 de junio, Día del Medioambiente

En la década de 1950 la palabra «contaminación» se comenzó a oír con más frecuencia, iniciándose de esta forma, los estudios acerca de los efectos negativos sobre el medio ambiente. En los años ’60 la preocupación pasó de los científicos a la gente común, que empezó a sufrir las consecuencias en la vida diaria.

El 15 de junio de 1972, en Estocolmo, Suecia, la asamblea general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente, designó el 5 de junio como el Día Mundial del Medioambiente.

En aquella ocasión los delegados recomendaron 196 medidas que deberían tomar en cuenta los gobiernos y organismos internacionales para detener la contaminación del suelo, de las aguas y del aire, con miras a hacer más profunda la conciencia universal de la necesidad de proteger y mejorar el medioambiente.

Cómo celebrar el Día Mundial del Medioambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente lo puedes celebrar de muchas formas, incluyendo caravanas callejeras, desfiles de bicicletas, conciertos verdes, competencias de ensayos y carteles en escuelas, plantaciones de árboles, promociones de reciclaje, campañas de limpieza, entre otros. En muchos países, este evento anual es utilizado para incrementar la atención y acción política.

Los Jefes de Estado, primeros ministros y ministros de Medio Ambiente hacen declaraciones y se comprometen a cuidar la Tierra. Se hacen compromisos más serios que llevan a la creación de estructuras gubernamentales permanentes, las cuales se dedican al manejo ambiental y la planeación económica. Esto también ofrece una oportunidad para firmar o ratificar convenciones ambientales internacionales.

En este Día Mundial del Medio Ambiente, permitámonos examinar el estado de nuestro medio ambiente. Consideremos cuidadosamente las acciones que cada uno de nosotros debe llevar a cabo, y después dirijámonos a nuestra tarea en común: preservar todo tipo de vida en el planeta Tierra.