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La antigua Grecia comenzó su existencia en la parte sur de la Península de los Balcanes (Europa). En general era un territorio montañoso, bastante pobre y de una aridez impresionante, aunque entre los cerros existían valles, lugares que los habitantes escogían para instalarse.

Esto, más las accidentadas costas de las que estaba provisto, hicieron de los griegos buenos navegantes

La vida de estas comunidades debió ser muy difícil, pero no se dejaron vencer por las desventajas de esta loca geografía y se dedicaron al comercio, a la guerra y en gran parte a la navegación.

Gracias a esta última aprendieron muchas cosas de los navegantes con que mantenían contactos, pasando a ser un puente entre Oriente y Occidente.

En definitiva, la antigua Grecia es la cuna de todas las civilizaciones occidentales posteriores.

Para poder comprender mejor la historia de este pueblo, tenemos que mencionar varias regiones geográficas de la Península de los Balcanes, donde se asentaron ciudades que en el pasado vieron el auge de la civilización griega.

Una de ellas es Grecia del Norte, donde se encuentran las regiones de Epiro y Tesalia; Grecia Central, donde están ubicadas Beocia y su capital Tebas, y Ática con la ciudad de Atenas; el Peloponeso, una península de la zona sur que tenía como región principal Laconia y su capital Esparta.

Pioneros de la civilización

Los primeros habitantes de la cuenca del Mar Egeo fueron pueblos que venían del Asia Menor y que se asentaron en la isla de Creta en el año 3.000 a.C.

Este lugar estuvo habitado por pequeñas comunidades denominadas pelasgos, pero no es mucho lo que se conoce de ellos hasta hoy.

Sin embargo, se cree que estos eran más avanzados que el resto de los pueblos primitivos que vivían en el continente y se les llamó civilización cretense o minoica, palabra que se rescató de Minos, el rey mitológico que tuvo la isla de Creta.

Entre los siglos XIV y XIII a.C. la antigua Grecia sufrió la invasión de los aqueos, un pueblo proveniente de la Europa Central que prácticamente arrasó con la civilización minoica.

antigua Grecia

Destrucción de la antigua Grecia

Si bien destruyeron todo lo que encontraron a su paso, tiempo después se dieron cuenta de que los pelasgos eran un pueblo bastante avanzado y adoptaron su civilización superior, fundando aldeas y ciudades, siendo Micenas la ciudad más importante.

Es precisamente aquí donde surge la civilización micénica, que debió su riqueza a la ubicación en la montaña, ya que dominaba el camino más corto entre el golfo de Argólide y el de Corinto, el que muchos comerciantes usaban, pagando a los micénicos derechos de peaje.

Los aqueos se caracterizaron por ser buenos guerreros y muy buenos navegantes. Además, desarrollaron la agricultura y el pastoreo, al igual que la artesanía.

La sociedad micénica tenía su base en la familia patriarcal, integradas por personas de una misma descendencia y gobernada por el varón de mayor edad. La gran mayoría de las mujeres de esta sociedad eran de otras estirpes, como con frecuencia sucede en los pueblos invasores, lo que determinó el aspecto sincrético de su cultura.

Período heroico

La Edad Micénica duró aproximadamente 300 años (1.400 a 1.100 a.C.). Según muchos poetas, tuvieron reyes poderosos, lo que convirtió a esta época en un período heroico en el que grandes hombres realizaron numerosas hazañas.

Hacia el siglo XI a.C. Grecia fue nuevamente invadida. Esta vez fueron los dorios, una tribu que provenía de las regiones de Macedonia, Tracia y Epiro, y que conquistó prácticamente toda la península. Sin embargo, se establecieron en la Dóride, Argólida y Laconia. Otros invasores fueron los jonios, que habitaron Atenas, y los eolios, en la ciudad de Tebas.

Con la invasión doria finaliza el mundo micénico, y la antigua Grecia entra en una fase de decadencia que se prolonga hasta el año 776 a.C., período que recibió el nombre de Medievo helénico. Es aquí donde estos tres pueblos invasores se unen, recibiendo el nombre de pueblo helénico.