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Aikido significa «El Camino de la Paz de Espíritu» aunque como cualquier otra arte marcial (y cualquier traducción del japonés) las traducciones varían y también es conocido como «El Camino de la Paz» o «El Arte de la Paz». En cualquier caso es un arte marcial no violento, y en el particular caso del Aikido es realmente no violento, puesto que el objetivo es reducir al oponente sin necesidad de herirlo. En algunas prefecturas de Japón se exige que los policías sean cinturón negro de Aikido para asegurarse que son capaces de reducir a alguien sin hacerle daño.

Además de un mero ejercicio físico o una forma de autodefensa, el Aikido es una filosofía emparentada con otras tan antiguas como el sintoísmo o el budismo y sobre todo con el zen.
Tanto a nivel físico como espiritual busca la «armonía» entre las personas, buscando la unión y evitando la confrontación. Sobre el tatami, se busca la unión entre los practicantes para realizar movimientos en armonía más que vencer al contrario. Debido a que no se quiere fomentar en ningún momento el dualismo vencedor-vencido no hay ninguna forma de competición o combate en esta disciplina, y, debido a ello es poco conocida e incluso un poco «mística».

El Aikido nace después de la Segunda Guerra Mundial de mano del O Sensei Morihei Ueshiba budoka excepcional y profundo conocedor de las artes marciales tanto sin armas o con ellas. Tras mucho tiempo de práctica llegó a la conclusión que si en cualquier método de defensa influía la fuerza o el poderío físico se volvía inútil ya que siempre habría alguien más fuerte y mas hábil que uno y pasaría de vencedor a vencido. Así que creó un arte marcial que a diferencia de las demás no buscara oponerse al adversario sino unirse con él y neutralizar su ataque.

Para ello y basándose en las artes de la espada, la lanza y antiguas artes marciales creó el aikido que no sólo busca aprovechar la fuerza del adversario para juntarla a la propia (como hace el judo) sino desviarla para desequilibrar totalmente al adversario sin necesidad de fuerza añadida.
El Aikido se basa en ir en la dirección de la fuerza del oponente pero con sutiles cambios en la dirección para llevarlo a donde nos interesa (generalmente el suelo) pero con cuidado y sin dar golpes o barridos, después se le inmoviliza con alguna presa con el oponente boca abajo.

Requisitos para la práctica del Aikido

El Aikido es un arte marcial apta para todas las edades, pesos, sexo o condición física. No se necesita una gran estatura, peso o fuerza física .

Los practicantes de Aikido son desde niños (aunque es un Aikido más relajado) hasta personas de 80 años. Simplemente hay diferentes formas de hacer Aikido según la edad o capacidad física, desde luego alguien joven podrá «machacarse» más tiempo que alguien  mayor pero en el aspecto técnico puede ser mucho más efectivo el más viejo.

Equipo de Aikido

Principalmente un kimono. Preferiblemente de algodón como los de judo, pero también son válidos los más finos como los de kárate o tae-kwondo.

El cinturón puede ser uno como los de las demás artes marciales clásicas o un obi que es una especie de fajín también de algodón más largo y ancho que un cinturón normal.

Después se añade también un hakama (un pantalón parecido a una falda larga tradicional japonés) negro o azul.

También hay que tener algunas armas de madera:

Bokken: un sable japonés de madera que en Aikido se usa sin la guarda del puño.
Jo: bastón corto (1,28 m).
Tanto: cuchillo también de madera.
– Por último se suele llevar unas sandalias para cuando se está fuera del tatami.

Beneficios del Aikido

Los beneficios del Aikido son muchos: desarrollo proporcionado del cuerpo tanto masculino como femenino, corrige problemas de espalda, desarrolla el equilibrio y mejora la atención. A nivel mental mejora la convivencia, el compañerismo y la armonía con los demás.