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Muchas máquinas y artefactos que utilizamos en la actualidad necesitan de la electricidad para funcionar, y muchos de ellos nos ayudan a comunicarnos.

Algunos tienen estructuras muy simples, como las linternas y timbres. Otros son más complejos, como el teléfono y la lavadora, ya que, además de la electricidad, requieren de otras tecnologías.

Un sistema de comunicación eléctrico que vemos a diario es el semáforo. Este ordena el tránsito y comunica cuándo es posible pasar, cuándo es peligroso hacerlo y cuándo no se debe.

Aprendiendo sobre la electricidad

En toda la materia existen dos tipos de carga eléctrica: positiva (+) y negativa (-).

Las fuerzas que existen entre estas cargas producen efectos eléctricos.

Las pilas comunes que utilizamos nos proporcionan electricidad; tienen cargas eléctricas que nos permiten armar circuitos eléctricos para hacer funcionar aparatos simples.

Construye un semáforo

Armado de la caja

1.- Toma dos trozos de cartón de 25 x 10 cm.
– Perfora la tapa uno con tres orificios de 4 cm cada uno.
– Perfora la tapa dos con tres orificios de 5 mm cada uno. En ellos irá la base de cada ampolleta (figura 1).

2.- Para armar la caja, pega la tapa 1, 3, 4, 5 y 6.

3.- Pinta la caja armada con pintura negra y déjala secar (figura 2).

4.- Pinta las tres ampolletas, una de cada color (amarilla, verde y rojo).

Armado del circuito

1.- Toma la tapa dos y embute las tres ampolletas en los orificios que hiciste (según los colores del semáforo). (figura 3 y 4)

2.- Toma el cable negro y pélalo en tres partes, a la altura de cada ampolleta. Luego, enrolla las partes peladas en la base de las tres ampolletas. (figura 4)

3.- Pela el inicio y final de los cables verde, rojo y amarillo.  (figura 4)

4.- Enrolla uno de los extremos pelados de cada uno de estos cables en su respectiva ampolleta (el extremo del cable verde en la ampolleta verde, y así sucesivamente). El otro extremo te servirá para la conexión con la pila (figura 4).

5.- Para prender las ampolletas, deberás conectar ambos cables con la pila. Por ejemplo: para la luz roja, toma el cable rojo y el negro, y pon cada uno en un extremo de la pila, y la ampolleta se encenderá. Realiza lo mismo con las ampolletas verde y amarilla.

Ya tienes listo tu semáforo

El semáforo: un gran invento

A principio del siglo XX, las grandes aglomeraciones entorno a la ciudad, provocaron que los tacos sean cotidianos. Con el fin de poner remedio a estos aglutinamientos de tráfico en las grandes urbes surgió el semáforo.

El primer semáforo para controlar el tráfico nació en Londres, aunque antes ya se habían instalado semáforos ferroviarios y sistemas de luces para el control marítimo. Este primer semáforo para el tráfico tenía dos luces: Una roja y una verde, que eran de gas. Estos semáforos, se podían considerar avanzados, puesto que en la época romana utilizaban antorchas para regular el tráfico de las interminables calzadas romanas

Por fin en 1953, se inventaron los semáforos eléctricos que demostraron una vez más las amplias oportunidades que ofrece la electricidad. Con su nueva forma compuesta por tres luces, se transformaron en los productos más fiables para dirigir el tráfico después de la policía. La nueva luz amarilla, indica precaución.