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Odonatos

A este grupo pertenecen las libélulas, que conocemos con el nombre de matapiojos.

Tienen una apariencia bastante curiosa, ya que poseen unos ojos muy abultados, el abdomen muy largo y el tórax mucho más grueso, desde donde salen sus dos pares de alas. La cabeza, que es de gran movilidad, presenta un par de antenas pequeñitas, los ojos, y un fuerte aparato bucal con grandes mandíbulas adaptadas para cazar otros insectos.

¿Cómo se comportan?
La hembra se encarga de poner los huevos sobre el agua. Estos están recubiertos por una especie de gelatina que les permite adherirse a objetos sumergidos o a plantas acuáticas. De estos huevitos nacen las ninfas. Estas viven entre uno y cinco años en el agua, cazando larvas de insectos, gusanos y algunos renacuajos. En el momento de atacar a la presa, permanecen inmóviles, y en un segundo estiran el labio inferior, llamado máscara, con el que la capturan.

Himenópteros

Las abejas, junto a las avispas y las hormigas pertenecen a este grupo.

Las abejas
Estos conocidos insectos pertenecen al Orden de los himenópteros, junto a las avispas y las hormigas. Sus cuerpos, como el de todos los otros insectos, está dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen.

Son capaces de captar lo que sucede a su alrededor gracias a sus órganos sensoriales, además de sus enormes ojos, que les permiten orientarse y ver el color de las flores.

Las abejas son insectos sociales y siempre viven en comunidad (colmenas); en ella, cada una se encarga de desempeñar una función determinada e imprescindible para el buen funcionamiento de la colonia. En las antenas se encuentran el oído, el olfato y el tacto. El olfato les permite reconocer a sus compañeras.

Las hormigas
En el mundo existen aproximadamente 12 mil especies distintas de hormigas, muy diferentes entre sí, en aspecto y costumbres. Se encuentran en casi todas las regiones del planeta y miden entre un par de milímetros y algunos centímetros. Al igual que las abejas, son insectos sociales, ya que viven en colonias formadas por miles de ellas, que trabajan en equipo por el bien de la comunidad.

Si bien la mayoría carece de alas, hay algunos ejemplares que poseen dos pares que les permite desplazarse más rápido que con sólo sus seis patas típicas. En un hormiguero podemos encontrar fácilmente tres tipos o castas de ellas, similar a la organización de las abejas: reinas, obreras y machos. La reina se distingue del resto por ser la más grande de la colonia y sólo se dedica a poner huevos; nace con cuatro alas, pero las pierde después del vuelo nupcial.

Las obreras, que son muy numerosas, jamás tienen alas. Su función es cumplir con todas las tareas del nido y carecen de la condición de poner huevos. Al igual que el zángano, las hormigas macho -que siempre tienen alas- integran la colonia durante determinadas épocas del año. Su función es fecundar a la reina y luego morir.

Hemidípteros y dípteros

Dentro de los hemidípteros existen miles de representantes, pero los más característicos son las chinches. Y dentro de los dípteros los más comunes son las moscas.

Presentan un aparato bucal en forma de pico, el que aplican en los tejidos vegetales o animales, para absorber los jugos que le servirán de alimento. Existen hemípteros de dos alas, cuatro alas y sin alas. Por ejemplo, con cuatro alas está la cigarra y los pulgones; los sin alas, en cambio, son las chinches, que se crían en las camas, y las cochinillas.

Los dípteros se clasifican en dos Subórdenes: nematóceros (los de antenas largas) y braquíceros (los de antenas cortas). Los de antenas largas son esos mosquitos que pican y zumban en forma desagradable, más conocidos como zancudos.

Las más comunes, de antenas cortas, son las moscas, que siempre habitan nuestras casas y tanto nos molestan. Estos insectos poseen dos alas y un par de apéndices que son indispensables para que puedan mantener el equilibrio durante el vuelo. Tienen dos grandes ojos compuestos y unas uñas asociadas a almohadillas en los extremos de las patas, que les permiten andar por cualquier superficie.

Lo curioso de las moscas es que son capaces de hacer de todo: grandes acrobacias por el aire y andar patas arriba. Se pueden encontrar en todos los lugares imaginables, desde los polos hasta la selva húmeda. Muchas ayudan al hombre a polinizar sus cultivos, pero también existe una clase de moscas que pueden convertirse en plagas sumamente peligrosas, propagando enfermedades, como, por ejemplo, la mosca tse-tse, que provoca la enfermedad del sueño