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Más que un método de combate el kárate hace hincapié en la autodisciplina, la actitud positiva y los propósitos de rectitud. Se enseña profesionalmente a diferentes niveles, como una habilidad de autodefensa, como un deporte competitivo y como ejercicio de estilo libre.

Historia del kárate

Kárate es un arte marcial originado en Okinawa, modificado y transformado a una filosofía de vida por el Maestro Gichin Funakoshi. Hasta antes de sus modificaciones, era solamente un conjunto de técnicas que permitían defenderse, sin tener que recurrir a armas externas al cuerpo. Aunque existió amplia influencia de las artes marciales chinas, el desarrollo fue mayormente japonés.

El Maestro Funakoshi, influenciado por otras artes marciales tradicionales de Japón, como por ejemplo, Kendo, Judo, Kyudo, busco modificar el Kárate en un arte de lucha y enfatizó el arte desde el punto de vista filosófico, donde se podía tomar lo aprendido y usarlo en la vida cotidiana de cada practicante. Por ello el  Kárate era una forma de vida, era el Karate-do o camino del Karate.

El nombre Kárate está formado por dos ideogramas, uno Kara (vacío) y el otro Te (mano), el primero tiene varias connotaciones. La primera tiene relación con el hecho de que a través de su práctica se aprenden técnicas de defensa que no necesitan armas, aparte de las manos, pies u otras partes del cuerpo.  La segunda, y en las palabras del Maestro Funakoshi: «de la misma manera que un espejo claro refleja sin distorsiones, o el tranquilo valle devuelve los sonidos, igualmente un estudiante de Karate-do debe liberarse de todo pensamiento egoísta y perverso, pues sólo con una conciencia y mente limpia, podrá él, o ella, comprender aquello que recibe. Este es otro significado del elemento kara en Kárate». Otras connotaciones entregadas por el maestro son las de humildad y suavidad hacia el exterior, estas implican un vacío interno de egoísmo, actuar gentil y moderadamente.

Con lo anterior debe quedar en claro que Kárate-do y Kárate Budo son mucho más que una mera técnica de defensa, de hecho esa definición deja mucho que desear pues olvida lo esencial, el desarrollo de la interioridad y la búsqueda de la perfección del carácter, a través del riguroso entrenamiento de las artes marciales «do» o «budo».

Técnica y entrenamiento de kárate

El kárate es parecido al judo y al jujitsu pero refuerza las técnicas de pegar golpes letales y puñetazos, más que de luchar o derribar a un oponente. Los tres elementos fundamentales,  velocidad, fuerza y técnica, son vitales para los expertos en kárate. También son requisitos importantes la alerta constante, un agudo sentido de la medida del tiempo y el factor sorpresa.

Se presta gran atención a conocer los puntos más vulnerables del cuerpo humano que pueden ser atacados por medio de las manos, codos, rodillas o pies, que son la cara, el cuello, el plexo solar o pecho, la espina dorsal o columna, las ingles y los riñones. En competiciones o exhibiciones ordinarias de kárate sólo se permite como blanco el área del cuerpo por encima de la cintura y todos los golpes deben ser amortiguados.

Los golpes más usados son: manos cortantes o «manos cuchillo», puñetazos con los nudillos, golpes de aplastamiento, dedos punzantes, golpes de pie frontales, laterales, envolventes, saltos y pateos. En la lucha actual cualquiera de estos golpes puede ser fatal. La habilidad de un maestro de kárate, llamado sen sei, para partir una tabla o un ladrillo con un golpe de sus manos desnudas es proverbial.

El entrenamiento de kárate endurece las manos y los pies, metiéndolos en contenedores de arena, arroz o gravilla y golpeando sacos o costales de arena y tableros especiales de entrenamiento. Son importantes los ejercicios constantes para flexibilizar y endurecer los músculos del cuerpo. Los ejercicios de respiración profunda son también útiles porque la exhalación y los gritos repentinos acompañan los golpes directos y particularmente los finales, también llamados golpes mortales. Tales respiraciones y gritos ayudan en el ritmo de ataque del kárate, concentrando más fuerza en cada golpe o bloqueo y dando vigor psicológico a la persona mientras que desconcierta al oponente.

Instrucción y ejecución del kárate

El lenguaje del kárate es principalmente japonés: la sala de adiestramiento o gimnasio se llama dojo y la vestimenta que se utiliza en todas las prácticas se llama gi. Más de doscientos términos específicamente japoneses son usados para los distintos movimientos y golpes que se utilizan en secuencias de movimientos llamados kata.

Existen diversos grados de adiestramiento formalmente reconocidos en kárate, representados por el color del cinturón de tela que rodea al gi; los colores usuales en orden ascendente son: blanco, verde, morado, marrón y negro. Las calificaciones para los cinturones difieren de escuela a escuela, dependiendo del estilo y el nivel que se enseñe. El cinturón negro o dan es el máximo nivel en kárate y está también calificado en grados de pericia, siendo el décimo el dan de mayor nivel.