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Luego, durante los primeros 200 años de la Conquista, el cobre fue una industria pequeña que se realizaba básicamente en la zona norte del país. Recién en 1820 comenzó la expansión de la producción que abarcó desde la Región de Atacama hasta la Región del Aconcagua.

Durante los siglos 19 y 20, Chile se posicionó como importante productor de cobre a nivel mundial y recibió ingenieros y especialistas en minas y metalurgia desde el extranjero. Asimismo creció la inversión extranjera en el rubro minero, especialmente norteamericana, inglesa, francesa, alemana e italiana. Adelantos como el uso de carbón mineral, la construcción de ferrocarriles y nuevas fundiciones dieron un gran impulso a la minería nacional.

Luego de una baja en la producción de cobre a fines de 1800, el país vivió otro boom del cobre a inicio del siglo XX cuando varias compañías estadounidenses realizaron grandes inversiones para explotar los yacimientos de Chuquicamata, Potrerillos y El Teniente.

Chile consolidó su posición como segundo país productor de cobre en el mundo a mediados del siglo XX, después de Estados Unidos y después en la década de los ochenta pasó a ser primer productor mundial.

Luego de los procesos de chilenización, con la formación de sociedades mixtas entre el Estado de Chile y las empresas privadas extranjeras y la posterior nacionalización que culminó en julio de 1971, con la formación de sociedades mixtas entre el Estado de Chile y las empresas privadas extranjeras y la posterior nacionalización que culminó en julio de 1971, estos yacimientos pasaron a propiedad del Gobierno de Chile.

Mediante el Decreto Ley Número 1.350/76, se creó la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO-CHILE), que es la encargada de la explotación de ellos y de la comercialización del cobre que producen.

El verdadero boom de la industria cuprera estuvo determinado por un brusco aumento de la demanda mundial, debido a la aparición de la industria eléctrica, la expansión del sector de la construcción y una importante innovación tecnológica en Estados Unidos, que hizo rentable la explotación en gran escala de minerales con bajo contenido de cobre.

Durante la década entre 1990 y 2000, el sector minero mostró un dinamismo sin precedentes, resultado de una abundante inversión extranjera. El flujo de capitales mineros llegó a nuestro país gracias a la riqueza de su subsuelo y a su estabilidad política, social y económica.

La minería en general pero particularmente la del cobre, ha llegado a ser el sector más activo en el desarrollo de la economía nacional debido al monto de sus inversionistas y por la magnitud alcanzada en la producción de cobre.

Minería metálica en Chile

Chile es un país de grandes reservas de minerales. Dentro de la minería metálica se destaca la producción de cobre, hierro, molibdeno, manganeso, plomo, zinc, oro y plata. De estos productos, los de mayor interés son el cobre y molibdeno, siendo este último un subproducto de la producción de cobre. Como resultado de esta abundancia, la minería ha sido desde siempre la principal actividad productiva del país.

– Cobre. En Chile, la minería del cobre se encuentra compartida entre empresas privadas y empresas del Estado. CODELCO Chile, la Corporación del Cobre, es una empresa estatal autónoma, la más grande del país en la minería del cobre y la principal productora de cobre del mundo.
La región de Los Andes chilenos es considerada el principal depósito cuprífero del planeta, pues en ella se encuentra cerca del 40 por ciento de las reservas identificadas en el mundo. En este marco, CODELCO posee las mayores reservas mundiales de cobre, con alrededor del 20 por ciento del total del planeta.
Los principales productos comercializados por Chile, son los cátodos y concentrados de cobre, los que son exportados para procesarlos y obtener productos manufacturados. Su destino ha sido desde siempre los países industrializados y hoy en día, además, los países en proceso de industrialización, como China. Destaca la gran concentración de las exportaciones a los mercados de Asia y Europa Occidental, lo que refleja el alto grado de dependencia de la comercialización del cobre con esos mercados.

Molibdeno. Chile, después de Estados Unidos es el principal productor de molibdeno del mundo. Hasta el año 1994 CODELCO fue el único productor de Molibdeno en Chile a través de sus Divisiones Salvador, El Teniente, Andina y Chuquicamata.

Oro. La minería del oro se convirtió en una actividad importante a partir del año 1978, como resultado de la puesta en marcha de la mina El Indio que contribuyó en ese entonces. Otros yacimientos abiertos en 1992 son La Coipa, El Hueso, San Cristóbal, Escondida y otras operaciones cupríferas, donde el oro es un subproducto.

Plata. Como productor de plata, Chile se ubica en la tercera posición en América Latina, después de México y Perú, con características de importante productor mundial. El mayor productor de plata en Chile es la Compañía Minera La Coipa. También destacan CODELCO, La Escondida y Candelaria. La minería de la plata como actividad en sí prácticamente ha desaparecido, puesto que la producción de plata hoy en día es producto de la minería de cobre, oro y zinc. Su producción corresponde fundamentalmente a la plata contenida en barros anódicos y concentrados provenientes de la producción cuprífera estatal y privada y a aquella obtenida en las explotaciones auríferas.

Hierro. El grupo CAP S.A. de Inversiones es el único productor chileno de hierro a través de la Compañía Minera del Pacífico S.A. La producción se obtiene de los minerales El Romeral, El Algarrobo y Los Colorados. La planta de pellets de Huasco procesa los minerales de Algarrobo y Los Colorados. En El Romeral se producen minerales de embarque directo, los cuales poseen entre un 62% y un 65% de hierro, exportando un 8% y destinando el resto a abastecer la siderúrgica de Huachipato. En el periodo 2002 y primer semestre de 2003 se ha registrado un aumento del 24,8% en la producción de hierro.

Minería no metálica en Chile

Los minerales no metálicos son de una gran importancia en el proceso productivo de Chile, aunque, a simple vista, no lo parece. Muchos de los productos que usamos en forma cotidiana son minerales no metálicos, por ejemplo, en la construcción, en la industria química, en la elaboración de fertilizantes, etc. En nuestro país, en la región de Antofagasta, se destaca la producción de nitratos.

Los productos mineros no metálicos se denominan más apropiadamente «minerales industriales», ya que son un insumo para la industria. En ella se elaboran productos que pueden ser integralmente de origen mineral, que pueden incorporar parcialmente al mineral como relleno o cubriente, que pueden ser transformados en diversos productos químicos o que , simplemente, pueden ser utilizados funcionalmente en el proceso industrial. Por tal motivo, la demanda de estos recursos está vitalmente relacionada con el desarrollo industrial. Así ocurre en los países industrializados, donde la minería no metálica es de mayor importancia que la metálica, factor que es necesario tener en cuenta cuando se postula un desarrollo integral para nuestra propia minería.

Los principales recursos no metálicos con producción en nuestro país son: apatita, arcilla, azufre, baritina, bentonita, boro, caolín, carbonato de calcio, carbonato de litio, cloruro de sodio (sal de roca), cuarzo, diatomita, dolomita, feldespato, lapislázuli, mármol, oxido de hierro, puzolana, nitratos, sulfato de sodio, talco, wollastonita, yeso y yodo.

Por otro lado, los productos que representan el mayor volumen de las exportaciones en la minería no metálica son el cemento (clinquer y otros cementos), fosfatos (fosfato de amonio, superfosfatos y roca fosfórica), carbonato de sodio y potasio (cloruro de potasio, otros fertilizantes potásicos y sulfato de potasio) y, próximamente, la sal (cloruro de sodio).


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