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 Aunque el 10 de agosto es oficialmente el Día del Minero, hace ya varios años que el sector celebra durante todo el Mes a la Minería. Esto se ha convertido en una oportunidad para que el país pueda conocer mejor el sector: cómo trabajan los mineros de hoy, cómo aportan éstos al desarrollo del país y cuál ha sido su rol a lo largo de nuestra historia.

Desde que Chile es una nación independiente, la minería ha sido particularmente marcadora y protagónica, tanto de la cultura como de la economía y el desarrollo del país y sus personas. No podemos olvidar, por ejemplo, el impacto que tuvo el salitre en el norte de Chile, el papel de las minas de carbón en el sur y el boom del cobre en la actualidad, que es un pilar fundamental para nuestro actual y futuro crecimiento.

Sin embargo, aunque Chile es indiscutiblemente un país minero, gran parte de la sociedad nacional todavía desconoce la relevancia y la realidad moderna del rubro. Con el propósito de contribuir al conocimiento del entorno que rodea al sector minero, todos los años, durante agosto, se efectúa una serie de actividades. Algunas están orientadas a los trabajadores de las minas y otras a la comunidad en general.

Conoce el desarrollo de la actividad minera en el país desde la época de la Colonia. 

 

San Lorenzo y el Día del Minero

San Lorenzo

 

En Chile, el Día del Minero se celebra el 10 de agosto en honor a San Lorenzo patrono de la minería, sacerdote español que vivió en Roma durante el siglo III d. de C. y que dedicó su vida religiosa a la administración de los bienes de la Iglesia.

Cuenta la leyenda que el emperador de la época, Valeriano exige a la Iglesia la entrega total de sus bienes y dicta la muerte del Papa Sixto II. El cuidador de los tesoros de la Iglesia, Lorenzo, fue mandado a apresar por el Emperador y le exigió la entrega de todos los tesoros ricos en oro y plata. Pese a correr peligro, el diácono le pidió tres días a la autoridad para reunirlos. Entonces Lorenzo, desobedeció la orden del Emperador y enterró los metales preciosos y demás objetos de la Iglesia. En lugar de los objetos materiales, Lorenzo reunió a los pobres, ancianos y enfermos y los presentó ante Valeriano como el verdadero tesoro de la Iglesia.

Cuando el Emperador se vio burlado por Lorenzo se llenó de ira y decidió un castigo ejemplar condenándolo a morir en una parrilla ardiente, el 10 de agosto. A pesar de la horrible sentencia, se dice que San Lorenzo permaneció sereno y nunca reveló el lugar donde había escondido el tesoro.

No existe claridad respecto del momento en qué San Lorenzo se convierte en patrono de la Minería, sin embargo se deduce que debido a que enterró tesoros de preciosos metales, se relaciona directamente con el trabajo que a diario realizan los mineros.

La creencia en este santo se instala en nuestro país con la fundación de la ciudad de Tarapacá. Los mineros prontamente se hicieron cargo de la celebración del santo construyendo un templo, participando activamente de sus celebraciones y peregrinando a esta ciudad cada mes de agosto.