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Los tres principales dioses Odín, Thor y Frey, fueron comunes en todos los reinos. Según el historiador de religiones francés Georges Dumézil, estas tres deidades representaban las funciones de la sociedad indoeuropea: autoridad, poder y fecundidad.

Los dioses germánicos se agrupaban en Aesir o Ases, y en Vanes. Los primeros eran guerreros y encarnaban las funciones religiosas y aristocráticas, liderados por Odín y Thor. Los vanes eran pacíficos y benévolos.

Eran divinidades de los campos y los prados, de los bosques, de la luz y la fecundidad. Todos los bienes conseguidos por los hombres se debían a su mediación, incluso los provenientes del comercio, la navegación y la riqueza. Su máximo representante era Frey.

Este tipo de separaciones o agrupación entre los principales dioses también se ha encontrado en otros pueblos indoeuropeos. Odín o Wodan.

Era el jefe de los Aesir, la suprema autoridad cósmica, padre universal, rey de los dioses y señor del Valhalla. Era guerrero. Perdió su ojo a cambio del gran poder y sabiduría del pozo de Minir. También se lo relaciona con la poesía -muy apreciada por los vikingos- y la magia.

Principales dioses germánicos

Los principales dioses germánicos poseían diferentes habilidades o poderes que generaban temor entre los habitantes de esas naciones. Estos son algunos de ellos:

Thor o Donar

Era la personificación de la fuerza, la divinidad del rayo y el trueno; honrado y sincero. Ejerció la supremacía entre los dioses durante el período vikingo, debido a la importancia del ideal guerrero.

Fue muy popular entre los colonos islandeses que habían huido al sur de Noruega para evitar las actividades inspiradas por Odín. Miles de ellos revelaron su fidelidad al elegir apellido: Thorsten o Thorolf eran los más corrientes.

Thor vivía en el palacio más grande de Asgard, Bilskirnir, con quinientas cuarenta habitaciones (el mismo número que el de las puertas del Valhalla).

En estas alojaba espléndidamente a todos los humildes jornaleros tras su muerte, asegurándoles la felicidad eterna -al igual que sus amos y señores, los guerreros, en el Valhalla- para compensar lo que habían padecido en la tierra.

principales dioses
Thor, obra de Mårten Eskil Winge

Frey o Freyr

Era el dios de la fecundidad de los hombres y la tierra. Hijo del dios del grupo de los vanes de nombre Njord y de una giganta, y hermano de Freyja. Era representado con un desmesurado falo. Gobernaba la lluvia y la salida del sol. Por tanto, de él dependía el crecimiento de las plantas y el resultado de las cosechas.

Tenía un caballo tan rápido como el viento y una espada que se movía sola. Su carro era tirado por un jabalí de poderosos colmillos.

Loki

Era el demonio del fuego. En un principio fue considerado dios, pero debido a sus acciones perversas fue expulsado de Asgard. Se le culpa de la ruina de los dioses.

Perteneciente a la mitología nórdica, era hijo de los gigantes Farbauti y Laufey. Pese a no ser un dios, detalla su historia, se codeaba y mezclaba entre ellos, llegando a ser considerado un hermano de Odín, hasta el asesinato de Balder.

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Loki, en una imagen islandesa. Foto: Wikipedia

Frigga o Frigg

Era una diosa sensata y prudente; protegía los matrimonios y la maternidad. Era la esposa de Odín.

Tyr, Tiuz o Ziu

Uno de los principales dioses al ser considerado el dios de la Guerra. Su invencible espada era el símbolo de su divinidad y valentía. Hijo de Odín y Frigga, o tal vez de Odín y una giganta. Como con frecuencia era quien concedía la victoria. Se le invocaba antes de las batallas.

Heimdall

Era el dios de la luz. Grande y hermoso, sus dientes eran de oro puro. Armado de una espada, cabalgaba sobre un caballo de resplandecientes crines. Era el centinela del Bifröst (arco iris).

Veía lo mismo de día que de noche, y casi no necesitaba dormir. Era enemigo de Loki, pues este se burlaba de su rol como guardián.

Balder

Hijo de Odín y Frigga. Al igual que Heimdall, era un dios de la luz, tan hermoso que su presencia llenaba todo de claridad. Era muy sabio y amado; transmitía felicidad y esperanza.

Freyja

Se incluye dentro de los principales dioses debido a que recibía a los guerreros muertos llegados a Asgard, ya que era la primera valkiria y su capitana.

Hel o Hela

Hermana de Fenrir e hija de Loki, reina del infierno, donde fue arrojada por los dioses. Vivía en el palacio de Eljudner (palacio de la miseria), cuya puerta principal se llamaba Falanda Forad (el principio) y cuyo vestíbulo recibía el nombre de Bilkanda (maldición). Tenía dos servidores: Ganglad (retraso) y Gangled (pereza).

Otras diosas fueron: Fulla, símbolo de la fecundidad y guardiana de las joyas de Frigga; Hlin, que consolaba a los mortales; Gna, la veloz mensajera; Vara, que se preocupaba del cumplimiento de los juramentos y de castigar el perjurio; Lofn, la diosa del amor.

Vjofn, fue garante de la paz y la concordia; Eira, maestra de medicina para las mujeres, que eran las únicas que podían practicar esta ciencia entre los nórdicos; Syn, guardiana del palacio de Fensalir; Gefjon, la patrona de los que morían solteros; Vör, que sabía todo lo que en el Universo ocurría; y Snotra, la representación de la virtud.

Historia de Fenrir y Tyr

principales dioses

El terrible lobo Fenrir, junto a la serpiente Jormungand y a la diosa de la muerte Hel, fue uno de los monstruosos hijos del dios Loki y la gigante Angur.

Odín trató de domesticarlo mientras era un cachorro, y se lo llevó a Asgard. Tyr era el encargado de alimentar a la fiera, ya que era el único que se atrevía a acercársele.

Como la conducta de Fenrir no cambió al crecer, los dioses acordaron sujetarlo con cadenas, pero el lobo las rompía con facilidad. Entonces los dioses encargaron a los elfos algo indestructible.

Mezclando los pasos de un gato, el celo del oso, la voz de los peces, saliva de pájaros, la barba de una mujer y la raíz de una montaña, tejieron una cuerda irrompible, Gleipnir, que se apretaba cada vez que era tirada.

Se fueron todos, dioses y lobos, a la isla de Lyngvi, para proponer a Fenrir que probase su resistencia. Como insistían, aceptó, pero con la condición de que uno de ellos pusiera su brazo dentro de sus fauces, para pagar por si algo salía mal.

Tyr fue de nuevo el elegido. Puso su brazo dentro del hocico de Fenrir mientras se le ataba el Gleipnir al cuello y a las garras. El lobo estiró y estiró la atadura, pero esta solo se apretó cada vez más.

Mientras los dioses reían, Tyr perdió la mano derecha. El lobo aullaba furioso, por lo que los dioses le metieron una espada en la boca, para acallarlo. De la sangre que surgió de su paladar brotó el río Von. Allí quedó Fenrir, esperando el día final para poder vengarse.