Skip to main content

Hay una serie de características que definen la concentración poblacional en el mundo. La primera de ellas se refiere al alto porcentaje de personas (90 por ciento) que viven en el hemisferio norte, debido a que en esta área se encuentra la mayor parte de las tierras emergidas. La segunda característica se relaciona con la influencia de las condiciones naturales, como el clima y el relieve. El clima influye directamente en los asentamientos humanos. Las bajas temperaturas y la aridez ofrecen condiciones muy difíciles, al igual que el exceso de precipitaciones y las temperaturas muy altas. Por esta misma razón, las regiones polares y áridas de ambos hemisferios, así como las selvas ecuatoriales, son áreas muy poco pobladas.

El relieve influye en forma variada según la latitud (distancia de un lugar al ecuador de la Tierra). Las montañas actúan como obstáculos; en cambio, las llanuras concentran el mayor número de habitantes.

Las áreas más aptas están habitadas por una significativa cantidad de población y se conocen como ecúmene. Entre las regiones que integran el ecúmene destacan, tanto por su extensión como por la cantidad de población que reúnen, las llanuras y valles bajos con clima tropical, cálido y húmedo del este y sudeste asiático. En estos lugares, a pesar de que las lluvias provocan el desborde de los ríos, las inundaciones se controlan gracias a la aplicación de técnicas hidráulicas que permiten aprovechar el agua en el regadío de las plantaciones de arroz.

Lugares similares, aunque menos extensos, se encuentran cerca del golfo de Guinea, en África occidental, en el este y el sudeste de Brasil, y en el sudeste de Estados Unidos.

Destacan también las llanuras de clima templado que ofrecen suelos aptos para producir cualquier tipo de cultivo. Estos lugares los encontramos en Europa, en el centro de los Estados Unidos, en el norte de China y en el oeste de Rusia. Menos pobladas son las llanuras de Argentina, Australia y Sudáfrica.

El ecúmene está integrado, igualmente, por algunas áreas montañosas de América del Sur (los Andes), Centroamérica (México), Asia (Nepal, islas Filipinas), África central y oriental.

La última área del ecúmene la constituyen los oasis que aparecen en medio de los desiertos.

El anecúmene se puede definir como aquellos lugares deshabitados o con escaso número de población. Entre las áreas que forman el anecúmene se ubican las tierras ricas en recursos forestales, con grandes formaciones vegetacionales, o con yacimientos mineros. Nos encontramos en este caso con las selvas y los bosques tropicales de latitudes bajas, como la región del Amazonas en Sudamérica, y el sector centro occidental de África e Indonesia. Están presentes también en las estepas de Argentina, Estados Unidos y Australia.

Abarca también los desiertos, cuya ocupación humana depende de los recursos mineros; las tierras frías de las altas latitudes; y la alta montaña, que se aprovecha para los deportes turísticos.

La mayoría de las zonas anecúmene que registran algún tipo de población, lo hacen solo por ciertos períodos de tiempo y en función de alguna actividad económica determinada.


Warning: Invalid argument supplied for foreach() in /www/wwwroot/www.icarito.cl/wp-content/themes/icarito-v1/template-parts/content-relacionadas.php on line 13