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Según su anatomía y forma, los peces pueden ser clasificados en tres grandes grupos o Clases: los ciclostomata, con formas bastante arcaicas, considerados también como peces sin mandíbula; los condrictios o peces cartilaginosos, y los osteictios o peces óseos.

Ciclostomata

Estos peces se caracterizan por la simplicidad de su esqueleto, que corresponde al de un vertebrado muy primitivo.
Dentro de los ciclostomata figuran los petromizontidos y los mixinoideos. Estos seres se caracterizan por la simplicidad de su esqueleto, que corresponde al de un vertebrado muy primitivo.
Los petromizontidos tienen un cuerpo anguiliforme (en forma de anguila), y a pesar de poseer una boca inmóvil, son unos voraces depredadores. Esto lo han conseguido gracias a que esta estructura tiene forma de ventosa, con dientes córneos muy afilados, por lo que cuando la lamprea, uno de sus integrantes, ataca a su presa, se adhiere fuertemente a la superficie de su cuerpo. Por si esto fuera poco, en su boca poseen unas glándulas cuya secreción impide la coagulación de la sangre, con lo que el pez depredado se desangra con mucha rapidez.

Existen especies que habitan en el mar (Petromyzon marinus); ríos (Lampetra fluvialitis) y arroyos (Lampetra planeri).

Los mixinoideos o mixinos (conocidos como peces bruja o anguilas babosas) también poseen un cuerpo de forma larga y cilíndrica, aunque más parecido al de un gusano que al de una anguila, pues es más sencillo. Viven en los fondos marinos, incluso a gran profundidad, donde sepultan la mitad de su cuerpo dejando afuera sólo el orificio nasal y la boca, preparados para captar el alimento. Este puede ser restos de otros animales que caen al fondo del mar, pero también peces vivos con dificultad para moverse, a los que atacan introduciéndose entre las branquias y segregando un líquido que recubre el epitelio respiratorio, lo que acaba por asfixiar a la víctima.

La reproducción de los ciclostomata (marinos y de agua dulce) ocurre cuando alcanzan la madurez sexual en primavera o a principios del verano. Nadan hacia aguas claras y los rápidos de los ríos, donde buscan un lugar adecuado para hacer su nido. Después, la hembra se adhiere a una piedra y el macho se fija sobre ella, utilizando ambos sus embudos bucales. Parcialmente entrelazados, el macho y la hembra descargan los espermatozoides y óvulos (células sexuales), que son fecundados externamente. Los nuevos individuos nacen al cabo de un mes, en forma de pequeñas larvas, y cuando alcanzan entre doce y quince milímetros, abandonan el nido para buscar aguas quietas.

Condrictios

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Tal como lo indica su nombre, su esqueleto está hecho de cartílago, una sustancia flexible y resistente pero menos dura que el hueso.
Durante el Período Devónico aparecieron los primeros peces con esqueleto cartilaginoso. De ellos derivaron los escualos, las rayas y las quimeras. Tal como lo indica su nombre, su esqueleto está hecho de cartílago, una sustancia flexible y resistente pero menos dura que el hueso.
El cuerpo de este tipo de peces posee dos grupos de aletas pares: escapulares o anteriores, y pelvianas o posteriores.
La boca presenta mandíbulas y dientes que por lo general se abren en la cara ventral de la cabeza.
Tienen un par de aberturas nasales ubicadas a ambos lados del rostro y los ojos, detrás de los cuales existe un agujero denominado espiráculo, que conecta la cavidad faríngea con el exterior y sirve como vía de circulación del agua que pasa por el aparato branquial.
La piel casi siempre está cubierta por los dentículos dérmicos o escamas placoideas, que al estar muy unidos producen al tacto una sensación de gran aspereza. En las cercanías de la boca, estas mismas escamas dan origen a los dientes.

Una característica muy importante dentro de este grupo de peces es la dieta, siendo la mayoría carnívoros (existen especies que comen plancton, e incluso hay algunas vegetarianas), y la carencia de la vejiga natatoria; es decir, del órgano que les permite flotar.
En algunos casos existe dimorfismo sexual, que se presenta en características como la presencia de órganos sexuales en el macho, menor tamaño respecto de la hembra y dentición diferente.
La fecundación es interna y el número de huevos bastante pequeño. Los huevos son grandes y poseen una cubierta que varía en forma y tamaño según la especie. Ciertos tipos de condrictios son ovovivíparos, lo que significa que no ponen huevos en el exterior sino que las hembras los incuban internamente y paren una cría semejante a los adultos.

División de los condrictios

Los peces cartilaginosos pueden dividirse en dos grupos: el de los plagióstomos y el de los holocéfalos. Los primeros se caracterizan por poseer cinco o más aberturas branquiales; los segundos, en tanto, sólo tienen una abertura branquial externa a cada lado.
Dentro de los plagióstomos encontramos a los escualiformes y a los batoideos o rayiformes.
Los escualiformes tienen cinco a siete branquias ubicadas a los lados de la cabeza, su cuerpo es fusiforme, sus dientes agudos o cortantes, y sus aletas bien desarrolladas. Los escualos más típicos son los tiburones, que pueden llegar a ser de gran tamaño y sumamente voraces, incluso con el hombre. Sin embargo, también hay otras especies bastante menores, que no revisten peligro porque se alimentan de presas pequeñas, como moluscos y pequeños peces.

Escualiformes
Dentro de los escualiformes aparecen otras categorías:

– Hexánquidos: presencia de una sola aleta en el dorso.

– Escílidos: presencia de dos aletas en el dorso, situadas muy cerca de la región anal (especie de este tipo: pintarroja).

– Isúridos: gran tamaño y dentición poderosa. Amplias aletas anterior y caudal (especie de este tipo: marrajo, jaquetón).

– Alópidos: extraordinario desarrollo de la aleta caudal, tan larga como el resto del pez (especie de este tipo: pez zorro).

– Cetorrínidos: cuerpo fusiforme, par de aletas dorsal y caudal muy desarrolladas (especie de este tipo: peregrino o tiburón ballena).

– Galeidos: presencia de una membrana en la cara interna del borde inferior de cada ojo (especie de este tipo: tintorera).

– Esfírnidos: costados de la cabeza con prolongaciones hacia los lados que llegan a formar una pieza transversal (especie de este tipo: pez martillo).

– Escuálidos: carencia de aleta anal (especie de este tipo: mielga).

– Escimnorrínidos: carencia de aleta anal, sin espinas en las aletas (especie de este tipo: carocho, tiburón de Groenlandia).

Los batoideos o rayiformes

Poseen un cuerpo cuyas aberturas nasales y los cinco pares de branquias se sitúan en la cara ventral. Losojos y los espiráculos están en la superficie dorsal de la cabeza.
Las aletas pectorales se ensanchan notablemente y se fusionan con el tronco y la cabeza, lo que proporciona al cuerpo un aspecto ensanchado.
Las aletas impares se ubican sobre la cola y son de pequeño tamaño.

La natación la realizan mediante movimientos ondulatorios de las amplias aletas pectorales, aunque normalmente están posados y mimetizados en el fondo marino.
Su alimentación -de tipo sedentario- la consiguen atacando inesperadamente a su presa.

En el grupo de los batoideos encontramos los siguientes:

– Rínidos: se podría decir que son formas de transición entre los escualos y los batoideos (especie de este tipo: pez ángel).

– Prístidos: rostro prolongado en un apéndice largo y aplanado (especie de este tipo: pez sierra).

– Rinobátidos: se les denomina comúnmente guitarra, por su forma ensanchada que asemeja esta caja de resonancia (especie de este tipo: Rhinobatus rhinobatus).

– Torpedínidos: tronco y par de aletas anteriores que adoptan la forma de un disco redondeado. Tienen la facultad de acumular un fuerte potencial eléctrico (especie de este tipo: tremielga, tembladera).

– Ráyidos: cabeza, tronco y aletas del primer par se unen para formar un disco de bordes delgados y contorno casi romboidal (especie de este tipo: raya áspera, raya pintada).

– Trigónidos: cuerpo parecido a las rayas, pero con cola similar a una fusta larga y flexible (especie de este tipo: mantellina).

– Miliobátidos: grandes aletas pectorales similares a las alas de un ave (especie de este tipo: águila marina).

– Mobrílidos: par de prolongaciones similares a unos cuernos en la parte anterior de la cabeza (especie de este tipo: pez manta).

El segundo grupo de peces condrictios corresponde, como dijimos, a los holocéfalos, dentro de los cuales aparecen los llamados quiméridos. Se parecen a los peces óseos por tener a cada lado una abertura branquial externa, pero su aspecto es bastante particular: cabeza voluminosa desde la cual el cuerpo se alarga y se atenúa hasta convertirse la región caudal en una especie de fusta flexible.
Los quiméridos son ovíparos. El huevo es grande y provisto de una cápsula de textura córnea constituido por tres porciones que corresponden a las regiones cefálica, del tronco y caudal del embrión. En Chile destaca el pejegallo.

Los osteictios

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Se caracterizan por tener -a diferencia de los peces cartilaginosos- el esqueleto total o parcialmente osificado.

La clase de los peces óseos es la más numerosa dentro de la inmensa variedad que existe. Se caracterizan por tener -a diferencia de los peces cartilaginosos- el esqueleto total o parcialmente osificado.
La forma del cuerpo es fusiforme, aunque un poco comprimida sobre todo en la región caudal; pero esta condición no es extensiva para todas las especies, por cuanto unas presentan formas comprimidas, asimétricas, de globo o más sofisticadas, como el famoso caballito de mar o el pez alga.

En el extremo anterior de la cabeza se encuentra la boca, ocupando una posición más o menos terminal. Las aberturas nasales son una a cada lado, detrás de las cuales se ubican los ojos, rodeados de un párpado circular.

Las aletas varían mucho en cuanto a su forma, número y posición, e incluso hay casos donde se encuentran completamente atrofiadas. En la mayoría de las especies óseas se distribuyen de manera similar que en los peces cartilaginosos, con una, dos o más aletas en el dorso (dorsales), una en el extremo de la cola (caudal), otra más abajo de la región caudal (anal) y dos pares situadas en la región del tronco, las pélvicas en la zona ventral y las pectorales a los costados.
Respecto de las escamas, los peces óseos pueden tener dos tipos: escamas rómbicas o circulares (cicloideas), cubiertas de esmalte duro y ordenadas en forma de mosaico; y escamas más flexibles (ctenoideas), con una superficie lisa y con puntas como peineta en el extremo, que se adhiere al cuerpo.

La reproducción de los peces óseos en casi todas las especies es ovípara y la cantidad de huevos suele ser numerosa, lo que representa una fecundidad enorme.
Su dieta es por lo general de tipo carnívoro y encuentran su alimento en todos los grupos zoológicos. Los peces marinos se nutren de otros peces, crustáceos, gusanos o moluscos; los de agua dulce consumen gran cantidad de crustáceos, insectos acuáticos, larvas de insecto y renacuajos. También hay especies que se alimentan de sustancias vegetales. Los dientes y el tubo digestivo se relacionan igualmente con el régimen alimenticio por lo que las especies carnívoras suelen tener dientes agudos e intestino corto, y las herbívoras dientes cortantes o trituradores y el intestino largo.


División de los osteictios

Los peces osteictios u óseos pueden dividirse en tres grupos: crosopterigios (con aletas provistas de muñón basal), dipnoos o dipneustos (con órganos parecidos a los pulmones) y los actinopterigios (con aletas radiadas) que son los más abundantes en la actualidad.

Los crosopterigios son un grupo primitivo que se caracteriza por la forma y esqueleto de las aletas del primer par. Tienen la vejiga natatoria dividida en dos sacos, que aunque funcionan como pulmones, solo sirven para apoyar la respiración branquial, pues por sí solos son insuficientes para cumplir totalmente esta función. En la actualidad este grupo está totalmente extinto y solo sobrevive una especie, el celacanto (Latimeria chalumae), que vive en las profundidades del océano Índico.

Los dipnoos, dipneustos o pulmonados son semejantes a los crosopterigios respecto de la forma de las aletas y la función de la vejiga natatoria. Sin embargo, los dipnoos tienen una mandíbula superior constituida por los huesos que en los demás peces forman parte del paladar, sin que existan los maxilares y premaxilares.
La vejiga natatoria tiene numerosas cavidades, por lo que se asemeja aún más a un pulmón, ya que hay mayor superficie para el intercambio gaseoso. Funciona con gran eficacia en este tipo de peces, lo que les permite vivir fuera del agua durante largos períodos de tiempo.
Las aberturas nasales se esconden bajo un repliegue del labio superior y el cuerpo se recubre con escamas cicloideas.
Actualmente los dipnoos están representados por muy pocas especies distribuidas en tres géneros: Neoceratodus, Protopterus y Lepidosiren, existentes en ríos de Australia, África y América del Sur.
Los representantes de cada género son la barramunda, el protóptero y la lepidosirena, todos ellos habitantes de aguas dulces.

Los actinopterigios destacan porque algunas especies presentan aletas radiadas y no poseen orificios posteriores de las fosas nasales (coanas). Dentro de esta categoría se incluyen las infraclases de los ondrósteos, Holósteos y Teleósteos.
El grupo de los condrósteos no tiene el esqueleto bien osificado y manifiestan características primitivas, como escamas óseas sobre la cabeza. Solamente dos grupos de estos animales existen todavía en la actualidad, los polypterus (biquir del Nilo, biquir del Senegal) y los accipenser (esturión, pez espátula).
Los holósteos están representados por el lepisosteus (sollo americano) y el amia (Amia calva), ambos peces de agua dulce que habitan en América del Norte y Central. Son especies bastante voraces, capaces de devorar gran cantidad de peces y crustáceos.

Los teleósteos -que constituyen la gran mayoría de los peces actuales- se consideran como peces modernos, al tener un esqueleto bien osificado y perder caracteres arcaicos propios de los condrósteos. Existen especies que viven en ambientes inhóspitos, como aguas termales de gran salinidad y cuya temperatura puede superar los 46° Celsius; otros, en cambio, son capaces de vivir a cero grado gracias a la existencia de una sustancia anticongelante presente en los tejidos y la sangre.

Estos peces incluso pueden salir fuera del agua y respirar el oxígeno atmosférico. Ejemplo de ello es el perioftalmo, un pez habitante de África y la Polinesia que se arrastra en tierra con la ayuda de las aletas delanteras. Asimismo, algunos peces han desarrollado enormemente sus aletas pectorales y pueden saltar fuera del agua y planear algunos metros, como en el caso de los peces voladores.

Anatomía de los peces

Los nadadores más rápidos presentan un cuerpo de aspecto fusiforme perfectamente hidrodinámico, como el atún, el salmón o el bacalao. Los nadadores resistentes tienen el cuerpo más alargado, como es el caso de las anguilas o el de los pejesapos. Los peces que viven en el fondo marino y los de aguas dulces presentan un aplastamiento dorsoventral (especies bentónicas, como rayas y peces rata). Algunas otras especies son prácticamente esféricas, como el pez luna, cuyo cuerpo tiene forma de un grueso disco, o el pez globo, que al excitarse adopta una forma esférica cubierta de púas.

La cabeza

En los peces el extremo anterior de la cabeza es agudo, y por encima de la boca se forma una prolongación que se llama rostro. A los lados del rostro se sitúan las aberturas nasales, aunque hay peces en los cuales se ubican en la cara ventral.

Los ojos son redondos, planos y grandes. Carecen de párpados y en algunas especies se desarrolla una membrana sencilla horizontal o dos verticales.

La boca suele estar en el extremo anterior de la cabeza o debajo, cuando existe un hocico o rostro. Otras veces ocupa una posición superior, en especial cuando la mandíbula inferior es más larga que la superior.

Órganos reproductores

Las branquias son los órganos respiratorios de los peces, y están formadas por una serie de laminillas cutáneas, cubiertas por una fina piel, ubicadas sobre los arcos branquiales, sean estos óseos o cartilaginosos. Tienen una gran irrigación sanguínea y a ello deben su color rojo intenso. Estas branquias son conocidas como agallas y se ubican generalmente bajo un opérculo (tapadera) en la parte posterior de la cabeza.

El agua aspirada a través de la boca, pasa por entre las laminillas branquiales, donde se produce el intercambio gaseoso; es decir, la sangre absorbe el oxígeno y descarga el anhídrido carbónico. Algunos peces rápidos, como la caballa, nadan con la boca entreabierta, produciendo así una corriente de agua continua a través de las branquias, que provee del oxígeno necesario para su intensa actividad natatoria.

Aletas

Los órganos locomotores que más caracterizan a los peces son las aletas. Pueden ser de dos tipos: pares, situadas en los costados, detrás de la cabeza, como las pectorales, o situadas en la región ventral, como las pélvicas, que se utilizan como timones para encauzar la dirección; e impares, como la caudal o la cola, la anal y las dorsales (una o más).

La aleta caudal sirve para impulsar al pez, mientras que la anal y la dorsal se utilizan como estabilizadores.

En los peces óseos, las pectorales están unidas al cráneo; en los peces cartilaginosos, están insertas en la musculatura por medio de elementos cartilaginosos independientes.

Cola

La cola comienza cerca del ano y en la mayoría de los peces termina en una aleta caudal. La parte musculosa recibe el nombre de pedúnculo caudal y desempeña, junto con la aleta caudal, un papel importante en los movimientos y en la orientación dentro del agua. La forma del pedúnculo y de la aleta inciden en la velocidad y la motricidad para las distintas especies.

La aleta anal, generalmente pequeña, se ubica justo tras la abertura anal. Las aletas dorsales, ubicadas en la línea media superior del pez, pueden ser una o varias (como en el caso de las sierras y atunes) e incluso pequeñas y adiposas, como la aleta dorsal posterior de salmones y truchas.

Piel y escamas

La piel de los peces se compone de dos capas principales: la epidermis, ubicada en el exterior, y la dermis, que se asienta sobre los músculos. Las secreciones de las numerosas glándulas mucosas situadas en la epidermis confieren al cuerpo el característico tacto resbaladizo, que reduce la fricción del agua y dificulta la fijación de parásitos sobre el animal.

La mayoría de los peces están recubiertos de escamas que les protegen eficazmente del medio. Estas se desarrollan a partir de pliegues dérmicos recubiertos de una epidermis con gran cantidad de queratina (sustancia que constituye la capa externa de la epidermis de los vertebrados); pudiendo ser de varios tipos:

– Escamas placoideas: son las más primitivas. Se puede decir que este tipo de escamas son como dientes cutáneos, compuestos de pulpa dentaria, marfil y esmalte. Son típicas de los tiburones; de ahí que su piel se sienta como lija.

– Escamas cicloideas: son de gran espesor, con forma de rombo o elípticas y se recubren de un esmalte brillante. El conjunto de estas escamas constituye una verdadera coraza protectora, tal como ocurre en el caso de las percas.

– Escamas ctenoideas: son semejantes a las escamas cicloideas, pero uno de sus bordes basales está provisto de dientes (como una peineta). Este tipo de escamas es el más abundante entre los peces.