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INDICE

Nació en Concepción el 20 de agosto de 1786. Sus padres fueron los aristocráticos criollos José María Prieto Sotomayor, capitán de Dragones de la Frontera, y Carmen Vial y Santelices. Tuvo cinco hermanos.

Al terminar sus estudios en el seminario (1805), José Joaquín se incorporó en las Milicias de Caballería de Concepción.

En 1810 se incorporó a la Lucha por la Independencia. En esta tarea conoció en Buenos Aires a una de las más agraciadas jóvenes rioplatenses, Manuela Warnes García de Zúñiga con la que contrajo matrimonio el 25 de julio de 1812. De esta unión nacieron Victoria y Joaquín.

Tras el Desastre de Rancagua, Prieto Vial emigró a Argentina y en Mendoza formó parte del Ejército Libertador de Los Andes.

Tras el triunfo patriota de Chacabuco, colaboró en la organización del Ejército Libertador del Perú. Después se incorporó de lleno a la vida política; Adhirió a las ideas conservadoras y fue diputado y senador en varias ocasiones. Asimismo, desempeñó diversos cargos públicos.

En 1827 fue ascendido a general de división y en 1828 a general del Ejército del sur. Como tal, participó en la Revolución de 1829.

Venció a Ramón Freire en Lircay en 1830 y en septiembre asumió como Presidente de la República, cargo que dejó en 1841. Posteriormente, se desempeñó en varios escenarios públicos.

Murió en Santiago el 22 de septiembre de 1854.

Experiencia que lo marcó

En 1806, con el rango de teniente -acompañado de su hermano Ángel y del teniente coronel Luis de la Cruz y Goyeneche- viajó a través del paso de Antuco buscando abrir una ruta que uniera Concepción con el virreinato de la Plata. Sin saberlo, el joven Joaquín emprendía así el viaje que cambiaría por completo su vida.

Luego de una arriesgada y difícil travesía por la pampa indígena, el grupo llegó a un Buenos Aires todavía conmovido por la reciente invasión armada de los ingleses a esta ciudad. Este evento lo influenciaría profundamente en las ideas de independencia política que allí circulaban. En premio a su buen cometido, ascendió a capitán de milicias en 1809.

Activo promotor de la Independencia

Cuando estallaron los acontecimientos de 1810 en Chile, la familia Prieto se dividió entre apoyar la causa independentista o mantenerse leal al Rey. A pesar de la oposición de su padre, José Joaquín se alistó en la compañía que acudió en auxilio de la Junta de Buenos Aires. En esa ciudad se convirtió en un activo promotor de la ruptura con España y entabló amistad con las más connotadas figuras bonaerenses de la época.

En la Patria Vieja: un estratega racional

Al volver a Chile en marzo de 1813, se le reconoció el grado de capitán de Dragones adquirido en Argentina, y participó en una campaña al sur bajo las órdenes de la Junta de Gobierno. Fue designado capitán, al mando de la tercera compañía del Ejército que se preparaba en Talca, pero él decidió emplearse inmediatamente en operaciones militares para inspeccionar las posiciones de las tropas realistas.

Se dedicó a cortar sus comunicaciones y abastecimientos, participando en las batallas de Talcahuano, Concepción, El Roble, Quechereguas, Quirihue, Chillán, El Quilo y Talca. En cada una de estas acciones fue demostrando un carácter de estratega racional y alejado de las decisiones impulsivas, tan propias de sus compañeros de las incipientes organizaciones militares del período.

Entre 1813 y 1814, durante las disputas entre O’Higgins y Carrera, el ahora sargento mayor se integró al Estado Mayor del primero, y quedó a cargo del cuartel maestre de todo el Ejército del Sur.

Se une al Ejército de Los Andes

La llegada de Mariano Osorio permitió a Prieto quedar al mando de una compañía de casi 600 hombres con los cuales intentó detener a los españoles en Talca. Siendo sobrepasado, se dirigió a Santiago, y se le encomendó seguir hacia el Norte para iniciar un reclutamiento de emergencia.

No participó en el Desastre de Rancagua y al saber las dramáticas noticias de la derrota patriota, enfiló a Buenos Aires, donde obtuvo asilo y se incorporó al Ejército trasandino.

Al saber que en Mendoza se preparaba una expedición militar al mando de San Martín para reconquistar el poder en Chile, se unió a ella y participó como teniente coronel de artillería. Con un alto sentido de la disciplina, le correspondió cerrar las columnas que se dirigían a Santiago, protegiendo la retaguardia. No pudiendo estar presente en la gloriosa Batalla de Chacabuco en 1817.

Destacada trayectoria militar

Tras haberse establecido en Santiago, a fines de 1817 se encargó de la instrucción de reclutas y fue nombrado comandante general de Armas de la ciudad y director general de la Maestranza del Ejército.

Como tal, se dedicó a la elaboración de proyectiles y asumió la organización de la defensa de esta plaza después del combate de Cancha Rayada. Asimismo concurrió a la reserva para la batalla final en Maipú el 5 de abril de 1818. Por sus servicios, San Martín le otorgó la medalla de la Orden del Sol del Perú.

Leal a O’Higgins

Otras tareas de Prieto fueron colaborar en la organización del Ejército Libertador del Perú y, en 1820, mantener el orden público en Santiago. El gobierno de Bernardo O’Higgins lo comisionó para capturar al renegado Vicente Benavides. Su astucia y racionalismo lo llevaron a enfrentar al bandido realista, a quien definitivamente venció en la batalla de la Vegas de Saldías el 10 de octubre de 1821.

Por razones de lealtad, el militar decidió retirarse al manejo de una chacra en los llanos del Maipo, debido a que no deseaba enfrentarse con O’Higgins, respecto del cual tenía sus divergencias. El levantamiento de Ramón Freire en contra del gobierno en 1822, lo obligó a tomar el mando de las fuerzas o’higginistas y mientras se dirigía al Sur, recibió la noticia de la renuncia del Director Supremo, quedando sin efecto su misión.

Inicio de una silenciosa actividad política

Las campañas militares en el Sur le dieron a Prieto un prestigio entre los políticos conservadores de Concepción y Santiago, quienes los apoyaron en las elecciones, resultando elegido diputado por Rere y Chillán entre 1823 y 1825. Adhirió a las ideas políticas conservadoras de la época, de que un solo gobierno fuerte podría poner fin a los conflictos de la naciente República. En esos años desempeñó diversos cargos políticos: en 1822, vicepresidente de la Corte de Representantes; en 1823, Consejero de Estado; entre 1828 y 1829, diputado por Parral; y en 1828, vicepresidente del Senado.

La Revolución de 1829

Prieto fue ascendido a general de división en 1827, y un año después a general del Ejército del Sur. Desde este cargo se convirtió en la cabeza militar de la revolución conservadora que estalló en 1829. Al postularse al cargo de Presidente de la República ese año, ni él ni sus contendores había obtenido la mayoría absoluta para ser elegido inmediatamente. Por ello, un Congreso dominado por los liberales eligió a Joaquín Vicuña en ese cargo; entonces, los conservadores que consideraron violada la Constitución, desataron la guerra civil.

Se puso al frente de los ejércitos del Sur y avanzó hacia Santiago venciendo en el combate de Ochagavía (14 de diciembre de 1829) a Francisco de la Lastra, general de los ejércitos de la capital, a quien le impuso un tratado. La confusión provocada por este acuerdo, le enfrentó a Ramón Freire en Lircay

-quien era hasta ese entonces la primera figura militar-el 17 de abril de 1830 . Al vencerlo, le obligó a firmar un pacto final de paz y con este se produjo la ascensión de Prieto como primera figura y el más probable sucesor como Presidente.

Asume como Presidente y restablece el orden público

Una vez controlada la situación, y luego de la muerte del Presidente interino José Tomás Ovalle, Prieto fue elegido Presidente provisional el 31 de marzo, pero no pudo asumir inmediatamente, siendo reemplazado por Fernando Errázuriz Aldunate por seis meses. Tomó el mando de la nación el 18 de septiembre de 1830, por un período de 5 años. La fecha se instauró como el día tradicional para el cambio de Presidente durante el siglo XIX.

Su primera actividad fue poner término a las correrías de los bandidos que asolaban la región de Chillán y Concepción encabezados por los hermanos Pablo y José Antonio Pincheira, encargando a Bulnes su exterminio. En medidas posteriores, y también con el fin de mantener el orden público se dio de baja a los oficiales y soldados que no demostraron una clara fidelidad al nuevo gobierno.

La Constitución de 1833

Entre las obras más importantes del gobierno de Prieto destacó la promulgación de la Constitución de 1833, el 25 de mayo del mismo año. La carta fundamental rigió, con modificaciones, hasta 1925. Determinó que el período presidencial sería de 5 años, pudiendo el Mandatario ser reelegido por otro período igual. Otorgó amplias facultades al Presidente de la República para el mantenimiento de la seguridad pública y atribuciones que en la práctica lo convertían en una figura de poderes casi absolutos.

A pesar del carácter autoritario de la Constitución, esta fue una pieza clave para el establecimiento del llamado Estado en forma.

Obras de su gobierno

En 10 años se realizó un programa de organización y transformación del país. En educación y salud realizó profundas reformas como en el Instituto Nacional, donde modificó completamente la planta y organización interna, contratando a los extranjeros Claudio Gay y Andrés Bello. En 1837 se creó el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

Con el apoyo de Joaquín Tocornal, se fundó en 1833 la primera escuela de Medicina y Obstetricia, además de las juntas de beneficencia y salud pública en las que se incorporaron Lorenzo Sazié y Guillermo Blest.

En economía, destacó la labor del ministro de Hacienda Manuel Rengifo. Para el fomento agrario, se fundó la Sociedad Nacional de Agricultura.

Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana

El mayor desafío que enfrentó Prieto fue el peligroso intento de Andrés de Santa Cruz por establecer un amplio territorio bajo su control y la negativa de asumir el pago de la deuda que el Estado peruano mantenía con Chile. La guerra se extendió entre 1836 y 1839, destacando la desafortunada gestión de Manuel Blanco Encalada, que culminó con el Tratado de Paucarpata y la triunfal expedición de Manuel Bulnes en la Batalla de Yungay.

El descanso

Después de dejar la presidencia el 18 de septiembre de 1841 en manos de Manuel Bulnes, Prieto fue elegido consejero de Estado y senador entre 1842 y 1852; al mismo tiempo, el gobierno lo nombró intendente y comandante general de Armas y de Marina de Valparaíso, cargo al que renunció en noviembre de 1846. Se trasladó a vivir definitivamente a Santiago y nuevamente salió elegido senador por la ciudad. Murió en Santiago el 22 de noviembre de 1854, a los 68 años de edad.