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La casa asolada permanecía, yacía todo día en la oscuridad, ocultada en las sombras está, ningún rayo de luz le penetrará.

En la sala principal, permanecía la oscuridad, la cual abundaba en tinieblas, ya que la luz no entrará. Un día en que la casa asolada estaba, apareció una de las 1000 sombras aterrada, que ya no quería oír más, el intenso grito de la Oscuridad.

Decidió volver a su hogar, en que la noche era infinita. Él abrió el sótano, el cual abundaba de toda maldad. Su poder era inmenso, mas la sombra lo era más.

La Sombra dijo a la Oscuridad: «Tiniebla abundante, deja los ríos de maldad, y deja que entre un rayo de luz en tu oscuridad».

La Oscuridad respondió: «No permitiré el paso de ella, ya que no quiero ver estrellas, acabaré con su esplendor, en esta casa de malhechor».

La Sombra respondió: «O dejas paso al mar de justicia, o tu oscuridad perecerá».

La Oscuridad respondió: ¿Y cómo harás dicha labor?

La Sombra no respondió, tomó un rayo de sol, y se lo clavó en el corazón.

La Sombra convertida en un ángel, alababa su labor.

La casa convertida en un sol, permanecerá con fervor.

Mientras que la Oscuridad siempre fatal, solo pereció como se llamó.


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