Hola amigos. Bueno, se preguntarán por qué les digo amigos; es que yo no tengo amigos, pues mi familia y yo somos los únicos que vivimos en Cáscaro Town, un pueblo al norte de Nihabitante, nuestro país, que quizás ustedes no conozcan….
Pero sigamos con lo de los amigos; mi perro es mi mejor amigo, pues como ustedes saben no hay niños en esta ciudad, sin contar al hijo del alcalde que es un gordo, pelón y panzudo, e incluso es un cabrito consentido y malhumorado.
Yo me llamo Sifa y tengo 11 años. Yo no he estado nunca en una ascuela, no; me equivoqué, se llama escuela, así, ¿no?; y no crean que yo tengo suerte, pues papá es mi profesor y me hace clases, e incluso con el panzón que tiene de hijo el alcalde, Tofo.
Un día entró a mi casa y tiró mi pelota roja, de esas saltarinas, a la boca de mi perro, y él, creyendo que era comida, se la tragó. ¡Me dio muchísima rabia e incluso me gustaría haber ocupado a esa pelota de niño que es el como mi bolita saltarina!
A pesar de todos los problemas sociales que tengo podría decir que…. ¡No puedo decir nada de esta maldita y apestosa ciudad!
Repentinamente el invierno pasó de frío, a un clima tropical, y para mi eso es raro porque normalmente aquí hace un verdadero frío en esta estación y podría decir lo mismo del verano, ¡Hace un frío!, ¿Qué le estaría pasando a Cáscaro Town? ¿Sería el hoyo en la capa de ozono? Mi perro en vez de estar café, esta blanco del hielo en el verano.
– ¡Tofo!, otra vez estas comiendo, ¡qué glotón!
– No te creas muy flaquita, eh, si como es solamente para aguantar el frío
– Si, claro –le dije cantadito-.
– Oye, a propósito, tu papá nos está esperando para ir de paseo a las montañas
Cuando fuimos a las montañas con mi papá y Tofo, nos subimos a una tabla que encontramos cerca de los arbustos, y nos tiramos colina abajo, por supuesto yo iba primera y todos se creían los más valientes, pero no tomaban en cuenta de que si chocamos yo y no ellos van a resultar heridos, así que no me pueden juzgar.
Si fuimos a las montañas, era sólo para estudiar los diferentes climas a perspectiva de altura, pues mientras más subimos, más cambia el clima. ¿Es así?
– Oye, Sifa, ¿hoy no dijeron por la TV que iban a pasar cosas extrañas durante estos días?
– No sé, dime, ¿tú tienes TV?
– Si, ¿tú no?
– Tú tienes una antena gigante, que te llegan todos los canales, pues a mi sólo me llega uno….
– ¿Cuál?
– El de la hora, el más aburrido, e incluso ni me llega el tiempo.
-Bueno, te digo, van a pasar cosas extrañísimas.
Después de nuestra charla, cerca de la noche, una estrella ultra extremadamente súper roja y con combinaciones naranjo y amarillo se hacía cada vez más grande.
Esa noche no pude dormir.
Mis papás por la mañana me dijeron que había cavado un túnel como el tamaño de todas las personas juntas. ¿Seré sonámbula?
Y razón tenían pues era que iba a caer un meteorito del tamaño de una mansión, y si traía componentes tóxicos como la «determinatoidolteidona» o la «salmoneraparckinstrompoidos» el mundo explotaba completamente, o sea ¡Cabúm!
Así que todos nos escondimos en el fuerte hasta que pasara el catastrófico evento.
– ¡Pum! ¡Pahh! ¡Boing! ¡Puff! -era lo que pasaba y lo que se escuchaba-.
Y para la suerte de todos era un meteorito cagado de oro y plata derretida por el calor que sufrió al caer.
Después de todo mi familia se quedó con parte del oro y el resto de las personas también.
Todos y de todas partes venían a que les dieran oro y después de esto se instalaban en la ciudad y así es como el país salió delante de su situación económica y su situación social.
Y por todo eso le doy gracias al espacio por el medio regalito que nos mandó y por la súper mansioncita que me dio.
¡Ah! y se me olvidaba, Tofo se volvió flaco haciendo dieta y ejercicio…
