Había una vez, un niño al que le decían «cabeza de marciano» y lo molestaban demasiado en la escuela.
Pero un día, se hartó de eso y les pegó a todos los molestosos, sobre todo al Nacho y al Carlos.
Lo dejaron de molestar y empezó a tener nuevos amigos.
Con el tiempo se dio cuenta que haber peleado con sus amigos no era bueno, así que arrepentido, decidió recuperar la amistad de ellos, dándose cuenta que pelear no era la solución y ahora todos son muy buenos amigos.
Por: Vladimir Guerrero, 10 años.