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Su muerte

El Padre Hurtado murió el 18 de agosto de 1952 afectado de un cáncer al páncreas cuando sólo tenía cincuenta y un años.

Durante el tiempo de su agonía, da gracias a Dios por enviarle una enfermedad que le permitió despedirse de sus amigos y «patroncitos», como llamaba a todos con cariño. Se entrega por completo a Dios con alegría, demostrando con ello su santidad al enfrentar la muerte con la espiritualidad que lo acompañó siempre. Dice: «El Patrón me llama y aquí estoy, listo y feliz«.

Su muerte causó gran impacto y duelo nacional. Ese día los periódicos y revistas de diversas ideologías publicaron artículos sobre su vida. A su funeral asistieron autoridades, políticos, gente de diversas edades y condición social. Los presentes dicen que al sacar su ataúd fuera de la Iglesia del Colegio San Ignacio, una cruz de nubes se formó en el cielo.

«Si silenciáramos su lección, desconoceríamos el tiempo de una gran visita de Dios a nuestra patria…No he hallado otro pensamiento mejor que lo sintetice que la palabra con que el mismo San Pablo se designa ‘Apostolus Jesu Christi’, Apóstol de Jesucristo«. (Discurso de su amigo Manuel Larraín, Obispo de Talca, al momento de su misa fúnebre)

Hoy sus restos descansan en el Santuario Padre Hurtado, ubicado en la comuna de Estación Central en la ciudad de Santiago. Este santuario urbano acoge a quienes llegan en busca de consuelo, para dar gracias, orar o impregnarse del espíritu de un hombre santo. Un hermoso recorrido, dirige a su tumba en donde los peregrinos experimentan a diario un Encuentro con Cristo.

Beatificación

Fue beatificado en Roma en 1994, tras una larga investigación de su vida y sus obras. La recuperación milagrosa de María Alicia Cabezas, afectada por una enfermedad cerebral, fue una de las muestras objetivas para que fuera considerado beato.

El Padre Jaime Correa, quien llevó la causa de su canonización recibió casos de milagros nuevos, en los que se aseguró la intercesión del Padre Hurtado. Todos ellos fueron indagados rigurosamente para seleccionar el que podría ser causa de su canonización.

En el 2004, luego de pasar numerosas comisiones e investigaciones, el Papa solemnemente declaró en abril al beato como SANTO, y autoriza su culto en la Iglesia Católica.

Canonización

Con mucha alegría y recogimiento, los chilenos vivimos aquel domingo 23 de octubre de 2005, fecha en que la canonización del Padre Alberto Hurtado Cruchaga, creador del Hogar del Cristo, ya era una realidad.

Esto quiere decir que a partir de ese día se transformó en el segundo Santo chileno: Porque como debes saber también tenemos a Santa Teresita de los Andes.

La ceremonia de canonización del 23 de octubre se realizó en la Plaza San Pedro, en Ciudad del Vaticano, y consistió en la celebración de la Santa Misa, presidida por el Santo Padre, en la que se dio lectura al Decreto de Canonización.

El Decreto de Canonización es el documento público y solemne por el que se declara Santo a un Beato. Es firmado por el Sumo Pontífice, con fecha del día de la ceremonia de Canonización.

El padre Hurtado no fue el único en ser elevado a los altares ése día. En la ceremonia también fueron  canonizados el arzobispo de Ucrania Josef Bilczewski y los sacerdotes Zygmunt Gorazdowski, del mismo país, y los italianos Gaetano Catanoso y Felice de Nicosia. Con este anuncio se puso fin a un proceso de 29 años, desde que se inició el proceso de canonización en 1976.


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