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El satélite FASat-Alfa fue el primer satélite chileno construido bajo un programa de transferencia tecnológica entre la Fuerza Aérea de Chile y la empresa británica Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL). Este primer proyecto, fue lanzado sin éxito el 31 de agosto de 1995, ya que no logró su operación autónoma normal debido a la falla de su mecanismo de separación de su satélite madre ucaraniano SICH-1.

El objetivo principal era obtener para Chile la experiencia científica y tecnológica básica necesaria para continuar hacia pasos más avanzados y monitorear la capa de ozono.

El FASat-Alfa era un microsatélite de 50 kilogramos basado en la estructura modular desarrollada por Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL) en diez misiones anteriores. El satélite fue construido por un grupo de ingenieros de la Fuerza Aérea de Chile y de SSTL.

El FASat-Alfa pertenecía a la categoría de los microsatélites. Medía 36 por 36 centímetros de base y 70 centímetros de altura. Su pequeño tamaño implicó la incorporación de tecnología altamente sofisticada, debido a la necesidad de miniaturizar cada función.

El FASat-Alfa era un satélite de órbita baja. A diferencia de los geoestacionarios, que se encuentran a 36 mil kilómetros de altura y cubren siempre la misma porción de superficie terrestre, el FASat-Alfa se ubicaría a una altura máxima de mil kilómetros y circundaría la Tierra 3 ó 4 veces al día. Este tipo de satélites tiene proyectada una vida de entre 8 y 10 años.

Equipo de trabajo

El equipo, todos ingenieros aeronáuticos o electrónicos, que participaron en el proyecto FASat-Alfa fueron:

Comandante de grupo Fernando Mujica Fernández: Jefe del proyecto satelital FASat-Alfa.

Comandante de grupo Mario Arancibia Marín: A cargo de los experimentos de cámaras visibles y de ozono.

Comandante de escuadrilla Marcelo Schonherr Schmidt: Está a cargo del sistema de radiofrecuencia del satélite.

Comandante de escuadrilla Rodrigo Suárez Villarroel: integró el equipo en el área de diseño mecánico y análisis termal del satélite.

Héctor Gutiérrez Méndez: Experimento de transferencia de data.

Ingeniero Juan Gatica Dinamarca: proyecto FASat-Alfa en las áreas de sistema de potencia y la unidad de navegación GPS.

Ingeniero Ramón Salgado Aravena: Áreas desistema de manejo de data a bordo y de telemetría y telecomando.

Ingeniero Álvaro Valenzuela Quinteros: Participó en el desarrollo de las antenas del satélite y en los aspectos de análisis del experimento de monitoreo del ozono.

Problemas

Luego del lanzamiento del FASat-Alfa el 31 de agosto de 1995, el satélite debía separarse desde el satélite ucraniano Sich-1, al cual estaba unido por medio de una par de abrazaderas. Una de ellas estaba unida al Sich-1 y la otra al FASat-Alfa. Al darse la orden por parte de los controladores rusos de separación, dos cargas explosivas tipo guillotina debían cortar los pernos que unían las abrazaderas y un resorte interno empujaba al satélite chileno separándolo del ucraniano. Pero las guillotinas no cortaron los pernos, sino que sólo los aplastaron, imposibilitando la separación. El FASat-Alfa sigue en órbita adosado al satélite ucraniano.

El FASat-Bravo: Una misión exitosa

El FASat-Bravo es el sucesor del FASat Alfa, que en 1995 fracasó, sin poder cumplir la misión para la cual había sido lanzado fuera de la Tierra. Ambos satélites son gemelos ya que el Bravo fue construido con el mismo diseño del Alfa, sólo con las modificaciones para evitar el problema de las guillotinas.

El 10 de julio de 1998, luego de tres intentos, se lanzó al espacio el microsatélite chileno FASat Bravo, desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajstán, en el cohete vector Zenit II. A diferencia del Fasat Alfa, que no había conseguido operar, éste logró orbitar la Tierra.

El FASat-Bravo pesa 50 kilogramos y tiene 60 centímetros de alto, con una base cuadrada de 35 centímetros por cada lado. El interior del cuerpo central está formada por once módulos que albergan a los circuitos electrónicos. Su exterior está recubierta por paneles solares que suministran la energía necesaria para el funcionamiento.

Es un microsatélite que viaja a una velocidad de 25 mil kilómetros por hora, y da 14 vueltas a la Tierra en un día.

Su objetivo es permitir la realización de estudios geográficos, climáticos y de recursos económicos de Chile, cubriendo desde el desierto hasta la Antártica, incluyendo el mar y las islas que conforman nuestro territorio, además de la realización de un programa educacional para difundir la misión entre los escolares chilenos, por medio de un sistema de intercomunicación.

Una de sus aplicaciones más novedosas es la de un ingenioso método para medir la radiación ultravioleta que llega a la Tierra.

El satélite estuvo en órbita cerca de tres años. Dejó de operar en junio de 2001 tras agotarse las baterías que lo mantenían en funcionamiento. Chile queda, de esta manera, sin presencia tecnológica en el espacio.

El aparato funcionaba con un sistema de suministro de energía complementario: cuando estaba expuesto al sol, recargaba sus baterías, las que eran utilizadas en los momentos de eclipse. La estructura quedará orbitando a la misma altura pero apagada y no puede ser reutilizada.

Logros

El FASat-Bravo, durante los tres años de funcionamiento, alcanzó a completar 13 mil órbitas alrededor de nuestro planeta.

Se consiguió establecer comunicaciones remotas con otras estaciones a través del satélite, obtuvo un total de 1.273 imágenes de Chile y se efectuaron mediciones de la capa de ozono, cuyos resultados fueron compartidos con la NASA y universidades que estudian el tema.