Las universidades Católica y de Chile están embarcadas en una fuerte política por conseguir que sus titulados cuenten con un dominio a lo menos funcional del inglés. Para eso están aplicando una prueba de diagnóstico que mide el nivel con que sus alumnos egresaron de enseñanza media y destinando recursos para suplir las falencias evidentes: sólo la mitad de los estudiantes que ingresaron el año pasado a la Univeridad Católica y un tercio de los que se matricularon en la Chile exhiben una capacidad adecuada.
LA TERCERA.
Entre el 50% y el 70% de los alumnos que ingresan a las dos principales universidades del país no cuentan ni con la capacidad de comprender un texto en inglés ni menos hablar o entender cuando se le habla en ese idioma. Estas cifras son el resultado de las pruebas de evaluación que tanto la Chile como la Católica aplican a los estudiantes que se matriculan en sus carreras y revelan hasta qué punto llega el déficit del sistema escolar en este aspecto.
El plantel católico colocó como requisito obligatorio para sus recién ingresados rendir el examen, mientras que en la U. Chile se aplica desde el 2006 de forma voluntaria, aunque no por eso menos masiva, pues tuvieron una participación del 75% de los que se matricularon. Ambas universidades están empeñadas en que los profesionales titulados de sus aulas egresen con un dominio fluido del idioma, que les permita desenvolverse a nivel internacional. Eso sí, existen diferencias entre los test: mientras el de la UC mide, fundamentalmente, comprensión lectora, el de la institución pública examina las cuatro competencias básicas: escritura, comprensión lectora y auditiva, y expresión oral.
El ranking de la Chile
No es una novedad que el grueso de los estudiantes que ingresan a la Universidad de Chile provenga en su mayoría de establecimientos municipalizados (23% del total que rindió el examen) y de colegios particulares subvencionados (38,8% de ese total). Pero explica en parte los escasos logros alcanzados en el exigente test del plantel estatal: sólo el 2,1% quedó adscrito a un nivel de inglés autónomo, que le permitiría aprobar exámenes internacionales e incluso poder cursar estudios en universidades británicas o estadounidenses. Otro 27% consiguió ubicarse en un nivel cercano. En conjunto, no más de un tercio de los estudiantes.
En este selecto grupo se encuentran los alumnos de colegios como el Santiago College, Grange School o The Mayflower School, que lideran el ranking de los más destacados. En el otro lado de la moneda, los que provienen de colegios municipalizados y subvencionados, incluyendo varios liceos emblemáticos como el Instituto Nacional o el José Victorino Lastarria. En este último, de los 52 alumnos que rindieron el examen, el 19,2% quedó en el nivel más bajo -que equivale a un nulo conocimiento- y un 65,4% en el siguiente, que implica conocimientos muy básicos.
Sin titularse
Este año cerca de 200 alumnos de la U. Católica que deberían titularse corren el riesgo de no poder hacerlo, porque no han aprobado la evaluación de inglés. Así de drástico es el tema en este plantel, que para 2007 ya tiene a más de 350 estudiantes inscritos en sus cursos remediales.
Cada año en la UC alrededor del 70% de los estudiantes que rinden el examen provienen de colegios particulares. Sin embargo, la mitad lo reprueba.