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Domingo 28 de enero de 2007
Por : Sofía Otero

Desde hace tres años Cecilia (11) tiene una agenda ocupada durante enero. Primero tomó clases de figuras en plasticina, al año siguiente de natación y ahora está terminando un taller de danza infantil. Como yo tengo vacaciones en febrero, trato de mantenerla  ocupada el primer mes del verano, dice su mamá, Jimena Valdés. Lo que ella no sabe es que estas acciones pueden tener consecuencias más allá de llenar el tiempo de ocio de su hija. Un estudio de la Universidad de Johns Hopkins concluyó que los niños que realizande Johns Hopkinsdurante sus vacaciones tienen mejores resultados académicos que aquellos que pasan el verano de forma pasiva.

La investigación observó el desempeño de 790 alumnos de 20 colegios en Baltimore, Estados Unidos. El seguimiento comenzó cuando los niños ingresaron a primero básico y terminó cuando cumplieron 22 años. Los sociólogos de la Universidad de Johns Hopkins, Karl Alexander y Doris Entwistle, compararon los resultados de pruebas anuales realizadas en dos períodos: un mes antes del término del año escolar y un mes después del retorno a clases tras las vacaciones.


Sus conclusiones fueron contundentes: alumnos que habían tenido un rendimiento similar durante el año mostraban grandes diferencias al volver a clases. Y éstas se explicaban sólo por el tipo de actividades que habían realizado durante las vacaciones: los que habían estado en campamentos de verano, practicado permanentemente deportes, música o arte,
exhibían un nivel de recordación mucho más alto de la materia aprendida. Los que habían tenido un verano pasivo incluso bajaban su rendimiento en lectura y matemáticas.

La pérdida de conocimientos en verano generalmente es mayor en áreas que involucran memorización, como operaciones matemáticas y ortografía, que en materias conceptuales, como comprensión de lectura o conceptos matemáticos, dice el autor del estudio, Karl Alexander. El sociólogo determinó que aquellos niños que se involucraron en actividades recreativas obtenían hasta 52 puntos más en los exámenes durante la enseñanza básica.

El estudio también sugiere que los dos primeros veranos -primero y segundo básicos- son claves para retener las habilidades en lectoescritura y matemáticas, agrega.

Ocio productivo

Si bien el estudio indica que la práctica es fundamental para retener conocimientos, no es necesario someter a los niños a clases particulares de ciencias o castellano para asegurar su rendimiento. No hay que limitarse a la tradición académica. Los niños que han demostrado buenos resultados al regresar de vacaciones son los que visitan zoológicos, museos,  bibliotecas, van al cine, hacen viajes cortos fuera de la ciudad o se inscriben en cursos de natación, danza y música, todas actividades que proporcionan aprendizaje incidental, dice Alexander.

La psicóloga educacional de la Universidad Central, Montserrat Labarca, coincide: Un  niño que es llevado a conocer nuevos lugares logra un aprendizaje distinto que los que sólo tienen una piscina en la casa. Eso no entrega posibilidades de aprender porque no gatilla sensaciones nuevas. Conocer e investigar produce un mayor impacto y hace que el  aprendizaje sea activo y con una visión que está en actualización.

Un segundo académico estadounidense de la Universidad de Missouri, Harris Cooper, estableció que la pérdida de conocimiento en el período estival equivale a un mes de retraso en el aprendizaje. Es justamente esta brecha la que intentan atacar los profesores durante marzo. La coordinadota de Seguimiento de la Unidad de Currículum del Mineduc, Marcela Latorre, explica: No existe una prescripción sobre cuánto tiempo se le debe dedicar al repaso. Eso es parte de la planificación de los docentes. Pero generalmente más que repaso, en marzo se pasan muchos contenidos que quedaron pendientes del año anterior, lo que sumado al olvido del verano, va generando más retraso curricular a largo plazo.

 Quién es… Karl Alexander

Jefe del Departamento de Sociología de la Universidad de Johns Hopkins.

-Sus estudios se centran en las escuelas y su rol en la estratificación educacional.
– En 1982 comenzó un estudio de largo aliento sobre la influencia del entorno familiar y escolar en el desarrollo de la juventud. Ha publicado dos libros y numerosas investigaciones al respecto.

-Fue jefe de la Southern Sociological Society, de la sección de Sociología de la Educación de la Asociación Americana de Sociología y editor de la revista de Sociología de la Educación hasta 2005.

 

Hitos
Vacaciones : El uso del tiempo en las vacaciones es una de las 14 variables sociales y familiares que inciden en logros de aprendizaje.

Debate : Desde 1978, Estados Unidos investiga el efecto de las vacaciones en el rendimiento escolar y ha sido tema de constante debate en ese país. Incluso, se ha llegado a plantear la necesidad de escuelas de verano como política de Estado.

Estudios : Cerca de 40 estudios se han elaborado en torno a la brecha de aprendizaje estival.


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