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El calor de una estufa queda, dependiendo del lugar donde se encuentre ella, en el ambiente; si es en un lugar cerrado, el calor que irradia la estufa quedará en el ambiente (oxígeno) del lugar, éste – el calor – se mantendrá mientras en el oxígeno haya moléculas o partículas de humedad (agua) pues ella es buena conductora del calor.