Skip to main content

Misión Apolo 11. De izquierda a derecha: Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin “Buzz” Aldrin.

Los relojes marcaban en Chile las 9:32 de la mañana del miércoles 16 de julio de 1969. La cuenta regresiva había culminado y la gran hazaña del hombre -poner un pie en la superficie de la Luna- recién comenzaba.

El módulo lunar «Águila» descendió a la Luna y se posó sobre su superficie el 20 de julio de 1969, en la zona llamada «Mar de la Tranquilidad».

Así se concretó la llegada del hombre a la luna, paso a paso.

Misión Apolo 11: preparación antes del despegue

Mientras se realizaban y afinaban los últimos preparativos, el «mono astronauta» bautizado como Bonny, seguía dando vueltas alrededor de la Tierra. El 4 de julio a bordo del Biosatélite III, la misión recibió la aprobación de completar los 30 días. Bonny pesaba cerca de 7 kilos y fue elegido por los científicos por su habilidad para manejar un tablero de botones.

El viernes 4 de julio los tres astronautas que viajarían en la Apolo 11 subieron a la nave para realizar el último ensayo del despegue. Faltaban 2 semanas para iniciar la travesía.
Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin “Buzz” Aldrin, vistieron sus trajes espaciales y ensayaron las tareas que realizarían en el espacio.

El compartimento que alojó a los astronautas se encontraba a 75 metros del suelo. Armstrong, comandante de la misión, fue el primero en ingresar al módulo. Eran las 6:50 A.M.

Misión Apolo 11
Misión Apolo 11

La cuarentena

Los tres astronautas de la misión Apolo 11 se encontraban en una cuarentena impuesta por los médicos del proyecto. El objetivo era evitar que se contaminaran con bacterias.

Cuando realizaron una conferencia de prensa se presentaron frente a los periodistas en una jaula plástica, rodeados por fuerte corrientes de aire que formaban una especie de «muro de viento», medidas que evitaban la transmisión de cualquier germen.

En aquel encuentro con la prensa, realizado el 6 de junio, Armstrong comentó que el nombre del módulo lunar o nave auxiliar, con la cual él y Aldrin se desprenderían de la Apolo para descender a la superficie de la Luna, llevaría el nombre de «Eagle» (Águila), por ser el símbolo del escudo de Estados Unidos. Y el módulo orbital llevaría, en homenaje del descubridor Cristóbal Colón, el nombre de «Columbia».

Misión Apolo 11 pdte

Plan de trabajo

El plan de trabajo tenía estipulada una preparación de entre 12 y 14 horas diarias, utilizando aparatos especiales que simulaban las condiciones del viaje espacial.

Armstrong y Aldrin se entrenaron especialmente en el manejo del módulo lunar o nave auxiliar, que se desprendería el 20 de julio de la nave madre para descender sobre la superficie selenita.

Falla en la Apolo 11

El 10 de julio, en Cabo Kennedy se descubre una falla en el sistema de presión de la Apolo 11. Las primeras informaciones que se tenían era que el problema se relacionaba con el sistema de presión del oxígeno líquido a base de helio, en la primera etapa del cohete Saturno 5.

Sin embargo, este hecho no retrasó el inicio de la cuenta regresiva que comenzaba ese mismo día a las 20 horas. Los astronautas continuaban los preparativos de la gran aventura.

Examen físico

El viernes 11, los astronautas de la misión Apolo 11 fueron sometidos al último “gran examen físico” antes de iniciar el vuelo.

El científico espacial alemán y director del Centro Marshall de Aeronáutica, Werner von Braun dijo confiar “en que resultará un éxito total como el del Apolo 10 (…) Ya está a punto de terminar la etapa de los jóvenes héroes del espacio (…) Tendremos estaciones espaciales habitadas por toda clase de gente, que viajará a órbita en calidad de pasajeros, aunque la tripulación estará formada por pilotos debidamente entrenados”.

Mientras el personal de lanzamiento llenaba la nave de mando “Colombia” con helio y oxígeno además de someter a presión los tanques de combustibles del módulo “Eagle”.

Ensayan la «Operación descenso». Descender controladamente el vehículo de alunizaje de la Apolo 11 era una tarea difícil. Armstrong y Aldrin ensayaron miles de veces las fases más críticas de su vuelo dentro del módulo lunar.

Michael Collins, que no descendería en la Luna, voló un avión a retropropulsión T-38 que afinó su experiencia para el viaje. La cuenta regresiva o “count dawn” fue detenida como estaba previsto. El receso fue de 12 horas. En total, la cuenta regresiva duró 93 horas.

El despegue

Los experimentados astronautas se levantaron de madrugada y después de chequeos médicos de rigor, desayunaron y fueron asistidos para introducirse en los complejos trajes espaciales. Luego fueron conducidos a la plataforma de lanzamiento, donde entraron a la cápsula.

Los relojes marcaban en Chile las 9:32 de la mañana del miércoles 16 de julio de 1969. La cuenta regresiva había culminado y la gran hazaña del hombre, poner un pie en la superficie de la Luna, recién comenzaba.

El cohete Saturno 5 y sus tres tripulantes, Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin, dejaron la Tierra acompañados por un ensordecedor sonido y una gigantesca llama roja. Los cinco motores del vehículo espacial en conjunto alcanzaron una velocidad de 40 mil kilómetros por hora, impulso necesario para vencer la fuerza de gravedad.

El Saturno 5 impulsó la nave a 160 metros de altura, colocándola en la órbita del planeta, y desechando luego las tres etapas del cohete en la medida que cada una agotaba su combustible de oxígeno e hidrógeno líquidos. El lanzamiento del Saturno 5 no revistió ningún problema.

En Cabo Kennedy, ex Cabo Cañaveral, el mar de turistas se retiraba (se dice que fue más de un millón de automóviles que crearon uno de los tacos más grandes de la historia) y los medios de comunicación trabajaban frenéticamente tratando de relatar lo sucedido.

El día presentaba las condiciones climáticas características de la zona: caluroso, húmedo y algo nublado.

La nave entró en órbita a una altura de 185 kilómetros sobre la superficie terrestre cuando la cosmonave madre alcanzaba una velocidad de 27.300 kilómetros por hora.

La nave espacial permaneció volando en torno a la Tierra hasta las 12:16 hrs (Chile). La Apolo 11 hizo funcionar el cohete de la tercera etapa. En ese instante aumentó la velocidad, a casi al doble de la que llevaba, para iniciar el viaje de 400 mil kilómetros, aproximadamente a la Luna. El objetivo era salir de la gravedad terrestre.

Con impecable precisión los astronautas iban directo a la Luna. Cuando habían transcurrido 21 horas desde que dejaron la plataforma de despegue ya habían recorrido 170.000 km. La velocidad era de 7.100 kilómetros por hora.

Un día después del lanzamiento, con una tripulación mucha más relajada y bromista, la misión cruzó el punto medio del viaje. La velocidad promedio era casi de 5.800 kilómetros por hora. El motor principal de la Apolo 11 se encendió por espacio de tres segundos y se colocaron en una trayecto más preciso hacia la Luna.

El 19 de julio el Centro Espacial de Houston anunció que la misión Apolo entró en la fuerza gravitacional de la Luna, cobrando aún mayor velocidad. Los astronautas durmieron tranquilos, no presentando problemas de ningún tipo. Se encontraban a unos 15.000 mil kilómetros del objetivo.

El desayuno estuvo compuesto de tocino y puré de manzanas.

El 20 de julio, Edwin Aldrin pasó por la compuerta que comunica la cápsula del «Columbia» con el módulo de alunizaje «Águila», iniciando las maniobras de control final para el descenso. La operación comenzó cuando se encontraban sobrevolando la parte no visible de la Luna.

Luego Neil Armstrong pasó a reunirse con Aldrin. Mientras este último se ponía su traje espacial, el comandante de la misión hizo funcionar las baterias solares.

La llegada del hombre a la Luna

El 16 de julio de 1969 Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin «Buzz» Aldrin, comenzaban la aventura más importante de sus vidas, que tendría como escenario la Luna. Aquel día despegó la histórica nave Apolo 11.

El viaje hacia la Luna no presentó dificultad alguna. Todo se desarrollaba con tal precisión y normalidad, que la tripulación de la misión Apolo 11 incluso tuvo el ánimo de bromear con los controladores de Houston.

El domingo 20 de julio, ya en la órbita lunar, Aldrin y Armstrong se trasladaron al módulo «Águila». Michael Collins cerró la compuerta y permaneció pilotando el módulo de control «Columbia», esperando la separación de la cápsula y apoyando las maniobras del módulo lunar.

Michael Collins
Michael Collins. Foto: Nasa

Cuando el «Águila» sobrevoló la superficie de la Luna levantó polvo lunar lo que restó visibilidad a las maniobras de aproximación que el comandante Neil Armstrong había asumido de forma manual para evitar el riesgo de vuelco del alunizaje automático. Habían transcurrido 4 días desde el comienzo del viaje.

El «Águila» descendió a la Luna y se posó sobre su superficie el 20 de julio de 1969, en la zona llamada Mar de la Tranquilidad.

Cuando el comandante descendió por la escalerilla de 9 peldaños, tiró de un anillo que abrió una compuerta de la cual salió una cámara de televisión que transmitió a la Tierra las primeras imágenes desde el satélite.

Eran exactamente las 10:56 P.M. cuando Armstrong descendió por una escalerilla con su traje espacial y puso el pie izquierdo sobre la Luna.

Sus primeras palabras fueron: «Estoy al pie de la escalerilla. Las patas del Águila sólo han deprimido la superficie unos cuantos centímetros. La superficie parece ser de grano muy fino, cuando se la ve de cerca. Es casi un polvo fino, muy fino. Ahora salgo de la plataforma».

Luego diría la frase histórica: «Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la Humanidad«.

Hora del alunizaje 

Eran exactamente las 10:56 P.M. cuando Armstrong descendió por una escalerilla con su traje espacial y puso el pie izquierdo sobre la Luna. Dijo la histórica frase: «Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la Humanidad»».

Pronto le siguió Aldrin -19 minutos después- quien al reunirse con Armstrong exclamó «¡Qué magnífica desolación!».

Ambos astronautas necesitaron de un breve lapsus de tiempo poder desplazarse con seguridad sobre la Luna.

Estuvieron caminando más de dos horas por la Luna. Recogieron más de 20 kilos de muestras del suelo, tomaron fotografías y colocaron un artefacto para detectar y medir el viento solar, un reflector de rayos láser y un sismógrafo.

Mientras los astronautas realizaban su misión en la superficie selenita, Michael Collins, mantenía en órbita el «Columbia», a una distancia de aproximadamente 111 kilómentros de altura.

Armstrong y Aldrin clavaron en el suelo una bandera de Estados Unidos y hablaron por radio con el presidente Richard M. Nixon en la Casa Blanca. Comprobaron que no era difícil caminar y correr bajo una gravedad seis veces menor que la de la superficie de la Tierra. Millones de personas pudieron seguir en directo la retransmisión vía satélite del acontecimiento.

El objetivo principal de la misión Apolo 11 fue llevar al hombre a la Luna, recoger muestras de la superficie selenita y dejar equipos experimentales que funcionaran después que los astronautas regresaran a la Tierra. Además dejaron una placa con una inscripción que decía: «Aquí hombres del planeta Tierra pisaron la Luna por primera vez, Julio 1969. Venimos en paz para toda la Humanidad». La firmaban los tres astronautas y el presidente Nixon.

Una vez de vuelta al módulo lunar, los astronautas se quitaron los trajes espaciales y descansaron unas horas antes de iniciar el retorno al «Columbia».

Misión Apolo 11 luna

El regreso de la misión Apolo 11

Abandonaron la Luna en vuelo vertical. El regreso del Apolo 11 se realizó sin contratiempos.

El 24 de julio de 1969, 8 días después de iniciada la travesía, la misión Apolo 11 caía sobre las aguas del Océano Pacífico, cerca de Hawai, donde lo esperaba el portaaviones Hornet para recogerlos.

Ante la posibilidad de que organismos lunares contaminaran la tierra, los astronautas se vistieron con trajes de aislamiento biológico antes de salir de la nave y fueron sometidos a una cuarentena de tres semanas, días durante los cuales entregaron la mayor cantidad de información que pudieron recordar.

Fin de la misión Apolo

1972 fue el final del programa espacial Apolo. El programa de once años costó 25 mil 400 millones de dólares. Puso en la Luna doce astronautas y tres vehículos lunares.

Lo primero que se vio

Lo primero que vieron los millones de personas que seguían el viaje a la Luna por televisión fue una de las patas del módulo «Águila» y luego el pie de Armstrong que buscaba el apoyo en los primeros peldaños.