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La artesanía china se destaca principalmente en dos ramas: en los tejidos y en la porcelana.

En la primera el género más trabajado era la seda, la cual se utilizaba preferentemente en tapices y ropas imperiales. Este tejido se obtenía del bombix mori (gusano de la morera) y su producción, a través de procesos que se mantuvieron en secreto por cientos de años, abarcó gran parte de China.

La porcelana comenzó a fabricarse en China hace poco más de mil años usando caolín (arcilla blanca muy pura) cocido y vitrificado (para darle una aparienca de vidrio) a alta temperatura, lo que lo convertía en transparente e impermeable.

Durante la dinastía Tang (618-907 d.C.) alcanzó su perfección con los blancos inmaculados de Xing, aunque su máxima difusión fue en la dinastía Ming (1368-1644). Estas piezas eran tan delicadas que se podía leer a través de ellas.

Pintura Contemplativa

La técnica de la pintura china consistía en, mediante el pincel, aplicar acuarela sobre seda o papel, de tal manera que no podía corregirse.

También se pintaban frescos sobre los muros de los palacios. Seguramente su origen fue sagrado y se remonta a los 200 años a.C. Desde el siglo VI los principios básicos de los procesos pictóricos se organizaron y alcanzaron una notable expresión gracias a la influencia budista Chan durante el período Tang, en que los personajes aparecen pequeños en una naturaleza dominante, representando, al mismo tiempo, la sobriedad budista y la sencillez natural taoísta.

Durante el dominio de los mongoles, la pintura fue manierista y, bajo la dinastía Ming y Qing, conservó su perfección, a pesar de que tomó distancia de los antiguos maestros. En la primera mitad del siglo XX se introdujeron las técnicas occidentales, como el óleo y las temáticas comenzaron a ser más sociales.

Literatura Fecunda

Las letras chinas fueron abundantes y muy creativas. Sus autores privilegiaron una visión más intuitiva y subjetiva del mundo que racional, por lo tanto, surgieron diversos géneros literarios, apoyados también por el uso cada más frecuente del lenguaje cotidiano.

Sus inicios se encuentran en el segundo milenio a.C. Uno de los textos más antiguos es el «Libro de los Orígenes» que narraba la existencia de los primeros soberanos Chou. El autor, Tchouang Tseu, en el siglo III a.C. organizó en forma educativa las enseñanzas del taoísmo, de recogimiento interior y de logro de la perfección mediante el aislamiento del mundo, cuyo iniciador fue Lao Tsé (o Lao Tzu). Por su parte, los seguidores del confucionismo editaron «El Invariable Medio» y «El Gran Estudio».

La poesía clásica china alcanzó su plenitud durante la dinastía Tang. Con temas que tocaban los misterios de la naturaleza, se destacaron autores como Du Fu (712-770) y, Li Taipo (701-762). Se estima que la novela más memorable es «El sueño en el pabellón rojo», de Cao Xuequin (1717-1763).

Música Diferente

La música tradicional china, con orígenes en lo sagrado, aristocrático y popular, es distinta a la occidental por su ritmo, compás y tonos. Esto se explica por los instrumentos tradicionales utilizados para hacer melodías y que se remontan a los dos mil años de antigüedad aproximadamente. El más apreciado por los taoístas durante la dinastía Tang fue el laúd, incluso por sobre la flauta de bambú, de sonido melancólico.

Actualmente, algunos de los más usados son los gongs, el pipa (laúd de cuatro cuerdas) y el qin (cítara de siete cuerdas). En el caso de la música teatral, desarrollada en la corte imperial, esta fue civil o militar.

Arquitectura Equilibrada

Las características particulares de la arquitectura china surgieron en la época de la dinastía Zhou (1027-256 a.C.), donde se combinaron la funcionalidad con la estética depurada.

Las casas (cuyo principal material era la madera) se edificaban sobre un entarimado de piedra y usaban una columna como medio de soporte. Los tejados poseían grandes aleros en curva y las tejas se pintaban con diferentes colores. Las construcciones eran equilibradas y constituidas por una sola planta. Su diseño se ajustaba al entorno natural y a menudo incluían jardines.

En la arquitectura china sobresalen la «Gran Muralla», cuya construcción comenzó durante la dinastía Ch’in (221 a.C.-207 a.C. aprox.) y la «Ciudad Prohibida de Beijing» (Pekín), cuyas obras se iniciaron en la dinastía Ming.

Medicina China

Uno de los aspectos más llamativos de la cultura china es su medicina tradicional, la cual es básicamente preventiva, a diferencia de la occidental que es fundamentalmente reactiva, es decir, la oriental, en vez de atacar e intentar sanar una enfermedad ya declarada, la previene.

La base de este método es que el cuerpo debe estar en armonía con la mente, el espíritu y con su entorno.

Así que, por lo tanto, una enfermedad se debería a un desbalance en este equilibrio, el cual se manifiesta en un bloqueo de los meridianos o canales del cuerpo por donde circula la energía.

Entre las disciplinas de la medicina china se pueden hallar la digitopuntura, aromaterapia, naturismo, reflexología y acupuntura (ver figura).

El arte caligráfico

En China, la caligrafía también fue considerada como un arte, a veces con un estilo que la transformaba en imponente y hermética y, en otras etapas, con una tendencia más libre y espontánea.

Dragones

En la cultura de este país oriental, los dragones son animales fantásticos que se respetan y estiman mucho, a diferencia de los occidentales, debido a que representan la sabiduría y la salud.