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Paleolítico:

Los seres humanos aparecieron en la Tierra hace 400.000 años durante el periodo Paleolítico. Esto sucedió tras un largo periodo de evolución. Los antecesores de los humanos, como el Homo erectus, habían usado herramientas simples durante milenios, pero en esta época, las herramientas mejoraron, se hicieron más precisas y complejas. En algún momento, los humanos empezaron a usar el fuego para calentarse y cocinar. También desarrollaron el lenguaje durante el Paleolítico, así como los ritos funerarios. En este periodo, todos los humanos vivían de la caza (en un primer momento del carroñeo) y la recolección, siendo nómadas.

Hace unos 50.000 años, los seres humanos se lanzaron a la conquista del planeta en diferentes ramas desde África. Una rama alcanzó Australia. La otra llegó al Asia Central, para luego bifurcarse en dos, una a Europa, y la otra subió hasta cruzar el Estrecho de Bering colonizando América. Las últimas áreas en ser colonizadas fueron las islas de la Polinesia, durante el primer milenio dC.

 

 

Neolítico:
Con el descubrimiento de la agricultura y la ganadería el ser humano comienza a cultivar diversos cereales como el arroz, el trigo y el maíz, o tubérculos como la papa, en diversas regiones del globo entre el Sexto y el Quinto Milenio a.C., por lo que deja de depender de la caza, la pesca y la recolección, se transforma en autosuficiente, y ello le permite adoptar un modo de vida sedentario (si bien algunas actividades como el pastoreo requerirán la práctica del nomadismo o del semi-nomadismo). En Japón encontramos un temprano desarrollo de la piscicultura.

 

Edad de los Metales:
La edad de los metales permitió disponer de herramientas más duraderas y efectivas que las de silex y otros materiales pétreos; hachas para talar bosques, espadas para la guerra y nuevos materiales para la construcción. El primer estadio de esta industria es en la mayor parte del planeta el calcolítico en torno al 4000 aC, se trata del trabajo del cobre, posteriormente las aleaciones del cobre y el estaño o el plomo dan lugar al bronce material menos maleable y más duro, un gran salto se da con la fundición en hornos de alta temperatura del hierro. Todos estos metales eran conocidos por el hombre pre-neolítico pero éste no conocía las técnicas para su elaboración y manipulación, que requieren altas temperaturas.

 

Antiguedad:
La escritura fue desarrollada en numerosas partes del mundo de forma independiente (el Antiguo Egipto, Mesopotamia, China, Mesoamérica, etc.), durante el periodo de la Edad de los Metales. En un principio se desarrolló a partir de representaciones esquemáticas, mágicas o contables para transformarse con el tiempo en jeroglíficos o en pictogramas. En Mesopotamia se desarrolló el sistema de escritura cuneiforme en tablillas de arcilla, a partir de sistemas de contabilidad pictográficos. En el Mediterráneo, gracias a los fenicios, la escritura evolucionó hacia el sistema alfabético, que se transformó en dominante gracias a su simplicidad. En su mayoría los pueblos amerindios no conocieron la escritura propiamente dicha, aunque en mesoamérica se desarrolló la escritura pictográfica y el Imperio Inca utilizó exitosamente el sistema de quipus. En África subsahariana se desarrollaron diversos sistemas simbólico-escriturales que servían de apoyo a la oralidad de estas civilizaciones, en torno al siglo IX los caracteres arábigos son utilizados en esta región para escribir en fulbé y Suajili. En general la mayoría de los pueblos de la tierra conocen algún sistema escritural o de símbolos dibujados o escritos en torno al año 1000 de la era cristiana.

La irradiación de las antiguas culturas negras del Antiguo Egipto, de Nubia, de Etiopía y, posteriormente, de la cultura árabe islámica, conformarían la civilización negroafricana. Las sucesivas crisis invasoras vividas por el Imperio Egipcio obligaron a constantes movimientos poblacionales desde el valle del Nilo al resto de África, mientras que el expansionismo egipcio llegó a alcanzar el Mediterráneo europeo influyendo en las culturas Micénica y Minoica, así como en Israel, Fenicia y Oriente Medio.

Entre los Milenios III, II y I a.C. surgieron grandes civilizaciones, por obra de pueblos como el Imperio Shang, los Zhou, los habitantes de Mohenjo-Daro y Harappa, los sumerios, los acadios, los babilonios, los fenicios, los hebreos, los griegos y los romanos.

Hacia finales del Primer Milenio a.C., por una serie de circunstancias, todas las regiones civilizadas de Eurasia se unificaron en el Imperio Romano, el reino de los partos (reemplazado después por el Imperio Sasánida), el Imperio Maurya, el Reino de los Kushan, y el Imperio Han. Todos estos cayeron en un período de tiempo que va entre los siglos III y V d.C.

A la caída de los grandes imperios, grandes religiones de carácter ecuménico (es decir, que trascienden el nacionalismo de los primitivos cultos para transformarse en Religiones de la Humanidad) se transforman en motores de la civilización eurasiática: el Cristianismo, el Islamismo, el Hinduismo y el Budismo Mahayana. En su torno se aglutinan una nueva serie de civilizaciones, desde Irlanda en el extremo occidental, hasta Japón en el oriental.

En la época del Califato Abasida, la cultura islámica alcanzó un grado de desarrollo sin precedentes. Las creaciones científicas, económicas y culturales islámicas pasarían a Europa, a través de Italia o de España. Por su parte, el mundo chino (en la época bajo el Imperio Tang) influiría decisivamente en la cultura japonesa, en tanto que la influencia de la India sería decisiva en el surgimiento de los imperios Jémer y Srivijaya, en Indochina e Insulindia, respectivamente. Al propio tiempo, el influjo del nestorianismo traería a los habitantes de la estepa eurasiática a la civilización.

 

Edad Media:
Como consecuencia del desarrollo científico y técnico, y después de las invasiones de los mongoles contra China, la India, el Medio Oriente y Europa durante los siglos XIII a XVI, la estepa se transformó en un medio de comunicación apto para el comercio y los viajes, por lo que misioneros como Guillermo de Rubrick y comerciantes como Marco Polo tendieron puentes hacia la creación de una cultura absolutamente terráquea.

Al mismo tiempo, mecenas de la navegación como Enrique el Navegante o el Emperador chino Yung-lo, e intrépidos marinos como Cristóbal Colón y Vasco de Gama, y sobre todo Fernando de Magallanes, descubrieron y explotaron nuevas rutas marítimas, apoyados en innovaciones técnicas tales como la brújula o la carabela. De esta manera, toda Eurasia fue unificada hacia el siglo XVI. A partir de este momento comienza la expansión imperial de las nuevas potencias europeas y un importante desarrollo del comercio que pondrá las bases para la aparición y posterior desarrollo del capitalismo.

La llegada de Colón a América en 1492 marcó un hito, ya que el continente americano quedaría vinculado al resto del mundo. Aunque América se habían desarrollado brillantes culturas como los olmecas, zapotecas, toltecas, mayas, aztecas, chibchas e incas, todas éstas desaparecerán tras la llegada de los invasores europeos. Las pestes y el exterminio por las armas hizo diezmar a la población amerindia, quedando la población superviviente sumergida bajo el dominio de España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra. Este encuentro también puso en contacto forzado a cerca de 30 millones de africanos que fueron esclavizados y obligados a trabajar en plantaciones, minas y oficios en general en América, esta triple herencia configurará desde entonces la personalidad cultural de América. De suma importancia es también la vuelta al mundo de Magallanes, que confirmó la redondez de la Tierra, mucho tiempo discutida.

 

Edad Moderna:
La Edad Moderna es una de las etapas en la que se divide tradicionalmente la historia, según la clasificación de Cristóbal Celarius. En su tiempo se la consideró de alcance mundial, pero hoy en día se restringe su alcance a la historia europea.

La fecha de inicio más aceptada es la toma de Constantinopla por los turcos en el año 1453, aunque también se han propuesto el Descubrimiento de América (1492) y la Reforma Protestante (1517) como hitos de partida. En cuanto a su final, cierta corriente historiográfica anglosajona tiende a considerar que estamos aún en la Edad Moderna, mientras que en nuestro entorno consideramos a nuestro tiempo como la Edad Contemporánea. El hito de separación más aceptado es el inicio de la Revolución Francesa en el año 1789, aunque también se han propuesto la independencia de Estados Unidos (1776) y el Congreso de Viena (1815). Como suele suceder, estas fechas o hitos son meramente indicativos, ya que no hubo un paso brusco de las características de un período histórico a otro, sino una transición gradual y por etapas. Es por eso que debe tomarse todas estas fechas con un criterio más bien pedagógico.

Destacan en este periodo la invención de la imprenta, los grandes descubrimientos geográficos como el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, el Renacimiento, la Reforma Protestante (llevada a cabo por Lutero), la Contrarreforma Católica, el Absolutismo, el arte barroco, el Mercantilismo y el colonialismo entre otros.

 

Edad Contemporánea:
La serie de guerras civiles en la Inglaterra del siglo XVII llevó a la generación de un nuevo sistema político, la democracia, y de una nueva manera de entender la economía, el industrialismo, que se retroalimentaron para producir la Revolución industrial. Tras superar el sistema esclavista debido a la pérdida de sus colonias americanas y gracias al dominio de nuevas fuentes energéticas (merced a la invención de la máquina de vapor), Inglaterra conquistó un imperio que abarcó la cuarta parte de las tierras emergidas, hacia finales del siglo XIX. Al mismo tiempo, el modelo industrial fue exportado a otras regiones. Otras naciones europeas, Portugal, España… con colonias en América se mantuvieron en un sistema económico de servidumbre y esclavitud hasta finales del XIX lo cual retrasó su desarrollo industrial.

Como consecuencia de la expansión colonialista de las potencias industriales, las culturas no occidentales debieron elegir entre occidentalizarse o perecer. Rusia lo hizo en la época de Pedro I el Grande. El Imperio Otomano se negó renuentemente, hasta el siglo XIX. China lo hizo sólo después del desastre que significó la Guerra del Opio, mientras que la India fue invadida militarmente por Inglaterra. Y Japón, tras obligársele a abrirse al comercio exterior en 1853, empezó su occidentalización forzada en la Era Meiji (1868). Etiopía también hizo importantes reformas bajo Menelik II pero no fueron suficientes para transformar la economía del imperio.

Otra consecuencia del Industrialismo fue la mejoría de las condiciones de vida, que llevó a las naciones industrializadas a alcanzar los mayores estándares de vida experimentados por la Humanidad en cualquiera de sus fases. Esto incluyó desagradables consecuencias colaterales, tal y como la explosión demográfica, el aumento de la presión sobre el medio ambiente y la pérdida de biodiversidad a nivel planetario. Las teorías de Thomas Malthus afirmaban que el excesivo crecimiento poblacional puede poner a la Humanidad en riesgo de extinción, sin embargo las mejoras en agricultura permiten hoy día alimentar al doble de población que la que actualmente existe a condición de que haya un reparto equitativo de la riqueza, por otra parte las sociedades post-industriales muestran un crecimiento negativo de sus poblaciones y parece que esa es la tendencia normal independientemente de consideraciones geográficas o culturales.

 

Siglo XX:
El siglo XX vio dos conflagraciones bélicas de proporciones nunca conocidas (la Primera Guerra Mundial, y la Segunda Guerra Mundial), ambas originadas en centroeuropa. Los movimientos fascistas que llegarón al poder en varios estados de Europa implementarón sistemas de gobierno nacionalistas, entre los cuales el de la Alemania nazi es el más celebre representante.

A partir del final de la Segunda guerra en 1945, emergió un orden bipolar encabezado por Estados Unidos (EE.UU)y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), conocido como guerra fría y cuyas piedras de toque eran el enfrentamiento entre el sistema económico-social capitalista y el sistema económico-social marxista comunista.

Ambos sistemas chocaron en diversas ocasiones en países terceros en una conflagración en busca de aumentar los niveles de influencia de cada bando; Cuba, Centroamérica, Vietnam, Corea, Etiopía, Angola, Mozambique. Finalmente, después de la Perestroika, el sistema comunista de la URSS se derrumbó y EE. UU quedó como mayor poder político-militar del mundo, en 1991, la actual tendencia política es a considerar la existencia de un choque de civilizaciones). Por otra parte los históricamente recurrentes conflictos bélicos en Europa occidental se han dejado a un lado, haciendo posible la construcción de la Unión Europea (UE).

En Asia a partir de los años 1980, China experimenta una sostenida tasa de crecimiento económico, que la llevó a formar parte de las diez economías más grandes del mundo al finalizar el siglo, haciendo que la mayoría de proyecciones la ubiquen como la que será la mayor economía del siglo XXI.

Continentes densamente poblados como África y la parte sur de América siguen sumidos en el subdesarrollo. A ello África suma la pandemia de Sida que unida a las frecuentes guerras civiles diesman su población.

La última mitad del siglo ha visto el ascenso de la era de la información y la globalización. La exploración espacial está llegando a todos los rincones del sistema solar. El ADN fue descubierto, y el genoma humano secuenciado, dando esperanza para la cura de las enfermedades. El número de publicaciones científicas anuales supera al número de las publicadas antes de 1900, y se dobla aproximadamente cada 15 años.