Skip to main content

El squash es un deporte de raqueta que ha ganado popularidad en todo el mundo gracias a su ritmo rápido y su demanda física. Además, es un deporte que se puede practicar en cualquier etapa de la vida y puede brindar una amplia variedad de beneficios físicos y mentales para quienes lo practican regularmente.

Se originó en Inglaterra en el siglo XIX y se ha expandido a nivel internacional, con una gran cantidad de países que compiten a nivel mundial. El origen del squash surge de su práctica inicial en Gran Bretaña y en sus antiguas colonias. Un dato relevante es que los mejores jugadores del mundo han sido británicos, australianos o neozelandeses. Sin embargo, los paquistaníes también ascendieron con rapidez. 

El squash exige resistencia, velocidad y reflejos. En palabras simples: requiere de una buena condición física, pese a la dimensión reducida de sus canchas. 

squash
Pareja de adultos juegan Squash. Foto: Pixabay

Cómo se juega Squash

Este deporte se practica, por lo general, entre dos adversarios. Se juega, además, al mejor de cinco juegos (sets) sobre una pista rectangular.

Gana quien alcanza primero los 15 puntos (antes 9). Pero, como el bádminton, un punto puede ser marcado solamente por el jugador que tiene el servicio. Si este comete falta, simplemente el servicio pasa al adversario. 

La pelota debe servirse contra la pared frontal, por encima de la línea de servicio, para caer, si no es devuelta en volea, sobre el piso en el cuarto de pista inmediato a la pared trasera y opuesto a la pared de la que ha partido el servicio. 

La devolución para el que la ejecuta es buena si la pelota antes de botar dos veces en el suelo se devuelve directamente o indirectamente.

Después de un primer impacto sobre una pared lateral, contra la pared frontal, por encima de la placa de chapa y sin haber tocado el suelo.

Joven ata sus zapatillas mientras practica Squash. Foto: Pixabay
Joven ata sus zapatillas mientras practica Squash. Foto: Pixabay

Características del campo de juego

La cancha de squash es un espacio cerrado rectangular rodeado por cuatro paredes, con una superficie de juego dura y sin obstáculos. Las medidas estándar de una cancha de squash son:

Longitud: 9.75 metros.

Ancho: 6.40 metros.

Altura: 5.64 metros (desde el suelo hasta el borde superior de la pared frontal).

La cancha se divide en dos mitades por una línea central marcada en la pared frontal y en el suelo. La línea de servicio está marcada a 1.83 metros de altura en la pared frontal. La línea de salida (o tiro de salida) está a 4.57 metros de la pared frontal en el suelo.

Se juega con una pelota pequeña y dura de unos 4 cm de diámetro que rebota mucho.