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En Francia, fue Voltaire (Francisco María Arouet) quien difundió los postulados británicos, además de ser considerado el símbolo de la Ilustración gala, ya que atacó duramente al Absolutismo, exaltó la razón y defendió el deísmo. Asimismo, Carlos de Secondat, barón de Montesquieu, influido por esta corriente, propuso la separación de los poderes del Estado en ejecutivo, legislativo y judicial, a través de su obra El espíritu de las leyes.

Sin embargo, fueron las ideas del filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau, otra de las figuras de la Ilustración, las que influirían poderosamente a los futuros revolucionarios franceses. La importancia que da a la libertad lo hace afirmar que la única sociedad política aceptable para el hombre es la que se funda en el consentimiento general, lo que queda de manifiesto en su libro El contrato social.

La ideología ilustrada se concentró en la monumental Enciclopedia, compendio de todos los conocimientos de la época, elaborada por el filósofo Denis Dideroty el matemático Jean Le Rond d’Alembert, ambos franceses, en la cual colaboraron el propio Rousseau, Voltaire y otros pensadores ilustrados.

En Alemania, la Aufklärung (Ilustración) se vio encauzada por la reforma luterana, por el empirismo de Locke y por la fascinación ante el desarrollo de las matemáticas. En ese país destacó Kant, quien en sus obras Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio, estableció que la ley moral supone la libertad, la inmortalidad y la existencia de Dios, si bien la razón no puede justificar estas ideas fundamentales.

En el Nuevo Mundo, las ideas de la Ilustración encontraron un profundo eco, tanto, que contribuyeron a fortalecer los movimientos emancipadores, como el que desembocó en la independencia de Estados Unidos en 1776.

El estallido de la ciencia

Isaac Newton, brillante matemático, físico, astrónomo y filósofo inglés, descubrió la ley de gravedad. Se dice que mientras estaba pensando a la sombra de un árbol, observó la caída de una manzana por su propio peso, hecho a partir del cual dedujo las leyes de atracción gravitacional.

El físico italiano Alejandro Volta inventó la pila eléctrica, Descartes fue el creador de la geometría analítica, Gottfried Wilhelm Leibniz, filósofo y matemático alemán, desarrolló, paralelamente a Newton, el cálculo infinitesimal; el químico francés Antonio Lorenzo de Lavoisierestableció la ley de la conservación de la materia, el astrónomo y físico inglés Robert Hookeinventó el microscopio -junto a Anton Leeuwenhoek- y descubrió la célula; el médico inglés Eduardo Jenner creó la vacuna contra la viruela y el naturalista sueco Carlos de Linneo clasificó científicamente las plantas, desarrollando la botánica.

Arte y economía

El descubrimiento de las ruinas de Pompeya y la apasionada defensa del clasicismo hecha por el arqueólogo alemán Juan Joaquín Winckelmann desencadenaron una reacción contra el barroco y rococó conocida como neoclasicismo. El Museo del Prado de Madrid es un ejemplo del intento de reproducir la monumentalidad de los edificios de la antigüedad.

La pintura dejó de lado el exceso de color y movimiento y su dibujo se concentró en los temas míticos e históricos. Aunque no se puede clasificar en ningún estilo, la obra del pintor español Francisco de Goya se situó entre el rococó y el romanticismo y se anticipó a su tiempo en sus ideas estéticas, temáticas y técnicas.

En la música, se llegó a la culminación de la religiosidad y el sentido grandioso del barroco, con las obras de los músicos alemanes Juan Sebastián Bach y Jorge Federico Haendel y el desarrollo de las influencias neoclásicas en las composiciones de los austríacos Francisco José Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart.

En la literatura, las nociones de instaurar en la Tierra la felicidad y de mejorar a los hombres, de por sí buenos, fue representada en la obra Robinson Crusoe, del escritor inglés Daniel Defoe, que describía el mito del hombre natural, asimilado al nuevo burgués capitalista de iniciativa ilimitada. Además, predominó la narrativa, que, de utopías como las que aparecen en la obra del escritor irlandés Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver, llevará al surgimiento de la novela moderna, con autores como Diderot.

En la economía, la intervención del Estado solo entorpecía el logro del enriquecimiento general derivado de la libre competencia entre las actividades emprendedoras de todos los individuos. La expresión francesa laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même (dejar hacer, dejar pasar, que el mundo va lo mismo) se convirtió en su frase símbolo.

El galo François Quesnay, defensor del valor productivo de la agricultura frente a las demás actividades económicas (fisiocracia) y los británicos Adam Smith y David Ricardo, fueron los primeros que analizaron los procesos económicos desde una perspectiva científica, sin tomar en cuenta moral y religión. Smith fue el fundador de la economía política y es considerado el padre del liberalismo económico.