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El período agroalfarero de la cultura de los atacameños distingue tres momentos: el primero de ellos se sitúa entre los años 400 y 900 de la era Cristiana, y se caracteriza por una alfarería roja pulida, por cántaros antropomorfos (con formas de hombre) y el uso de adornos y vasos de oro.  Esta alfarería compleja tenía una importante influencia tiwanakota.

El segundo, entre los años 900 y 1.200 de nuestra era, muestra el empleo de una alfarería negra pulida, la influencia de la cultura peruana Tiahuanaco o Tiwanaku, el empleo de las tabletas para aspirar alucinógenos, con figuras esculpidas de hombres, cóndores y felinos, y el uso del tambetá o adorno labial.

Fue a mediados del siglo XV cuando se produce la conquista del territorio atacameño por parte de los incas.

Allí nace el tercer período, comprendido entre los años 1.200 y 1.500, el cual recibe la influencia de la civilización incaica y deja como exponente la construcción de fortalezas o pukarás de piedra rodeadas de murallas con angostas calles y apretadas habitaciones.

La conquista de los incas tuvo un final abrupto tras la llegada de los conquistadores españoles al continente.

Dibujos y alfarería de los atacameños

La decoración de su alfarería y los dibujos de los petroglifos confirman que los atacameños poseían una cultura con una elevada sensibilidad estética.

El pueblo de los atacameños utilizó importantes técnicas para el desarrollo agrícola, destacándose el regadío artificial mediante un sistema de canales que suplían la falta de lluvias, y las terrazas o andenes que permitían un óptimo aprovechamiento del agua.

Cultivaron el maíz, la papa, los frijoles, la calabaza y una especie de tabaco.

En la ganadería, domesticaron a la llama y la alpaca, para utilizarlas en la producción de lana y como medio de transporte. Es así como los primeros pobladores de este pueblo se instalaron en quebradas.

La llama, como animal de carga, les permitió hacer largos viajes, para cambiar productos como pescado, guano y hojas de coca.

Aunque se sabe muy poco respecto de su espiritualidad, se piensa que fueron creyentes en una vida futura, debido a la manera en como disponían los entierros con armas, vestidos y objetos de uso cotidiano.

Tenían un idioma propio llamado kunza, del cual hoy apenas subsisten palabras aisladas.

Alucinógenos

La inhalación de sustancias alucinógenas fue muy habitual entre los indígenas de América.

En San Pedro de Atacama esta práctica era realizada principalmente por los chamanes con fines mágico-religiosos y curativos.

Al parecer, la gran popularidad del complejo alucinógeno en este lugar se debió a la influencia de la cultura Tiwanaku recibida entre los años 300 al 1.000 después de Cristo.