Los que rigen las economías mundiales en la actualidad emergieron de la Revolución Industrial, y el criterio central para clasificarlos ha sido el papel del mercado y del Estado en la toma de decisiones. Es así como se reconocen los siguientes: economía de mercado, ligada al desarrollo del capitalismo; economía centralmente planificada, propia del socialismo, y una economía mixta que incluye aspectos de los dos modelos anteriores.
La economía de mercado, o también llamada de libre mercado, es un sistema basado en la doctrina del liberalismo económico presente en la mayoría de los países capitalistas. Su premisa básica es la libertad de producción e intercambio de bienes y servicios, sin mediar la intervención del Estado.
Este sistema consiguió, en los países donde fue implantado, un aumento global de la riqueza hasta entonces desconocido, pero provocó dos tipos de crisis de grandes repercusiones. Por un lado se produjo una superproducción de bienes, al no ser posible coordinar la oferta y la demanda de mercancías; y por otro, se generó un problema social, al quedar los trabajadores indefensos ante las duras condiciones de trabajo impuestas por los patronos en los primeros tiempos de la Revolución Industrial.
En el primer tercio del siglo XX, el capitalismo fue sometido a una gran revisión, debido a que las presiones sindicales en favor de una legislación protectora del trabajador obligaron a la intervención del Estado. Asimismo, la crisis económica que se produjo en todo el mundo en 1929 puso en duda uno de los principios básicos del capitalismo liberal, referido a la capacidad de restablecimiento espontáneo del equilibrio del sistema en caso de crisis.
A finales del siglo XX, la expresión de este sistema ha sido el capitalismo financiero, caracterizado por la concentración monopolista de capitales y de grandes multinacionales.
El principal ideólogo del liberalismo económico fue el inglés.
Adam Smith, autor de La riqueza de las naciones. Este autor sostenía que ningún gobernante podía tener más capacidad para organizar la economía que la que tiene el mercado y que el Estado solo entorpecía esta tarea.
La economía socialista se caracteriza por asignar casi exclusivamente al Estado la toma de decisiones económicas. Propone la propiedad colectiva de los medios de producción y el principio de igualdad de oportunidades. En el siglo XX esta estructura imperó hasta fines de la década de los ochenta en casi la mitad de los países del mundo (Rusia, Europa del Este, China y Cuba entre otros). En la actualidad todavía persiste en algunas naciones como China y Cuba, pero cada vez más se han ido incorporando elementos de la economía de mercado.
El principal ideólogo del socialismo fue el alemán.
Karl Marx, cuyas obras más conocidas son Manifiesto Comunista y El Capital. La atención de Marx se centró en la agudización de las desigualdades, que repercutían significativamente en la vida de los trabajadores. De esta manera, él imaginó un sistema económico que permitiera eliminar los defectos del capitalismo liberal. Desde la perspectiva del socialismo, la desigualdad se soluciona con una propiedad colectiva de los medios de producción que beneficia a todos los miembros de la sociedad. Es por tanto el Estado quien debe controlar casi todo el aparato productivo de un país.
La economía mixta refleja la tendencia mundial por la que han optado las naciones, en el sentido de compartir las tareas entre el Estado y el mercado. Esta situación se relaciona con la valorización del mercado como mecanismo eficiente en el equilibrio entre la oferta y la demanda, que permite a las personas acceder a una gran cantidad de bienes y servicios mediante un precio regulado por su capacidad de compra. Sin embargo, el Estado -en este sistema se conoce como Estado de bienestar- ejecuta tareas privativas, como son asegurar servicios esenciales a la población, como la salud, la educación, la previsión social, y todo lo referente a la acción de control del sistema económico que resguarde el bien común y asegure una distribución de la riqueza más equitativa.
El modelo neoliberal
En la economía social de mercado el Estado no es el propietario de los medios de producción, sino que estos quedan en manos de los privados. La base teórica de esta tendencia fue un texto conocido como El ladrillo, en el cual los economistas que habían estudiado en la Universidad de Chicago, Estados Unidos, como Álvaro Bardón, Pablo Barahona y Sergio de Castro (los llamados «Chicago Boys»), luego de analizar la situación del país, proponían este modelo económico.
En el marco de este planteamiento, se cambió la moneda de escudo a peso, se establecieron bajos aranceles para la importación y exportación de productos no tradicionales, se mantuvo un dólar fijo equivalente a 39 pesos y se incentivó la inversión de capitales extranjeros. Además, se terminó con la Reforma Agraria y se privatizaron numerosas empresas estatales importantes, aunque la Corporación del Cobre, Codelco, siguió en manos del Estado.
Por otra parte, aumentaron los gastos en defensa, sueldos y beneficios de las Fuerzas Armadas y servicios secretos. Una ley determinó que se iba a destinar el 10 por ciento de las utilidades anuales, producto de las exportaciones de cobre, a la compra de armas.
El gasto en salud, vivienda e infraestructura (como la construcción de caminos, por ejemplo) disminuyó notablemente en los primeros años del régimen militar.
Tambalea el modelo
En 1982, el gobierno del general Pinochet se encontraba en serios problemas económicos. La deuda ascendía a 16.000 millones de dólares. Esta situación, atribuida por el régimen militar a una recesión o crisis mundial, fue agravada por el exceso de libertad económica y la mantención del dólar fijo, que favorecía a los importadores, pero no a los exportadores. Para enfrentar la crisis, se terminó con la fijación del dólar, lo que afectó a todos quienes tenían deudas en esa moneda, pues estas aumentaron fuertemente. Alrededor de 450 empresas quebraron y el desempleo llegó al 30 por ciento, aproximadamente. El Estado tuvo que intervenir en 1983, absorbiendo las deudas de algunas empresas, pero sobre todo de varios bancos importantes quebrados. Fuera de este difícil momento, los últimos años del régimen militar dejaron una economía sólida y con proyecciones de desarrollo. Se produjo la diversificación de la economía al exportar productos diferentes a los tradicionales y competitivos en el mercado internacional. Además, se reforzó la modernización del Estado, privatizando no solo empresas estatales, sino que también los servicios sociales, de la salud y de la educación.
El presupuesto nacional
Al igual como con una familia o empresa, el Estado también necesita contar con un presupuesto anual con el que ejecutar sus actividades. En este presupuesto se establecen los ingresos fiscales y el gasto público que debe destinarse a las tareas prioritarias del país.
Su elaboración contempla básicamente las siguientes etapas:
-Preparación, tarea que la realizan los ministerios de Economía y de Hacienda.
-Discusión y aprobación en el Parlamento.
-Ejecución, etapa que le corresponde al Poder Ejecutivo.
-Intervención y control, función ejecutada por la Contraloría General de la República y el Parlamento.