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¿Sabes cuál es la diferencia entre el Código lingüístico y no lingüístico? En el mundo existen muchísimos códigos con los que nos comunicamos día a día. El más común de ellos es el idioma. Cada país tiene una misma lengua, en la que se comunican sus habitantes y por eso se entienden.

En Chile, nuestro código es el español, pronunciado a nuestro modo y con nuestras propias palabras, que a lo mejor significan otra cosa en Argentina o en la misma España. Por eso, decimos que nuestro idioma es el español de Chile. También le llamamos castellano, aunque esto no es tan exacto.

Formas de comunicación

Aparte del idioma, existen muchos otros códigos, es decir, muchos conjuntos de signos, que utilizamos a diario. Uno de ellos son las señales de tránsito. Constituyen un conjunto de signos, que la mayoría de nosotros manejamos, y nos permiten comprendernos, en cualquier vía pública.

Por ejemplo, cuando el semáforo tiene la luz roja encendida, los que están frente a él entienden el mensaje: quedarse detenidos y avanzar cuando la luz cambia a verde.

Del mismo modo, cuando en la calle vemos varias líneas amarillas pintadas en el suelo, sabemos que ese es un paso autorizado para los peatones.

Semáforo. Foto: Pixabay
La señal de un semáforo. Foto: Pixabay

En estas situaciones, así como en tantas otras, vemos que no hay ninguna participación del lenguaje. Sin embargo, el mensaje que se da es recibido de todas formas, ya que los receptores entienden el código que se está empleando.

Existen diferentes tipos de códigos, es decir, distintos conjuntos de signos que las personas ocupamos para transmitirnos mensajes, y en definitiva, comunicarnos.

Al referirnos a ellos, la primero que debemos hacer es distinguir entre código lingüístico y código no lingüístico escrito -si utiliza el lenguaje escrito.

Código lingüístico

Es un código o conjunto de signos que necesita del lenguaje, ya sea oral o escrito. De este modo, los códigos lingüísticos se dividen, a su vez, en código oral -si utiliza el lenguaje oral- y código escrito, si utiliza el lenguaje escrito.

Los idiomas que -como ya lo habíamos dicho- son los códigos más comunes, corresponden a códigos lingüísticos, que pueden ser orales o escrito, si se trata del idioma en esa forma.

Ejemplo: 

– Pedro va por la calle caminando, junto a su hermana chica. Ve un letrero en el camino, que dice: «Peligro – excavación».

– En ese momento, le dice a su hermana: «No te vayas a caer».

– En esta situación, hay un letrero que está transmitiendo el mensaje.

¿Quién emitió el mensaje? No podemos pensar que el letrero es el emisor, ya que el letrero no puede dar ese mensaje por sí solo. Lo que sucede es que alguien quiso transmitir a la gente ese mensaje y, por eso, puso el letrero en ese lugar.

En este caso, el emisor sería la persona que puso el letrero, la municipalidad, los encargados de la excavación, o quien sea. El letrero sólo fue un medio para transmitir el mensaje.

El receptor del mensaje, sin duda, es Pedro. El código que se ha utilizado es lingüístico, ya que el mensaje está en castellano, que es un idioma. Por lo tanto, emplea el lenguaje y es escrito, ya que el cartel lo está. En una palabra, decimos que el código es lingüístico escrito.

Pero la situación no termina ahí. Luego, Pedro, haciendo el papel de emisor esta vez, le transmite un mensaje a su hermanita: «No te vayas a caer». La hermana es, entonces, el receptor de este mensaje.

En este caso, el código empleado también es lingüístico, ya que se trata de nuestro idioma, pero esta vez se trata de un código lingüístico oral, ya que el mensaje se ha transmitido de forma hablada.

Código lingüístico
Cartel de excavación profunda

Códigos no lingüísticos

Son aquellos códigos que no necesitan del lenguaje. No requieren de un idioma determinado para ser capaces de transmitir el mensaje.

Para que estos códigos sean útiles, tanto el emisor como el receptor deben saber sus significados, pero no tienen que saber leer ni escribir. Ello se debe a que estos códigos, como no utilizan el lenguaje, no son escritos ni orales.

Los códigos no lingüísticos se dividen en código no lingüístico visual, código no lingüístico gestual y código lingüístico auditivo.

Código no lingüístico visual

Se transmite a través de la vista. Para captar el mensaje, el receptor debe ver la señal que el emisor le envía. No debemos confundir ver con leer.

En lo que dice relación con el código lingüístico escrito, también hay que verlo. Pero no basta con eso, porque hay que saber leer y conocer el idioma para entender el mensaje. En cambio, cuando nos comunicamos con el código no lingüístico visual, sólo basta con ver.

Un ejemplo típico de código no lingüístico visual es el de la mayoría de las señales de tránsito. Con dibujos, los carabineros nos transmiten las indicaciones a seguir en el camino.

Ejemplo: Juan va manejando y ve un letrero de no adelantar que no transmite el mensaje con palabras sino con  un dibujo. Juan o cualquier receptor, con sólo verlo, recibe el mensaje. Se trata, entonces, de código no lingüístico visual.

Otras variantes del código no lingüístico son el código no lingüístico gestual y el código no lingüístico auditivo.

Lingüístico
Señal de no adelantar

Código no lingüístico gestual

En este código, el emisor transmite sus mensajes a través de gestos, utilizando su cuerpo. Podría parecerse al código no lingüístico visual, ya que se trata de un signo o señal comunicativa que el receptor también debe recibir a través de la vista. Pero, no debemos confundirnos.

Lo que distingue a este tipo de código es su origen. Este consiste en que el emisor hace gestos para transmitir el mensaje, en cambio, el otro corresponde a cualquier señal que solo es necesario ver.

Un ejemplo de código no lingüístico gestual es el lenguaje de los sordomudos.

También, hay otros en la vida cotidiana, como estos:

Código no lingüístico auditivo

También se le llama código no lingüístico acústico. Se transmite a través del oído, es decir, el receptor debe escuchar la señal para recibir y entender el mensaje.

En el código no lingüístico auditivo la señal es más universal, y no incluye palabras ni nada lingüístico.

También podemos encontrar a diario ejemplos, como:

– Las campanas de una iglesia: anuncian que la Misa ya va a comenzar.

– La sirena de la ambulancia: avisa a los demás para que le abran paso.