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El relato que nos ocupa ocurre en circunstancias poco favorables para su narrador, aviador que sobrevolando el ya señalado desierto, sufre el desperfecto del motor de su avión viéndose obligado a hacer un aterrizaje forzado, y de este modo queda sumido solo en esa enorme bastedad intentando arreglar su máquina.

Este es el escenario  en que El Principito irrumpe frente al aviador haciendo preguntas, solicitando atenciones, emitiendo opiniones, sorprendiendo con su sabiduría de niño pequeño, con la simpleza del que ve las cosas tal cual son.

Pero este relato no sólo tiene que ver con este curioso encuentro, porque si bien conocemos las circunstancias en que el aviador llega hasta este lugar, no podemos comprender la presencia de un niño en tal paraje.  He aquí el porqué este relato es considerado tan enigmático.

Así es cómo nos vamos enterando de que este pequeño es monarca de un desconocido planeta, el asteroide B-612, en el que tiene unas pocas pertenencias y sus grandes afectos. Que viene viajando hace un tiempo y ya debe regresar pues en su planeta lo esperan su rosa y unas cuantas obligaciones.

De paso nos cuenta que ha recorrido varios lugares donde ha conocido algunos personajes peculiares, se ha sentido un poco solo y también triste ya que no comprende el mundo de los adultos.

Después de mucho recorrer llaga a la tierra buscando a los hombres, pero como está en el desierto no se encuentra más que con un zorro con quien funda una hermosa amistad, el aviador quien se siente profundamente conmovido por este encuentro pero a su vez necesita reparar su avión pues ya no le queda agua para sobrevivir en el desierto, y una serpiente, quien será finalmente quien le permitirá regresar a su hogar abandonando el cuerpo material que tanto cuesta trasladar. Ese es el momento en que El Principito parte dejando una huella de profunda reflexión  y silencio que nos lleva a pensar acerca de lo que en verdad es importante, de cómo cuidar lo que queremos y de cómo en la medida que crecemos nos alejamos de la verdad, pues vamos complicando nuestra existencia al punto de olvidarnos de nosotros mismos.

Este enigmático relato se ha transformado en uno de los preferidos de la literatura universal, sin que quede muy claro si es un relato para niños, como su apariencia lo indica no sólo por los personajes sino también por las ilustraciones de su autor, o un relato para adultos por la profundidad reflexiva que representa.

La desaparición de su autor, Antoine de Saint-Exupéry, mientras sobrevolaba Marsella, hacen de esta obra un bello enigma literario.