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Soñar es una fuente inagotable de información acerca de nosotros mismos, el problema es que habitualmente no recordamos lo que soñamos o sólo quedan en nuestra memoria fragmentos y  pese a que intentemos recordar el sueño completo, resulta imposible.  Es mucho más probable que recordemos las pesadillas pues el temor que nos infunden hace que recordemos mejor la secuencia de los hechos.

¿Sabías que la mayoría de las personas sueñan en blanco y negro y sólo algunas y muy ocasionalmente sueñan en colores?

Los sueños son motivo de argumentos de películas, novelas, poemas, pinturas, etc. Nadie podría negar lo interesante que es el poder experimentar situaciones ficticias cómo si fueran reales, pero lo mejor y más impresionante de todo es que en sueños pueden pasar cosas increíbles, igual que en las películas de ciencia ficción.

No me cabe duda de que alguna vez has despertado después de un sueño sintiendo que lo que soñabas era  casi real, incluso al punto de tener el pulso acelerado o respirar  de modo veloz. Los sueños son extraños y pese a que son generados por nosotros mismos, muchas veces pueden sorprendernos e incluso desconcertarnos.

Mucha gente gusta de conversar acerca de los sueños e interpretarlos, haciendo de ellos una fuente inagotable de información acerca de sí mismos y de los demás.

¿Recuerdas algún sueño que hayas tenido en el último tiempo? Prueba interrogando a tu familia temprano por la mañana acerca de qué soñaron, y verás cómo comienza un entretenido tema de conversación.
Una vez que hayas experimentado interrogando a tu familia, busca la instancia para interrogar  a tus amigos o amigas  y podrás comprobar que cada persona tiene algo para contar al respecto.
Cuando estés en el interrogatorio, procura escuchar atentamente a tu interlocutor cuidando no interrumpirle pero dirige cada tanto alguna pregunta respecto del tema para obtener una información más precisa. Pregunta acerca de cómo se sentía la persona en el sueño y cómo se sintió al despertar, si fue capaz de recordar el sueño completo  o no, si el sueño era en colores o en blanco y negro.

Practica mucho el contar tu sueño pues te irás dando cuenta cómo eres tú mismo quien poco a poco va haciendo un relato más entero, mejorando las interpretaciones e incluso interpretando los sueños de otros.

Ahora te propongo otro desafío, intenta durante una semana registrar cada día el o los sueños que tuviste dando la mayor cantidad de detalles:

  • Personajes participantes en el sueño,
  • Lugares en que trascurre el sueño,
  • Elementos que parecen extraños en el sueño,
  • ¿Qué fue lo que más te impresiono?
  • ¿Cómo te sentías en el sueño?
  • ¿Qué interpretación podrías hacer de tu sueño?