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La columna vertebral

La columna vertebral está formada por 33 huesos en forma de círculos, llamados vértebras, que están unidas por una serie de articulaciones móviles.

Entre cada una de ellas hay discos de cartílago duro que se encuentran sometidos a grandes fuerzas durante movimientos determinados, y que también se comprimen para absorber los choques.

La columna está configurada por tres tipos de vértebras, que se distribuyen en diferentes zonas del cuerpo: cervicales, ubicadas en el cuello; torácicas, en la parte superior de la espalda, y lumbares, en la porción inferior. Las primeras sostienen la cabeza y el cuello; las torácicas fijan las costillas, y las lumbares soportan nuestro peso y estabilizan el movimiento.

Otra función muy importante que cumple la columna vertebral es proporcionar el espacio para acoger a la médula espinal, además de protegerla. La médula espinal, de tejido nervioso, es la que conduce los mensajes entre el cerebro y las distintas partes de nuestro organismo, lo que la transforma en un elemento crucial de nuestro cuerpo.

La caja torácica

Como un verdadero cofre del tesoro, los huesos que forman la caja torácica protegen órganos tan importantes como el corazón y los pulmones. Los huesos principales que dan forma a este baúl son las costillas y el esternón.

Al tomar aire profundamente, puedes observar que sobre el estómago se te notan varios huesos curvos a los lados: esos son tus costillas, huesos largos y torcidos. Si aguantas un poco la respiración, tal vez puedas contarlas tú mismo y verás que son doce, aunque sólo las siete primeras se unen directamente al esternón por medio de los cartílagos costales.
Estos diferentes grupos de costillas reciben distintos nombres: las siete primeras se llaman costillas verdaderas; el segundo grupo, costillas falsas, y el tercero, costillas flotantes.

El esternón es un hueso único y plano situado en la parte anterior del tórax, que mantiene unido entre sí a todos los cartílagos costales. Por su parte superior el esternón se articula con las clavículas (ver glosario). Está compuesto por dos láminas de hueso compacto entre los cuales hay un hueso esponjoso. La médula del esternón se mantiene roja por toda la vida.

Con los movimientos de aspiración y expiración, el esternón sube y baja con respecto a la columna vertebral y arrastra en sus movimientos a todas las costillas, a excepción de las flotantes.

Con estos movimientos, en los que participa activamente el diafragma -músculo que cierra por debajo la caja torácica-, se expande y contrae el volumen de la cavidad torácica.

Cráneo

Siguiendo con su misión protectora, los huesos del cráneo cuidan el cerebro.

El cráneo está compuesto por ocho huesos de forma plana, muy resistentes: el hueso frontal sirve de base al cráneo y da origen a dos cavidades profundas en las que se alojan los globos oculares, donde después van los ojos. Los dos huesos parietales están ubicados cada uno al lado de la cabeza y forman el techo y las paredes del cráneo. La parte inferior de este se forma gracias a los huesos temporales, dos huesos que protegen los órganos del oído.

El hueso occipital es la única conexión entre la cabeza y la columna vertebral, como si aquella fuera una pelota en equilibrio sobre la punta de un dedo. La médula espinal sale del cerebro a través de un orificio del hueso occipital.

La base del cráneo, por su parte, la forman la cara posterior del hueso frontal, el etmoides, y la parte anterior del hueso esfenoides, lo que se denomina fosa anterior. Existe también una fosa media, que está compuesta por delante del resto del esfenoides con la silla turca, ensamblada con ambas extensiones inferiores del temporal. Finalmente, la fosa posterior está constituida casi en su totalidad por la parte horizontal del occipital.

Glosario

– Clavículas: los dos huesos largos y curvos que son las únicas uniones óseas entre las extremidades superiores y el tronco de nuestro cuerpo, y que van entre el esternón y el acromión (la parte más prominente del hombro).

Huesos del esqueleto axial

Cráneo

El cráneo -que al igual que otros huesos da protección a algún órgano vital- está formado por 22 huesos, que resguardan al cerebro y los órganos principales de los sentidos (ojos, oídos y nariz). Algunos de estos forman la bóveda craneal y los otros, el esqueleto de la cara.

Bóveda craneal: ocho huesos que encierran y protegen esta bóveda se encajan en unas articulaciones fijas llamadas suturas. El hueso frontal se curva en torno al cráneo para formar la frente y la parte superior de las órbitas (cuencas óseas que acogen a los ojos).

Dos huesos temporales protegen los canales que conducen al oído medio e interno. En el oído medio (atrás del tímpano) se encuentran los tres huesos más pequeños del cuerpo: martillo, yunque y estribo. El primero capta las vibraciones sonoras del tímpano, al que está unido, y las transmite al yunque y al estribo. Este último recibe las vibraciones aumentadas 20 veces.

El hueso occipital que presenta un gran orificio que comunica el cráneo con la columna vertebral y a través del cual pasan las principales vías nerviosas. Este está articulado con el atlas (primera vértebra cervical).

Dos huesos parietales forman la parte superior y las paredes del cráneo.

En la línea media se encuentran el pequeño hueso etmoides que forma parte de la pared externa de las fosas nasales.

El hueso esfenoides está situado en la parte anterior y media de la base del cráneo y presenta una parte central que aloja a la glándula hipófisis, llamada silla turca.

Huesos de la cara: son los otros 14 huesos y se dividen en dos partes denominadas maxilares inferior y superior.

La primera está compuesta sólo por el maxilar inferior o mandíbula, que es el único hueso móvil del rostro y cuya principal misión es la masticación. La segunda, en cambio, está constituida por los 13 huesos restantes: 12 de ellos están dispuestos por pares, mientras el restante es impar. Los pares son los maxilares superiores, los malares, los unguis, los cornetes inferiores, los huesos propios de la nariz y los palatinos. El impar es el vómer.

Caja torácica

Está compuesta por 12 vértebras torácicas en la parte posterior, 12 pares de costillas, que salen de los lados de las vértebras torácicas, y por el hueso esternón en la parte anterior, donde llegan las costillas de ambos lados.

Los siete pares de costillas superiores, que se conocen como costillas verdaderas, rodean el cuerpo y se unen al esternón a través de los cartílagos costales. Las tres que siguen se llaman falsas, porque se articulan indirectamente con el esternón. Los últimos dos pares de costillas que se denominan flotantes rodean los costados del cuerpo y no tienen conexión alguna con el esternón.

Columna vertebral

La columna vertebral o espina dorsal es una estructura ósea formada por 33 huesos, llamados vértebras, que comienza en la región cervical, articulando con la base del cráneo y terminando en el hueso del sacro-cóccix. Su función es ser el pilar del esqueleto y proteger la médula espinal que es la estructura que lleva los nervios que comandan el movimiento del cuerpo humano.

En la parte superior están las siete vértebras cervicales del cuello, que son las más pequeñas y permiten el mayor grado de movimiento a lo largo de la espina dorsal.

Luego le siguen 12 huesos más pesados, que se denominan vértebras torácicas o dorsales y forman la parte superior de la espalda. Estos huesos también ayudan a sujetar a los 12 pares de costillas.
Luego vienen las cinco vértebras lumbares que son los huesos más grandes de la columna y soportan la mayor parte del peso del cuerpo.

Por debajo de estas vértebras está el sacro, un hueso colocado entre los dos huesos de la cadera y que constituye la parte posterior de la pelvis. Encajado bajo el sacro encontramos el cóccix, un pequeño hueso afilado formado por cuatro vértebras fusionadas. El cóccix no tiene función alguna, ya que corresponde al vestigio de una cola.

Huesos del esqueleto apendicular

Extremidades superiores

Estas extremidades son dos y cada una posee un total de 64 huesos distribuido en cinco segmentos desde su raíz hasta el extremo: hombro, brazo, antebrazo, muñeca y mano.

El hombro o cintura escapular tiene dos huesos. Un hueso largo par llamado clavícula (viene del latín y significa pequeña llave, por su similitud con una nota musical), que está situado transversalmente entre el esternón y el omóplato o escápula. Este último es el otro hueso del hombro y se encuentra en la parte posterior del tórax.

El brazo posee sólo un hueso largo y ese es el húmero. En la parte de arriba se articula con el hombro y en la parte inferior se une con el antebrazo, para crear la articulación del codo.

El antebrazo lo forman el cúbito o ulna y el radio, dos huesos largos que están ubicados en forma paralela.En la muñeca comienza la flexibilidad de las manos, donde ocho huesos del carpo se disponen en filas de a cuatro.

A ella le siguen cinco huesos metacarpianos que se distribuyen en abanico a lo largo de la mano.

Finalmente, están los 14 huesos llamados falanges, tres en cada uno de los dedos y dos en el pulgar.

Extremidades inferiores

Estas extremidades son dos y cada una posee 62 huesos repartidos entre el cinturón pélvico (pelvis), fémur o hueso del muslo, huesos de la pierna y del pie.

La pelvis está constituida por los huesos coxales (ilión, isquión y pubis), el sacro y el cóccix. El muslo o fémur es el hueso más largo y resistente del cuerpo humano. Los huesos de la pierna se extienden desde la rodilla hasta el tobillo y son la tibia y el peroné o fíbula. El primero es el hueso más voluminoso de la pierna y se articula por arriba con el fémur y el peroné, y en la parte inferior, con el hueso astrágalo del tarso y con el peroné. El peroné o fíbula (viene del latín y significa alfiler), es un hueso que se encuentra atrás de la tibia y ayuda a transmitir el peso.

Huesos del pie

El pie lo forman tres tipos de huesos: tarsos, metatarsos y falanges.
El tarso es un conjunto de huesos que conectan la pierna al metatarso y lo componen el astrágalo o talo (en el tobillo), el calcáneo, el hueso más grande del pie y que forma el talón. Delante de este se presentan cinco huesos: el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes o cuñas. Los metatarsianos o huesos del metatarso son cinco huesos en cada pie y están desde el tarso hasta los ortejos o dedos del pie. Finalmente, encontramos las falanges que forman los ortejos, que son 14 huesos largos en cada pie y se distribuyen en grupos de tres en cada dedo, a excepción del ortejo mayor o hallux, donde sólo hay dos falanges.

Diferencias sexuales

La pelvis, que es la unión de los dos huesos coxales, el sacro y el cóccix, tiene un aspecto similar en ambos sexos, pero la estructura es distinta. La masculina es más pesada y más alta. El estrecho pélvico inferior, es decir, el arco púbico, es angosto. En cambio, la pelvis femenina es más liviana en su armazón ósea y más ancha en el arco púbico, para permitir el embarazo y luego el parto.

Rótula

También conocido como patela, es un hueso plano y redondeado de la rodilla. Se encuentra incluido en el tendón terminal del músculo cuadríceps de la cara anterior del muslo y está situado específicamente por delante de la extremidad inferior del fémur.

¿Cuántos son los huesos?

Esqueleto Axial
Lo conforman 80 huesos:

– Huesos de la Columna Vertebral (26)
Cervicales (cuello): 7
Torácicos: 12
Lumbares: 5
Sacro: 1 (formado por la fusión de 5 vertebras)
Coxis: 1 (formado por la fusión de 4 vertebras)

– Huesos del Cráneo (29)
Neurocráneo: 8
Cara: 14
Oido: 6
Hioides: 1

– Huesos del Torax (25)
Costillas: 24 (12 pares)
Esternón: 1

Esqueleto apendicular
Lo conforman 126 huesos:

– Miembros superiores y pectorales
: (64)
Brazos y manos: 60
Hombros: 2 clavículas y dos escápulas.

– Miembros inferiores y pélvicos: (62)
Piernas y pies: 60
Pelvis: 2 huesos pélvicos (formados por la fusión del Ilion, Isquion y Pubis)


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