Matilde Urrutia estudió musica y canto. Neruda, con quien se casó, la llamaba «la campesina de Coihueco o la chillaneja». A la muerte del poeta, sobrevivió tres años, falleciendo en Santiago, en 1976.
Matilde Urrutia, nació el de mayo de 1912, hija de don José Ángel Urrutia y de doña María del Tránsito Cerda, vive sus primeros 13 años en Coihueco, en calle Independencia, casi exclusivamente con su madre, ya que don José fallece al cumplir Mati un año y sus 5 hermanos hemigraron tempranamente a la capital.
Su adolescencia
La dura vida las obliga a emigrar a Santiago. A los 12 años debió enfrentar casi sola el porvenir. Estudió en el Instituto Comercial. Su vida se desarrolló entre el trabajo (Gath y Chaves, Correo, Seguro Obrero), su familia y los estudios de canto que inicia con Consuelo Guzmán en el Conservatorio de Música, y que continúa con Blanca Hauser, casada con Armando Carvajal. Convive con la pareja un tiempo después de la muerte de su madre, y ellos influyen fuertemente en su formación musical.
Conoce a Pablo
Se conocieron en 1946 en el Parque Forestal. El intenso y breve encuentro se desvanece en el corazón de ambos, entre la actividad artística de Matilde y política-literaria de Neruda, hasta reencontrarse en México en 1949. Matilde dejó todo por seguir a su amado. La artista y cantante, hermosa con sus 37 años, de cuerpo moreno y ahora cobriza cabellera, simboliza para Neruda el recado de la tierra lejana.
La Sra. Esmeralda Merino, compañera de curso, y amiga de toda la vida de Matilde la describe como «una vivaz niña de pelo castaño, con chapas o trenzas, muy inteligente, tierna, cautivante; tocaba la guitarra y el piano, cantaba como alondra, nadaba, cultivaba la huerta y el jardín, y si era necesario, araba y plantaba. Aficionada al mate y al mote con huesillos: era lo primero que pedía al regresar al lar».
…pero Neruda estaba casado
En aquel entonces, Pablo Neruda estaba casado con Delia del Carril, una pintora 24 años mayor que él. Ella trabajó con su esposo para salvar republicanos españoles y enviarlos a Chile y le hizo familiar todo el mundo de sus contactos. Más tarde, de vuelta en Chile, compartió su arte, cuyo motivo preferente fue la pintura de caballos, con las tareas políticas de su esposo, que no eran menores.
En 1948 Neruda llega a ser elegido Senador de la República. Desde esa función, insulta al Presidente Gabriel González Videla llamándolo traidor, y debe huir al exilio en un aventurero cruce de la cordillera a lomo de mula. En 1949, se refugia en Argentina.
Esta persecución trajo consecuencias para la vida sentimental del poeta. Ya desde antes ha tenido contactos emocionales muy intensos con Matilde Urrutia, quien incluso fue enfermera en la casa de Delia y Pablo en la calle Lynch de Santiago después de que éste debiera guardar reposo por un accidente automovilístico.
El destino lleva ahora al poeta a Capri donde convive clandestinamente con su amante.
El idilio con Matilde
Entre tanto sus amores con Matilde van viento en popa y es precisamente este amor adulto y maduro que le ayuda a sobrevivir el exilio. Esta parte de su vida inspiró la película’ Il postino’, (el cartero), que dio a conocer al poeta de una manera tan singular a través del mundo. En 1952, aparece en edición anónima los «Versos del capitán» (dedicados a Matilde) y que no los puede reconocer porque esta aún unido legalmente a Delia del Carril.
Ese mismo año se le permite regresar a Chile. En 1959 aparece los «Cien sonetos de amor» dedicados a Matilde Urrutia, su luz de día y de noche. En 1961, sus veinte poemas de amor alcanzan un millón de ejemplares. En 1967 legaliza su unión con Matilde.
Pablo Neruda escribió de ella: «Mi mujer es provinciana como yo. La tierra y la vida nos reunieron«.
Durante el gobierno de Salvador Allende participó activamente en la vida cultural y política del país pero su salud lo obliga a retirarse. Su mujer Matilde estuvo siempre a su lado y le brindó gran apoyo y amor para pasar los momentos más difíciles de su enfermedad y de la vida política chilena.
Su viuda
Durante el régimen militar, Matilde se convierte en la luchadora de su pueblo y del poeta. Logra con la asesoría de Miguel Otero Silva, editar las censuradas «Memorias» del poeta. También lleva a cabo la publicación de su obra póstuma, y el rescate de la nerudiana dispersa, en verso y prosa, tanto del olvidado Neftalí como del consagrado Premio Nobel Pablo Neruda. En estas tareas la asesoran Otero Silva y Jorge Edwards y en su soledad y aislamiento a que ha sido relegada, y mientras escribe sus propias Memorias, la acompañan Solidariamente, Teresa Hamel, su fiel amiga; Angela Urrutia, su hermana y en echar las bases de la Fundación Pablo Neruda, para hacer realidad el sueño del poeta. Hoy, la Fundación es una realidad.
Nace Alberto Blest Gana