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Etapas de la unificación italiana

En el año 1858 Napoleón III, en la entrevista de Plombières, se comprometió a ayudar a la causa nacionalista italiana a cambio de recibir el condado de Niza y Saboya.

La guerra de Austria contra el Piamonte y Francia en 1859, fue un fracaso para el ejército austriaco (batallas de Magenta y Solferino); pero el temor a que Prusia interviniera a favor de Austria llevó a Napoleón III a firmar con este último país la Paz de Zurich en 1859 y a anexar la Lombardía.

En 1861, el reino de Nápoles, tras la expedición de los camisas rojas de Giuseppe Garibaldi, ocurrida en 1860, se integró al reino de Italia. Ese mismo año, Víctor Manuel había sido proclamado rey de Italia y establecido el Parlamento italiano en Turín.

Al perder la guerra contra Prusia –este reino se había aliado con Italia–, Austria tuvo que entregar a Italia el Véneto (Paz de Viena). En 1867, Garibaldi intentó apoderarse de Roma, pero la intervención francesa en favor del Papa se lo impidió. La derrota francesa frente a Prusia en la llamada Guerra Franco-Prusiana, privó al papado del apoyo de Napoleón III, posibilitando la ocupación de Roma (1870).

En 1871, la unificación de Italia ya se había conseguido y se estableció en Roma la capital del estado parlamentario italiano. Por otra parte, la ciudad del Vaticano se convirtió en el único ámbito de la soberanía papal.

Unificación de Alemania

En forma paralela a Italia, los estados que formaban la Confederación Germánica –divididos tras la caída de Napoleón Bonaparte– atravesaron una crisis que culminó igualmente con la unificación de Alemania. Sin embargo, la confederación siempre estuvo dominada por los intereses de Austria y Prusia.

A partir de la década de los años cincuenta, Prusia, con una imagen de Estado moderno debido a su dinámica economía y a la eficacia de su gobierno, sumada a la unión aduanera de 1834, que había agrupado a los estados del norte, se convirtió en el centro económico de Alemania.

Tras la ascensión al trono de Guillermo I se nombró como canciller a Otto von Bismarck –conocido como el Canciller de Hierro–, quien ya había estado en el poder junto a Federico Guillermo IV y se identificaba fuertemente con la causa nacionalista. Su principal proyecto fue lograr el sometimiento de Austria, realizando asimismo la unificación de Alemania y su elevación a primera potencia mundial.

Decidido a debilitar a Austria, Bismarck la incitó a apoyar la causa de los ducados de Schleswig-Holstein y Lauenburgo, territorios de población danesa y alemana que Dinamarca reclamaba para sí. Después de un conflicto bélico (1863-1865), Prusia y Austria se repartieron dichos territorios.

Pero el canciller no cesaba en su plan y acusó a Austria de abuso de poder en los nuevos territorios, lo que originó la guerra austro-prusiana de 1866. En ella se aliaron Francia, Prusia e Italia, venciendo a Austria en Sadowa y firmando con posterioridad la Paz de Praga. Este acuerdo suprimió la Confederación Germánica, formándose en torno a Prusia la Confederación Alemana del Norte, en el año 1867, integrada por veintiún estados.

Imperio Austrohúngaro

La revolución de 1848 dio el trono a Francisco José I, quien restauró el absolutismo y la centralización. Sin embargo, la agitación continuaba, especialmente entre los eslavos. Por lo mismo, el monarca debió ser más intransigente, sobre todo frente a la amenaza de Francia y Prusia.

En 1867, tras ser derrotada Austria en Sadowa, Hungría fue reconocida como reino dentro del imperio, con parlamento y gobierno propios. Con la coronación de Francisco José como rey de Hungría nació el Imperio Austrohúngaro.

Imperio Ruso

Después del fracaso ruso en la guerra de Crimea (1853-1856, contra Turquía, Inglaterra, Francia y Cerdeña), el zar Alejandro II inició una serie de reformas para disminuir el absolutismo de su antecesor Nicolás I.

El conflicto había dejado en evidencia el atraso del ejército, la administración y la economía rusas. Por esto, en 1861 se llevaron a cabo cambios políticos y sociales, como la abolición de la servidumbre y la reforma al sistema judicial y penal. También se fomentó la enseñanza primaria y secundaria y en 1864 se establecieron asambleas provinciales de elección popular.

En cuanto a su expansión, Rusia se extendió a través de Siberia y, en el año 1860, Vladivostok pasó a ser puerto ruso en el Pacífico.

Estas reformas no fueron suficientes, debido a las tensiones nacionalistas, como la insurrección polaca de 1863, y al crecimiento del anarquismo, que significó incluso el asesinato del zar Alejandro II.

Los zares que le sucedieron, (Alejandro III y Nicolás II) restablecieron la política aristocrática anterior.

Imperio Otomano

El desarrollo del nacionalismo entre los pueblos de los Balcanes, impulsado por los intereses de los países vecinos y de las potencias europeas, fue la causa de la disgregación del Imperio Otomano.

El nacionalismo se arraigó con gran fuerza en este imperio y, en 1830, Grecia ya había conseguido independizarse. En 1860 hicieron lo mismo los principados rumanos de Valaquia y Moldavia, que se unieron formando un año después el Estado de Rumania, con Carlos I de Hohenzollern como primer monarca.

La agitación terminó con la guerra ruso-turca de 1877 y el Tratado de San Estéfano, que estipulaba la independencia de Serbia y Rumania, la creación de Bulgaria y la autonomía de Bosnia Herzegovina.

Sin embargo, potencias como Inglaterra y Austria no aceptaron este tratado, por lo que Otto von Bismarck ofició de árbitro y forzó a Rusia a someter las cláusulas del tratado a la ratificación del Congreso de Berlín. Este pacto arregló la cuestión de oriente de la siguiente manera:

– Montenegro, Serbia y Rumania quedaron independientes.

– Macedonia fue colocada de nuevo bajo la autoridad del sultán; Rumelia, constituida en provincia autónoma, y Bulgaria, en principado.

– Rusia recibió Besarabia y algunos territorios del Asia. Austria obtuvo el derecho a ocupar Bosnia Herzegovina.

¿Sabías que?

El imperio ruso, en el siglo XIX, tenía una población de cincuenta millones de habitantes y una superficie total de 18 millones de km2.


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