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El experimento del té nos da cuenta de lo anterior. El té se mezcla rápidamente en el vaso que está a mayor temperatura, puesto que sus moléculas se moverán mucho más rápido en la taza con agua caliente que en la taza con agua fría. Este mismo efecto se puede observar cuando lavamos ropa. Cuando se lava con agua caliente, la agitación térmica (movimiento de las partículas) acelera el proceso de limpieza y desmanchado, favoreciendo de esta forma la acción de los químicos presentes en el detergente.

Materiales:

– Hervidor o tetera
– Hielo
– Dos vasos
– Dos bolsitas de té

Paso 1


Coloca agua previamente helada con el hielo en un vaso y agua caliente en el otro. En cada vaso coloca una bolsita de té.

Paso 2

Observa qué sucede al interior de ambos vasos.

Paso 3

Al poco rato, verás que en el vaso con agua caliente, a diferencia del que tiene agua fría, la bolsa de té va soltando un tinte que se mezcla con el agua.