Skip to main content

Durante la primera etapa, los persas, bajo el mando de Darío que en el año 512 a.C. volvieron sus ojos sobre Tracia y la dominaron, cayendo con ella varios territorios y ciudades griegas. Los jonios, bajo dominio persa, se rebelaron y expulsaron a los tiranos. Además, pidieron ayuda a Esparta y Atenas, aunque esta última fue quien se lo concedió. Dos años después, Darío, enfurecido con esta situación, les exigió a las ciudades griegas que se sometieran a los persas, lo que algunas de ellas aceptaron por temor. Sin embargo, Atenas y Esparta lograron sublevarse, y el 12 de septiembre de 490 a.C. el ejército ateniense, a cargo de Milcíades el Joven, se lanzó contra los persas en la llanura de Maratón, y los venció. Aquel día, Atenas salvó a Grecia.


Darío murió cinco años después y lo sucedió su hijo Jerjes, quien no solo quiso castigar a los atenienses, sino también echar abajo todo su poderío, para lo que preparó una gran expedición. Mientras tanto, los griegos consultaban al oráculo de Delfos, quien les dijo que «solo la muralla de madera quedaría sin conquistar». Fue así como un noble ateniense llamado Arístides propuso construir un gran muro de madera en torno a la acrópolis. Pero Temístocles, otro noble demócrata, dijo que la muralla de madera era una metáfora para hablar de los barcos de madera de una flota. Se hizo una votación y ganó este último, lo que trajo como consecuencia el exilio de Arístides.


En el año 480 a.C., Jerjes inició su marcha hacia Grecia. Los griegos sabían que solo podrían vencerlo en un lugar estrecho, por lo que eligieron el paso de las Termópilas, a 160 kilómetros de Atenas, y que en esa época no tenía más de 15 metros de ancho. Fue ahí donde se enfrentaron los ejércitos persas y griegos, este último al mando del rey de Esparta, Leónidas. Pero fue traicionado por un pastor, que mostró a los persas un camino oculto para atacarlos por la espalda. Sin embargo, Leónidas no quiso rendirse y se quedó defendiendo el paso junto a 300 espartanos, quienes murieron por Grecia.


Los griegos de la ciudad comenzaron a huir a las islas cercanas, y los barcos de la flota construida por Temístocles se trasladaron cerca de la isla de Salamina. Los persas entraron en Atenas y la quemaron completamente.


Como dijo el oráculo, solo la muralla de madera, es decir, la flota, sobreviviría. Frente a la isla de Salamina, esta se enfrentó a los barcos persas. Sin embargo, como el lugar era muy angosto, los persas no pudieron desplegar completamente su flota, lo que llevó a un triunfo indiscutible de los griegos. Jerjes, cansado de todo este conflicto, volvió a Persia y nunca más volvió su odio contra los griegos.


Las Guerras Médicas volvieron a Atenas y Esparta las ciudades más poderosas de Grecia. Pero Esparta miraba con recelo a su rival, ya que Atenas se había dedicado a las conquistas marítimas y a proteger a las ciudades del Asia Menor. Atenas formó la Confederación de Delfos con las principales ciudades jónicas, a la cual cada ciudad debía facilitar hombres, dinero y barcos. Si bien la flota podía proteger a muchas ciudades, no lo podía hacer lo mismo con Atenas, por lo que Temístocles la mandó amurallar, provocando inquietud entre los espartanos.


Warning: Invalid argument supplied for foreach() in /www/wwwroot/www.icarito.cl/wp-content/themes/icarito-v1/template-parts/content-relacionadas.php on line 13