Creta está ubicada en la parte oriental del mar Mediterráneo, entre África, Asia menor y el continente europeo y es la mayor de las islas griegas y la quinta más grande de ese mar. Su superficie alcanza a los 8.331 km2 y su costa, unos 1.000 km. Pertenece a Grecia (de la cual se encuentra a 100 km) y su capital es Heraklión o Candía. La habitan alrededor de 600.000 personas.
En esta aislada región floreció una civilización precursora de Grecia, denominada cretense o minoica (3000 – 1200 a.C.), de cuya presencia se han registrado imponentes y numerosos palacios, aunque persisten algunos misterios acerca de sus costumbres, orígenes y, sobre todo, de la causa de su decadencia, la cual se atribuye tanto a desastres naturales como a invasiones de otra cultura contemporánea a ella: la micénica.
Economía y administración
La principal fuente de los recursos económicos de Creta es la agricultura aunque el área destinada a los cultivos es pequeña y todavía se siguen usando procedimientos tradicionales debido a lo abrupto del terreno que impide que se aprovechen equipos agrícolas modernos. El producto más importante es el olivo, pero también se siembran cereales, cítricos, hortalizas, viñas para elaborar vino y frutales.
El turismo es otra actividad relevante para la economía cretense, principalmente porque la isla ofrece al visitante un clima agradable, paisajes atractivos y valiosas ruinas arqueológicas, como los numerosos palacios de la época de la cultura minoica que se encuentran en casi toda Creta, entre los que destacan el de Cnosos, Festo, Malia y Zakros. Además, aparte de los minoicos, los dorios, micénicos, helenos, romanos, bizantinos, sarracenos, venecianos y otomanos, también han dejado abundantes vestigios de su paso por la isla, lo que le ha dado un sello multicultural. Esto se refleja en los variados y hermosos trabajos de artesanía local en cestería, metal y cerámica que es posible apreciar. Asimismo, existen grandes complejos turísticos, sobre todo en la zona norte, como el de Ayios Nikólaos.
La ganadería, escasa, es fundamentalmente caprina y ovina y, la industria, también de pequeñas dimensiones, se concentra alrededor de la capital, siendo su principal rubro la alimentación.
Creta, para efectos administrativos, es una región de Grecia que está dividida en cuatro prefecturas o nomoi: Kania o La Canea, Rethimno, Heraklión o Candía y Lasíthi.
La mayoría de la población se ha asentado en el extremo norte de la isla, debido al mejor clima, y en la llanura de Mesara, que abarca la parte central del sur de Creta. Sin embargo, muchos habitantes han emigrado hacia Atenas y el resto de Europa.
Suelo móvil
La geografía de Creta es montañosa y muy escarpada. Las cuatro cadenas principales recorren la isla en forma paralela a su costa sur. Al oeste aparecen las montañas Blancas (Lévka Óri), con sus cimas nevadas durante casi todo el año y, en el centro, está la cadena de Psilorítis, donde se encuentra el monte más alto de Creta, el Ídhi (2.456 m), con cuyo nombre también se identifica esta formación montañosa. Hacia el este es posible apreciar las montañas de Dhíkti, o Lasíthi, y las de Thriftí.
La zona norte presenta relieves más suaves, aunque su borde costero es accidentado, lo cual permite la existencia de varios golfos y bahías aptos para el establecimiento de puertos. La costa sur, al contrario, es más áspera. Entre los golfos y bahías destacan el Khanión y el Almyroú, respectivamente.
Hay pocos ríos, debido a la sequedad del clima y a la formación calcárea del suelo, siendo el más importante el Mesara, aunque también hay un lago de agua dulce llamado Kournás.
La actividad sísmica de la isla es frecuente, por lo que Creta sufre a menudo movimientos telúricos.
Clima y vegetación
El clima es de tipo mediterráneo, pero en el norte es más húmedo que en el sur y en el centro de la isla, debido a la altura y, por lo tanto, es común que los inviernos sean más crudos. En el sur, en cambio, la pluviosidad es baja, no llegando a los 300 mm anuales. Además, la proximidad con el continente africano (Túnez se encuentra a 300 km) provoca ciertos efectos, más notorios durante el verano, cuando los vientos provenientes de Libia calientan la costa sur de la isla. El norte está protegido por las cadenas montañosas y el viento de esa área, llamado Meltemi, que en verano refresca la temperatura.
En cuanto a la vegetación, esta ha disminuido fuertemente por la intervención humana y los fuertes vientos. Aún subsisten el ciprés y el castaño y, entre las plantas, se encuentran la salvia, el tomillo y el orégano. También es posible hallar enebros, retamas, mirtos y adelfas.
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