Hoy día me senté a pensar, después de una larga discusión con mamá. No pude evitar pensar si lo que había hecho estaba bien o mal, y claro ahí empezó todo.
En lo más hondo de mi subconsciente, empezó una discusión propia, a la cual nadie participaba más que yo.
Yo1: Mamá es muy tonta siempre que peleamos parece estar por debajo de mi.
Yo2: No, ella solo intenta hacerme actuar bien, debería aprender a comportarme y claro contigo a aquí es imposible.
Yo1: Ah, tú no sabes nada, no estuviste en la discusión ella solo tiene reproches para mi.
Yo2: Ella solo tiene reproches para mí porque eres muy mala con ella deberías dejar que te aconsejara.
Yo1: Ah, qué desagradable hablar conmigo. Nunca paras de atacar mi persona. ¡Déjame en paz!
Yo2: Ah, en vez de pelear conmigo por qué no le pides disculpas a mamá.
Yo1: Claro que yo nunca pediría perdón.
Yo2: Ah, claro, porque eres demasiado orgullosa.
De repente esta conversación se vio interrumpida por yo la voz consiente mayor:
A callar, vamos a dejar esta discusión. ¿Si tan solo supiera que siente mamá ante mis constantes insultos?
No lo pensé más y me dirigí a la habitación de mamá sigilosamente, ella se encontraba en su silla, parecía volver de una gran pelea al igual que yo, apenas me divisó dejo sus mediaciones y repuso que me fuera a sentar a su lado.
Yo2: Ahora es la oportunidad de pedir perdón.
Yo1: Claro, que no me mantendré firme en mi opinión respecto al asunto.
Yo2: A ver, aclaremos la cuestión: nosotros sabemos que queremos a mamá, y no queremos hacerla sufrir porque no acabamos esto ya para que hagamos las paces.
Yo1: Digamos que tienes razón, no vale la pena seguir peleando. Pero oye, nos es que siempre tengas la razón, pero creo que esta vez voy a seguirte, pero que no se vuelva costumbre.
Buena parte de mi se sentía aliviada por tomar esa decisión. Hablé con mamá y le pedí disculpas aunque con un poco de rodeos después que todo se solucionó. Creo que voy a tener a Yo1 por un tiempo guardado, no quiero volver a caer en el mismo error. Mamá y yo estamos mejor que nunca, creo que en gran parte tengo que agradecer a mi Yo2 por mantener al margen mis malos pensamientos. Así como voy nunca parar de discutir conmigo misma.