Había una vez en el mar una ballena muy linda. Un día la ballena tuvo un hijo era su regalón.
La señora Ballena siempre le decía hijo nunca te vayas muy lejos porque te puede pasar algo o simplemente te puedes perder.
Un día, el pez se escapó, la señora Ballena no se había dado ni cuenta cuando de repente estaba conversando con el señor Tiburón, escucharon unos gritos muy fuertes y la señora Ballena dijo esa voz es de mi hijito, corrieron y corrieron y de repente el señor Tiburón le dijo: ¡Ya sé de donde vienen esos gritos!
Fueron y encontraron al pez atrapado entremedio de unas rocas, la señora Ballena le dijo: ¡Te he dicho tantas veces hijo mío que no te arrancaras porque te podía pasar algo malo y mira ahora!
El pez le dijo si madre: «Te juro que nunca más me voy a arrancar».
Sorpresa de Yerbas Buenas