Un día el perro estaba persiguiendo al gato, lo persiguió por la calle y los cerros, pero el gato muy astuto se subió a un árbol.
Entonces cuando se fue el perro, el gato se bajó del árbol y se fue a la casa a comer pescado con leche y atún. Después terminó de comer y se fue a jugar con una pelota de lana.
Y después de jugar con la pelota de lana se fue a la calle y encontró un gato que estaba en la basura comiendo basura y la gata le dijo quieres venir a comer conmigo y en gato le dijo:
– Claro me gustaría comer contigo. ¿Como te llamas?
– Yo me llamo Manchas ¿y tú?
– Yo me llamo Pelusa.
Y se fueron felices para siempre.