Un día Rebecca y su hermano Italo fueron a una relojería a ver un reloj, eran las 9:30 de la noche y la única que estaba abierta en la calle era una antiquísima y con el letrero que decía «Los mejores relojes de la historia»
Rebecca y Italo no pudieron resistir las ofertas «un reloj de porcelana a 750 pesos»¡¡
Entraron sin dudarlo, de repente, un reloj gigante estaba frente a ellos, llamaron muchas veces pero nadie les respondía, después se abrió la puerta del reloj y el torpe Italo rompió el minutero, más rato, no escuchaban los autos y no escuchaban a las personas que hablaban lo único que escuchaban era a ellos mismos.
Rebecca tristemente dedujo que… habían parado el tiempo, Italo se puso a llorar porque sabían que no podían arreglar ese gran lío y luego escucharon unos pasos y…….. ¡Era un hombrecito pequeño!
Italo, como un torpe se tropezó y…adivinen que ¡lo aplastó!
Y el hombrecito, como tenía el minutero lo devolvió y, como Rebecca siempre está preparada traía la famosa »La gotita», pegó el minutero y abrazando a Italo se fueron a casa.
