Les quiero contar de una carta que recibí de una amiga, a la que vi por última vez el año ante pasado.
Estaba en la sala, cuando mi prima me dijo: «esto te lo manda Geraldine» -así se llamaba mi amiga. Abrí la carta, que decía:
«Querida amiga: Eres la única persona en el mundo que ha sido tan buena. Yo nunca he tenido una amiga así como tú. De verdad te quiero. Adiós».
Guardé la carta y nos vinimos a casa. Ya era hora de despedirnos, era fin de año. Estábamos felices y tristes de ya no vernos.
Yo echaba de menos a mi amiga y a mi prima, que seguía yendo a la escuela -a mi me cambiaron-, y no la veía muy seguido porque estaba interna.
Un día viernes, le pregunté: «¿cómo está Geraldine?». Ella me respondió que se había ido a Santiago y yo no le creí. Una vez fui a la casa de otra amiga de mi nueva escuela y le pregunté si me acompañaba a ver la casa de mi amiga, ya que vivía en la misma población. Ella aceptó y las dos fuimos. Toqué la puerta y apareció una señora rara. Le pregunté por mi amiga Geraldine y ella me dijo que se había ido a Santiago.
Me fui triste y le dije a mi amiga nueva el motivo de mi visita a esa casa. Ella entendió y me dijo que la había conocido, que eran muy buenas amigas y recordó también que le decía cosas muy lindas de mi.
Aún recuerdo a mi amiga, nunca la olvidaré.
Un consejo: «Tener amigos es lo más lindo. Cuando ellos se van de tu lado, queda un vacío en ti y puede que te den ganas de llorar, pero recuerda que si los dos se querían nunca se olvidarán uno al otro. A eso se le llama ‘AMISTAD'».
Por: Vanessa Fonseca.
