Habia una vez una niña que se llamaba Lucía. Ella tenia una mejor amiga que se llamaba Javiera. Ellas hacian todo juntas.
Un día, Lucía le dijo a Javiera que se tenía que ir de la ciudad. Javiera estaba a punto de llorar. Ella dijo:
– ¡No, no te puedes ir!
– Lo tengo que hacer. Yo tampoco me quiero ir, pero es lo que tengo que hacer.
– ¿Cuándo te vas?
– Mañana.
– ¿A qué hora?
– A medio día.
– ¿Adonde vas?
– A México.
– ¿México?
– Sí, a Mexico, pero te voy a mandar cartas, ¿ya? y tú también me tienes que mandar.
– Bueno -dijo-, pero ¿con quién haré las cosas?
– Con otras amigas, si tenemos más.
– Bueno, que te vaya muy bien en tu vuelo, ¡adios!.