Para algunos, el primer pensamiento que se les viene a la cabeza cuando los profesores dan alguna prueba es miedo. Algunas razones son: porque no saben cómo enfrentarse a ello, porque creen desde antes que les va a ir mal u otros simplemente consideran que son malos para determinados ramos. En esta nota te enseñamos que hay formas de prepararse y encarar de mejor manera una prueba.
Es algo común que en cada materia, cada cierto tiempo, se fijen exámenes para conocer si los alumnos han aprendido los contenidos expuestos en clases, o bien si han estudiado periódicamente.
La mayoría de los alumnos los considera una especie de castigo y han ido adquiriendo poco a poco una serie de características negativas y mala fama, incluso algunos creen que puede generar ansiedad o preocupación. Sin embargo, la realización de estos exámenes es una de las mejores herramientas con las que cuenta un profesor para comprobar el nivel de conocimientos de sus alumnos.
De esta forma, y para que este año puedas afrontar cada una de las pruebas que tengas en el colegio, te entregamos algunas pautas y consejos que puedes emplear para estar muy preparado. Lee atentamente y trata de llevarlas a cabo.
Una de las primeras cosas que tienes que recordar, es que el prepararse para una prueba no es magia. Aun cuando existan maneras para hacerlo de una mejor forma, igualmente se requiere del esfuerzo de cada alumno, ya sea en mayor o menor medida.
Consejos
A) Preparación del examen:
– Tratar de repasar diariamente la materia. Y si te das cuenta que no entiendes algo, pregúntale al profesor en clases. Si estudias sólo el día anterior a la prueba, es probable que no alcances a aprender todos los temas, te sentirás nervioso y tal vez ni siquiera puedas dormir tranquilamente.
– Cuando te dediques a estudiar: subraya, hace esquemas o dibujos (puedes ver cómo hacerlo).
– Cuando ya hayas estudiado varios días, te darás cuenta que no es tan difícil y sólo necesitarás de pequeños repasos. De modo que podrás dedicar cortos periodos de tiempo a dicho estudio.
– Cuando se aproxime el examen, es necesario repasar y releer nuevamente para que todos los contenidos se refresquen.
– En general, es útil tener un horario semanal de estudio. De modo que dediques todos los días de la semana un poco de tiempo para hacer las tareas y estudiar. Con ello lograrás entender paso a paso las materias, además de habituarte a ejercitar.
B) El día mismo del examen
– Dejar de lado los nervios. Si estudiaste, no hay porqué sentirse nervioso. Confía en ti mismo.
– En relación a lo anterior: sentirse relajado. Puedes practicar ciertas técnicas de relajación.
– No es muy recomendable intentar recordar todo justo antes del examen.
– Concentrarse bien, escuchar las instrucciones del profesor y leer atentamente las preguntas. Tómate tu tiempo, léelas todas. Si no entiendes alguna, pregúntale al profesor y te las aclarará.
– Distribuye el tiempo que tienes. Responde primero las preguntas que sepas con seguridad y deja para el último las más difíciles.
– Si es una prueba de desarrollo, procura ser claro y breve; hacer bien un examen no consiste en escribir mucho, sino contestar con precisión a lo que se te pregunta.
– Finalmente, cerciórate que hayas respondido todo lo que te preguntaron.
