El 8 de julio de 1864, en la casa de la señora Joaquina Concha de Pinto, que se encontraba ubicada en la calle Estado con Huérfanos, nace el Club de la Unión, integrado en sus inicios por 60 personas relacionadas familiarmente. En 1865 cambia de dirección y se instala en los altos de la residencia de don Rafael Larraín Moxó.
No se puede obviar que en 1869, el propio Presidente José Joaquín Pérez, junto a su ministro, Joaquín Blest Gana, emitieron un decreto que daba existencia civil al Club. Lamentablemente el 17 de noviembre de ese año, se desencadenó un incendio devastador que destruyó absolutamente todo, perdiéndose documentos y actas.
Los muchos cambios de sede que tuvo este exclusivo Club capitalino no pararon hasta 1922, año en que se inició su construcción gracias a la iniciativa de Luis Barros Borgoño, quien era el presidente de la institución.
La construcción se extendió hasta 1925 y estuvo a cargo de Alberto Cruz Montt, destacado arquitecto de la época.
En el Club de la Unión de Santiago se han desarrollado las más elegantes fiestas de la aristocracia chilena. Es el lugar donde se marcaron las pautas sociales, las modas y las costumbres. Los personajes más selectos han visitado este Monumentos Histórico, quizá el más elegante y refinado.
Estilo
El Club de la Unión se caracteriza por su marcado estilo francés de principios del siglo XX. La armonía y elegancia de su infraestructura lo convierten en uno de los edificios más hermosos de Chile.
Basta con recorrer sus instalaciones -salones, corredores, escaleras y comedores, unidos a una decoración refinada y fastuosa- para percatarse de su singular belleza.
El Club de la Unión tiene un subterráneo donde se encuentra una barbería. Tanto los sillones como los espejos se encuentran en perfectas condiciones. Las paredes están recubiertas de mármol verde y blanco.
El gimnasio, cercano a la peluquería, cuenta con un sauna y una piscina temperada decorada con mosaico.
Las mesas de la sala de billa (más pequeñas que las de pool) fueron traídas directamente desde Inglaterra. En este salón la iluminación corre por cuenta de las enormes lámparas de bronce.
El bar es otro de los lugares del Club. La barra está hecha de madera tallada y el largo de éste es el mayor del continente.
El Almacen de Ventas es una verdadera tienda de finos productos, podemos destacar los vinos de guarda de las bodegas, que tienen más de 75 mil botellas. Incluso se pueden comprar perfumes, comidas y artesanías.
El Salón Verde destaca por la mesa decorada con incrustaciones en marfil. El Salón Arturo Prat cuenta con un cuadro del héroe del 21 de mayo y cuyo marco está confeccionado con maderas de la Esmeralda. Lo donó un nieto de Prat.
En el Salón Francés todo lo que hay es puramente francés.
La biblioteca es una de las colecciones privadas más importantes del país, contando con más de 17 mil ejemplares.
Para que comprendas la importancia que el Club de la Unión tuvo, y tiene incluso hoy, en lo que a costumbres sociales se refiere, lee el artículo de la Revista Zig Zag del 19 de noviembre de 1905, rescatado en el sitio siglo20.cl.
