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LA TERCERA, 20 de noviembre, 2006.
Por: Alejandra Muñoz Costa

Poca capacidad analítica, dificultades para resolver problemas y redactar un texto con  coherencia y falta de conocimientos en Matemáticas, Biología y Química. Estas son algunas de las falencias con las que ingresan los alumnos a la enseñanza superior. Las universidades están haciendo mediciones especiales, aparte de las PSU, para determinar cuáles son los vacíos de los alumnos que reciben y poder aplicar medidas remediales voluntarias. Así evitan que los alumnos tengan un desempeño académico deficiente y terminen desertando.

Las falencias están presentes en todo tipo de alumnos. Varias facultades de la Universidad de Chile, donde ingresan jóvenes con más de 650 puntos, han debido poner en marcha cursos remediales.

 

Además de las PSU, los planteles aplican sus propias pruebas de diagnóstico -sicológicas y de conocimiento para un perfil más preciso de los alumnos que reciben. A partir de ellas definen qué áreas necesitan reforzamiento.

La académica Mirna Johnson, directora  del ciclo básico de la Facultad de Ciencias Forestales, explicó que mediante pruebas de Matemáticas,  Biología y Química determinan desde el 2005 cuáles son los problemas más serios que traían los alumnos de primer año.

“El tema de manejo de logaritmos, las ecuaciones incluso elementales de primer grado, de segundo grado, había problemas. En Química, conceptos fundamentales sobre qué entienden por pH, cosas cotidianas, no las manejaban”, explica la académica.

Uno de los estudiantes que concurrió a los remediales durante los primeros días de marzo fue Camilo Riveros, de Agronomía. No tenía problemas de conocimiento, pero sí de aplicación. Por eso, los 10 días de nivelación los dedicó a analizar y resolver problemas.

 

En el caso de la U. de Chile, el 70% de los alumnos de primer año que lo necesitaban participaron en los cursos. En la Universidad Alberto Hurtado la experiencia no es tan positiva y la asistencia es baja.

 

Los estudiantes no manejan contenidos que se pasan en primero o segundo medio, lo que constituye una dificultad adicional para las universidades.

El director de docencia, Pedro Milos, explicó que los problemas que traen sus estudiantes son la poca capacidad para redactar textos de mediana complejidad en forma coherente. En Matemáticas, geometría sigue siendo lo más difícil. A nivel de inglés había más dificultades en la comprensión escrita.

En el plantel están trabajando con ayudantías especiales con expertos en las tres áreas medidas y cursos de nivelación, por ejemplo, en expresión escrita y distintos niveles de cursos de inglés.

División por cursos

En la Facultad de Ingeniería de la U. Diego Portales optaron por un camino distinto a los cursos de nivelación para enfrentar las falencias de los estudiantes. A partir de dos pruebas -una sicológica y otra de conocimientos– determinan si los jóvenes manejan los conceptos, si saben cómo estudiar y si tienen sólo pensamiento concreto u otro analítico más avanzado.

A partir de estas variables, se ordenan los cursos. “Hicimos grupos especiales con una metodología más personalizada y con 25 alumnos por curso”, explicó Sara Arancibia, directora del Instituto de Ciencias Básicas de la facultad. En éstos, se trabaja con profesores muy dedicados y, principalmente, con desarrollo de problemas.

En la U. Católica de Valparaíso desde este año están haciendo dos semanas de cursos remediales de Matemáticas y de Estrategias de Aprendizaje. El jefe de la oficina técnica de la vicerrectoría de asuntos docentes y estudiantiles, Emilio Silva, dijo que van a los cursos los alumnos que cumplen con cierto perfil definido de acuerdo a sus resultados en las PSU, sus notas del colegio y el tipo de colegio del que vienen.

 

Académicos los consideran positivos, aunque algunos discrepan con que sean voluntarios

Distintas experiencias con los proyectos de nivelación:


Pedro Milos (Universidad Alberto Hurtado): «Hay niveles de motivación bajos. Tenemos que afinar el diagnóstico sobre cuánto están dispuestos a hacer los alumnos».

Emilio Silva (Universidad Católica de Valparaíso): «La fase de acompañamiento, donde los estudiantes pueden asistir a resolver sus problemas y sus dudas, es la que tiene más acogida».

Sara Arancibia (Universidad Diego Portales) : «Los alumnos mostraron un mejoramiento en cuanto a su rendimiento. Hicieron las mismas pruebas que el resto y sacaron mejores notas».

Camilo Riveros (Universidad de Chile): «Más que débil en conocimientos, yo no tenía una capacidad de análisis suficiente. En eso me ayudaron a mejorar los cursos remediales».


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