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LA TERCERA Domingo 14 de enero de 2007
Ranking elaborado por «La Tercera»
Ver «Los 100 mejores colegios de la última década»

De los 190 establecimientos que alguna vez han ocupado un lugar en el ranking de los Cien Mejores durante la última década, 64 pertenecen a una orden o movimiento eclesial. Entre ellos, algunos nombres que se repiten año tras año en posiciones destacadas: Opus Dei, maristas y jesuitas.

La exitosa avanzada del Opus Dei

Cuando Jose María Escriva de Balaguer visitó Chile en 1974, traía un tema que le parecía relevante: la desorientación doctrinal y la profunda crisis que, en su opinión, enfrentaba la educación católica a nivel mundial. El hoy santo de la iglesia aprovechó una reunión con apoderados de los colegios Los Andes y Tabancura -hasta entonces los únicos ligados a la prelatura en Chile- para exponer su visión. Alentó a las familias fundadoras de ambos  colegios y los llamó a no perder la esperanza de que algún día volverían a conformarse los verdaderos “colegios”, en la concepción más literal de la palabra.

Después de 22 años, el Opus Dei cuenta con once establecimientos en el país. De ellos, cinco forman parte de los 100 mejores de la última década, seis estuvieron entre los cien destacados de la PSU 2006 y ocho han estado alguna vez en el ránking de los 100 mejores. Se definen como religiosos, pero no de iglesia. Porque la mayoría son administrados por sociedades o fundaciones educacionales e inmobiliarias, de las cuales los apoderados son accionistas o socios. La más antigua es Seduc, que se fundó en 1969 y agrupa a los colegios Huelén, Los Andes, Tabancura, Cordillera y Los Alerces. En Concepción se conformó en 1991 la Asociación Adesa, que administra a Pinares e Itagüe, y en Viña del Mar el Consejo de Siel fundó los colegios Albamar en 1989 y Montemar en 1999. La Fundación  Educacional Nocedal tiene a su cargo los colegios Nocedal y Almendral, enfocados a niños de escasos recursos. Como ninguno es mixto, necesariamente se construyen de a dos y, aunque la comunidad escolar no pertenece en su totalidad al Opus Dei, los directores y miembros de las fundaciones deben serlo para asumir tales funciones.

Ingresar a uno de estos colegios no es fácil. La primera barrera es la económica. La  mensualidad promedia las 117 UF anuales y la matrícula, 44 UF. Se realiza una entrevista con ambos padres antes de conocer al niño. Si el postulante va a cursos superiores a  séptimo, se suma una prueba de selección. La reunión con la familia es trascendental, pues en ésta se evalúa si en el hogar se va a impartir la misma enseñanza. Este énfasis en la familia, según Sergio Martinic, investigador de la UC, es clave en su éxito: “en estos colegios, como en ningún otro, existe coherencia y disciplina entre lo que piensa el colegio, la familia y los profesores”. Por eso, los más grandes no tienen más de 900 alumnos (300 en regiones) y están conformados por cerca de 500 familias. Una vez por trimestre, los profesores jefe deben reunirse con ambos padres. Además, se organizan charlas y exposiciones por etapa de desarrollo de los niños, en las que se tratan temas de orientación afectiva y valórica, y hay un plan permanente de formación para padres.

El segundo punto que destaca es el de los profesores. No se ponen avisos en el diario, los docentes llegan directamente por recomendación. Más de la mitad cuenta con postgrados y cerca del 80% trabaja en jornada completa, pero sólo hace clases medio día. El resto del tiempo lo dedican a preparar las clases y corregir las pruebas. También son sometidos a un plan constante de formación, que incluye sesiones de perfeccionamiento una vez por semana, en las que se tratan temas pedagógicos y también materias como antropología, arte o cultura general. Sus sueldos están sobre la media del profesorado nacional, donde un docente jefe puede ganar entre $750 y $800 mil. Su proceso de selección incluye una entrevista personal y, aunque no necesariamente deben pertenecer al Opus o conocer sus postulados (uno de los profesores mejor evaluados del colegio Pinares en Concepción es evangélico), sí deben estar convencidos de la conjunción familia-profesor- alumno. Cada maestro tiene asignado un grupo de alumnos, del que funciona como tutor.

Para el 2008 Seduc pretende abrir dos nuevos establecimientos. Actualmente, la prelatura cuenta a nivel mundial, con más de 240 escuelas con 35 mil alumnos, 84 mil estudiantes en sus 17 universidades, 12 escuelas de negocios y 156 centros de formación técnica o agrícola.

La tradición social de los jesuitas

 “Servir a los demás es el motivo último de la formación”. Esta frase del sacerdote Fernando Montes, rector de la U. Alberto Hurtado, resume el proyecto educativo de los jesuitas, cuya red de colegios incluye tres categorías: los tradicionales que administra la orden como el San Mateo de Osorno y los San Ignacio de El Bosque y Alonso de Ovalle; las escuelas para sectores populares agrupadas en la fundación “Fe y alegría”; y la red de colegios asociados, con quienes solamente comparten el ideario religioso.

 

Datos clave

De los 18 colegios jesuitas y su red de asociados, seis han estado alguna vez durante la última década entre los cien mejores:

  • San Ignacio El Bosque y Alonso Ovalle, Padre Hurtado y Juanita de Los Andes: 10 años entre los cien mejores.
  • San Mateo de Osorno: entre los cien mejores de la PAA 1998, 1999, 2001, 2002 y PSU 2005 y 2006.
  • San Francisco Javier de Pto. Montt: entre los cien mejores de la PAA 1998, 1999, 2000, PSU 2003 y 2004.
  • San Luis de Antofagasta: entre los cien mejores de la PSU 2006.

Dentro de los primeros, los colegios San Ignacio El Bosque y Alonso de Ovalle, el San Mateo y San Francisco Javier de Puerto Montt, forman parte de los 100 mejores de la década según el ranking de La Tercera. El San Ignacio El Bosque está dirigido a la elite chilena: “Toda sociedad necesita de un grupo dirigente y que la vocación de ser jefe es la de servir, una elite centrada en sí misma y egoísta es traición al Evangelio”, explica Montes. El estilo de pedagogía ignaciano no persigue como fin único aparecer en los primeros lugares de la PSU o el Simce. Para ellos, el compromiso social es vital: en vez de hacer viajes de estudio, realizan trabajos de fábrica. Otra de las características del colegio es la alta permanencia del cuerpo docente, quienes, además, reciben una constante capacitación.

La receta de los Maristas

Los Hermanos Maristas tienen una vasta experiencia en educación. Cuentan con  establecimientos en 71 países, y en Chile, han fundado una docena desde 1911. De éstos, siete han sido parte del ranking de los mejores y cuatro forman parte los cien colegios Top de la última década. Incluyendo al Instituto Alonso de Ercilla, que es el segundo colegio más destacado del ranking.

Más de 14.000 alumnos son educados en estos tradicionales establecimientos de clase media. El 90% de sus 600 profesores permanecen durante toda la jornada en el colegio, un aspecto que se alza como fundamental. Jesús Triguero, rector del Instituto O’Higgins de Rancagua, dice que la clave de sus resultados de excelencia es un proyecto educativo serio y consolidado. “Existe conciencia sobre la responsabilidad en los resultados de parte de toda la comunidad educativa. Los alumnos están motivados y los profesores están en constante perfeccionamiento”, dice.

Los colegios maristas comparten una organización distinta a la de otras instituciones. El ciclo inicial está compuesto por pre-kínder, kínder, 1° y 2° básico. El ciclo medio básico está compuesto por 5° y 6° básico; entre 7° y II medio se enmarca el ciclo inicial de educación media y, los III y IV medios constituyen un ciclo de media superior. Este orden por edades conlleva cuidados especiales, cada uno tiene su propio director, un psicólogo y un orientador.

Su autonomía permite que los colegios pagados puedan disponer de sus ingresos para cooperar con los subvencionados. También cuentan con autonomía curricular, que les permite diseñar sus propios programas. Se preocupan de los alumnos con menor rendimiento, pero los estudiantes destacados también tienen trato especial. En las tardes, el colegio ofrece horas de reforzamiento para los que tienen déficit y contenidos adicionales para los más capacitados.

 

Datos clave
De los 12 colegios que los Hermanos Maristas tienen en Chile, siete han sido parte alguna vez en esta última década de los cien mejores:

  • Alonso de Ercilla e Instituto O’Higgins de Rancagua, 10 años entre los cien mejores.
  • Instituto San Fernando: entre los cien mejores de la PAA 1998, 1999, 2000, 2002 y PSU 2004, 2005 y 2006.
  • Instituto Chacabuco de Los Andes: entre los cien mejores de la PAA 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, PSU 2004 y 2005.
  • Instituto Rafael Ariztía de Quillota: entre los cien mejores de la PAA 1999 y 2000, PSU 2004 y 2005.
  • Instituto Champagnat de Valparaíso: entre los cien mejores de la PSU 2006.
  • Instituto San Martín de Curicó: entre los cien mejores de la PAA 2002 y PSU 2005.

 

 


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