El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, señaló ayer que los «neoliberales» están ganando la batalla por imponer sus ideas respecto a cómo tiene que ser el futuro de la educación pública en el país.
Esto en relación al acuerdo a que llegó el Gobierno con la oposición para discutir el proyecto de reforma educacional, surgido a raíz de las ideas formuladas por la Comisión Asesora Presidencial para la Calidad de la Educación, como consecuencia del movimiento secundario del año pasado.
El máximo dirigente del magisterio dijo que no concuerda con lo expresado por la ministra de Educación, Yasna Provoste, cuando dio a conocer un balance de lo desarrollado por la cartera durante este año.
«La ministra al entregar ese balance señaló que se había avanzado notablemente en el ámbito educativo. Entregó cifras, dijo que los lineamientos y políticas globales del Ministerio se han ido cumpliendo. Pero nosotros creemos que no es tan así», sostuvo el dirigente.
«Porque en este minuto la gran batalla es derogar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), y que haya una nueva institucionalidad educativa para el país. Y aquí hay fuerzas que están en contradicción; unos que plantean medidas más neoliberales y otros que piden que el Estado juegue un rol protagónico garantizando el derecho a la educación por sobre la libertad de empresa. ¿Quién está ganando la batalla en este minuto? Nosotros creemos que los neoliberales, que en definitiva con los acuerdos que han logrado la Alianza con el Gobierno están consolidando el sistema que hay ahora, e incluso, podemos decir que ahora hay más privatización de la educación», señaló el dirigente en una rueda de prensa.
«Creemos que no se ha avanzado en cambiar la Loce por una nueva institucionalidad educativa, más progresista. Si esto sigue así, habrá un retroceso en vez de un avance. Por eso, nosotros no compartimos el optimismo que tiene hoy la ministra. Creemos que lo quiere el país es un sistema educativo que sea capaz de garantizar que cualquier ciudadano, independiente de su situación socioeconómica, pueda aspirar a una educación de calidad, sin que la cuestión económica sea una condicionante. Si un niño es humilde, de la clase media o tiene mayores ingresos, el Estado debe asegurarle una educación de calidad», expresó Gajardo.
Gajardo señaló que el Gobierno perfectamente podría haber ido solo y hasta el final con su proyecto surgido de la Comisión para la Calidad de la Educación para hacer los cambios profundos, porque muchos aspectos no necesitaban quórum calificado, y en los casos que requiriera ese quórum y no los tuviera y le fueran rechazados los cambios, el Ministerio de Educación debía apoyarse «en la gente, en el mundo social para producir los cambios».
«De hecho, hay sentimientos generalizados en el país, de la inmensa mayoría que quiere que haya cambios de verdad en el ámbito de la educación», expresó.
Gajardo adelantó que alrededor de abril de 2008 habrá mucho debate en torno a la educación pública en el país.
UPI
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